¿Qué son las burbujas de mercado y cómo saber si estamos en medio de una?

Los mercados recuerdan tres grandes burbujas en la historia. La primera, ligada a las acciones de Nifty Fifty, luego vino la japonesa y la más reciente fue la del ‘puntocom’

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Bogotá — En el último trimestre las búsquedas en Google de la frase “burbuja bursátil” alcanzaron su nivel más alto en más de dos años.

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El simple hecho de que tantas personas se estén haciendo la pregunta indica un grado de precaución, por eso el equipo de Natixis Investment Managers explica qué es este fenómeno y por qué hay que estar alerta.

Una burbuja de mercado se produce cuando los precios de los activos, como las acciones, los bienes raíces o las materias primas, suben significativamente por encima de sus valores intrínsecos, impulsados principalmente por la especulación y no por factores fundamentales.

Este aumento de los precios suele estar alimentado por el optimismo de los inversores, la mentalidad de rebaño y la expectativa de un mayor crecimiento.

Eventualmente, sin embargo, el sentimiento de los inversores cambia y la burbuja estalla, lo que lleva a una caída repentina y brusca de los precios.

Los inversores pueden apresurarse a vender sus activos sobrevalorados, y algunos registran una pérdida financiera. En casos graves, una burbuja de mercado puede tener implicaciones económicas más amplias, como una crisis financiera o una recesión.

Se considera que ha habido tres grandes burbujas desde la década de 1960, cada una de las cuales concentró la capitalización del mercado mundial durante un período de tiempo definido.

Primero fueron las acciones “Nifty Fifty” (1965-1972), durante las cuales alrededor de cincuenta grandes empresas estadounidenses dominaron el mundo en múltiples sectores de actividad (IBM, McDonalds, Coca-Cola, Xerox y otras), lo que las convirtió en esenciales a los ojos de los ahorradores, independientemente de su precio.

Luego vino la burbuja japonesa de la década de 1980. El aparente dominio de Japón sobre el mundo económico y financiero dio lugar a un cambio gigantesco en la capitalización mundial a favor de la renta variable japonesa, que representaba más del 40% del índice MSCI World a finales de la década de 1980.

Por último, está la burbuja de las puntocom de 1995-2000, impulsada no solo por las acciones de telecomunicaciones y tecnología de la información, sino también por todos los principales valores de crecimiento.

Los inversores invirtieron dinero en las llamadas “startups puntocom”, a menudo sin tener en cuenta las métricas de valoración tradicionales.

La burbuja estalló después de que el sentimiento de los inversores cambiara a principios de 2000, lo que llevó a una fuerte caída en los precios de las acciones, ya que muchas empresas sobrevaloradas basadas en Internet quebraron.

Entonces, ¿estamos en una burbuja o no?

No se puede negar que los mercados han sido claramente alcistas desde principios de 2024, con el S&P500 cerrando en un máximo histórico en enero antes de batir ese mismo récord solo dos meses después.

Gran parte de este crecimiento ha sido impulsado por los Siete Magníficos (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Netflix, Nvidia y Tesla), cuya capitalización de mercado ha aumentado en más del 80% desde enero de 2023.

Si bien estas ganancias son impresionantes, un análisis matizado indica que no estamos en territorio de burbuja, al menos no todavía. Natixis explicó aquí por qué:

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En primer lugar, los profesionales financieros han observado que las valoraciones actuales parecen menos extravagantes en comparación con hace solo tres años.

La emoción se centra de manera bastante conservadora en empresas establecidas con ganancias sólidas, en lugar de un grupo de estrellas fugaces de moda.

Las relaciones entre el precio y las ganancias indican que los Siete Magníficos están mucho más alineados con el mercado en general que hace tres años, y algunos analistas incluso sugieren que las empresas cotizan baratas.

Además, en comparación con las burbujas pasadas, hay cantidades relativamente moderadas de deuda de margen en el mercado actual.

La actividad de opciones, utilizada como barómetro del comportamiento especulativo, también es media y, aunque algunos nuevos compradores han entrado en el mercado, su actividad ha sido modesta.

¿Qué más deben saber los inversores?

Si bien el consenso de los inversores parece ser que aún no estamos en una burbuja de mercado, es importante comprender lo que se necesitaría para llegar allí.

El primer factor clave son los tipos de interés. Las tasas bajas significan que es más barato pedir prestado, lo que hace que los operadores inviertan capital e impulsen el mercado al alza.

Se espera que la Reserva Federal realice varios recortes de tipos en 2024, lo que supone un cambio radical en comparación con el entorno de tipos más altos de los últimos años.

Los recortes de tasas pueden causar una afluencia de capital al mercado, fortaleciendo la carrera alcista.

Sin embargo, una inflación más fuerte de lo esperado puede significar que la Fed no realice recortes de tasas o realice menos recortes de lo esperado.

Este giro podría alimentar la incertidumbre en la economía, generando presión para vender y una posible recesión.

El segundo factor es la IA generativa. Si bien los Siete Magníficos son mercados líderes, una mirada más cercana a este grupo revela ideas más matizadas.

La suerte de estas empresas parece estar divergiendo, ya que Tesla y Apple se desploman mientras que Nvidia y Meta Platforms aumentan. Nvidia, en particular, ha visto aumentar el precio de sus acciones en casi un 90% este año.

El crecimiento de Nvidia y Meta se ha atribuido a las inversiones de las empresas en IA generativa, que muchos profesionales financieros creen que revolucionará la fuerza laboral y la economía.

Sin embargo, si esta nueva tecnología no está a la altura de las expectativas, es posible que se produzca una corrección considerable del mercado.

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Además, no es demasiado pronto para tomar precauciones contra la concentración récord del mercado en torno a unas pocas acciones.

De hecho, es esta concentración la que ha dado paso a la nueva emisión del riesgo específico de las empresas, un tipo de riesgo que tradicionalmente ha estado muy diluido en los principales índices bursátiles mundiales, incluso durante las burbujas.

Este tema de riesgo específico está empezando a tomar forma debido al hecho de que tres de los Siete Magníficos -Tesla, Apple y Google- han estado cayendo de valor en los mercados al alza desde principios de año.

Por el momento, estas caídas de valor se han visto más que compensadas por los rendimientos estelares de Nvidia y Meta, pero no hay garantía de que esto continúe.