¿Qué tiene que ver la inclusión financiera con la pobreza en Colombia?

Según el Dane, a 2021 Colombia tenía a 19,6 millones de personas en pobreza monetaria. La educación y el empleo son clave, pero ¿qué aporta la inclusión financiera?

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Bogotá — Colombia ha logrado reducir sus niveles de pobreza pero aún persisten varios retos. Y aunque el acceso a la educación y trabajo de calidad son claves para reducir la incidencia de pobreza, la inclusión financiera también juega un papel importante, según un estudio de Bbva Research.

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Solo el 36% de los colombianos cuenta con un crédito financiero, dice el estudio. Para los expertos, esta situación se convierte en un factor limitante para los hogares pues el acceso al crédito puede reducir la pobreza y la probabilidad de materialización de los riesgos financieros a lo largo de la vida, suavizar el consumo en el tiempo, acceder a vivienda, financiar proyectos personales e ingresar a la educación superior, entre otros.

Además, el acceso al crédito formal a los negocios les permite estar preparados para enfrentar situaciones de crisis y emprender nuevos negocios, aumentar el tamaño de sus empresas y acceder a mayor formalidad y productividad, resalta el estudio.

Cabe recordar que en Colombia, durante 2021 había 19,6 millones de personas en pobreza monetaria (39,3% de la población) y 6,1 millones en pobreza extrema (12,2%), de acuerdo con datos del Dane.

Según el documento, dentro de las regiones con mayor porcentaje de inclusión financiera se encuentran la Centro Oriente (96,1%) y la Centro Sur (89,4), mientras que el Caribe, el Pacífico y los Llanos, tuvieron niveles inferiores al 84%.

En cuanto a poblaciones, la inclusión financiera es mucho mayor en personas entre los 41 y 65 años, en quienes la incidencia de la pobreza se reduce, señala el estudio al complementar que “al contrario, la pobreza aumenta en las personas más jóvenes, de 18 a 40 años, las cuales mantienen un nivel menor de inclusión financiera, y en las mujeres, que tienen un acceso a productos financieros del 88,5% en comparación con el 95,3% de los hombres”.

El documento también expone que los hogares cuya cabeza es una mujer (43%), una persona joven (48%), una persona que migró a Colombia (60%) o una persona que fue víctima de desplazamiento forzado (52%) registran índices de pobreza más altos. La pobreza es mayor en los departamentos periféricos y en las zonas rurales, añade.

Para los expertos, “mantener un ambiente macroeconómico sólido y estable, con un crecimiento económico elevado y una baja inflación, a la vez que se logra una mayor inclusión y protección social, a través del acceso a nuevas tecnologías, crédito e infraestructura, entrega herramientas poderosas para reducir la pobreza y mejorar la situación social de los colombianos”.

Sin embargo, pese a lo expuesto, expertos consultados por Bloomberg Línea han reiterado en varias ocasiones que el hecho de Colombia conozca los datos de pobreza monetaria se conozcan tarde (los de 2022 saldrán en julio de 2023), en medio de inflaciones históricas y desaceleración de la economía, hace aún más complejo tomar decisiones y acciones para constrarrestar dicha situación social.

Por lo anterior es que se ha propuesto que la medición de pobreza no se haga anual, sino con una periodicidad más cercana, al menos conocer datos semestrales. Esto, además de dar un conocimiento más cercano de la condición monetaria de los hogares vulnerables, ayudaría a ajustar los montos de las transferencias condicionadas, según las necesidades.