Bogotá — La economía colombiana comenzó a dar señales de recuperación, pero aún hay riesgos hacia adelante que suponen un desafío para consolidar un mejor desempeño durante los meses que faltan del 2024.
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Los resultados de la actividad económica para el cuarto mes del año son alentadores. Luego de registrar un crecimiento leve en el primer trimestre (0,7%), abril reportó una variación anual de 5,5%, en su serie original, siendo el mejor desempeño desde agosto de 2022, cuando Gustavo Petro asumió la presidencia de Colombia.
Con respecto a la serie corregida por efecto estacional y calendario, se observa una expansión anual de 4,0% e intermensual de 2,0%. Así las cosas, la actividad económica en lo que va del año (enero a abril) registra una expansión de 1,9%, comparado con el 1,5% reportado en 2023 para el mismo periodo.
ANIF destaca que al analizar internamente los sectores, en el caso de los servicios, la gran rama de administración pública lidera las actividades terciarias, al aportar 3,0 puntos porcentuales derivado de una variación anual de 13,0% jalonado por el rubro de administración pública y defensa, asociado al incremento salarial, pago de retroactivo y vinculación de personal para distintas entidades nacionales.
En el caso de la salud, son los servicios hospitalarios los que más se prestaron, en particular las especialidades médicas como pediatría, oncología y neurología y hubo mayor demanda de camas UCI y urgencias.
Ahora, en cuanto al sector primario, las actividades agropecuarias crecieron por un aumento en la producción de banano, otras frutas y plátano, dada la demanda externa de Estados Unidos, Bélgica, España, entre otros.
Por parte de la ganadería, el sacrificio de ganado porcino y bovino aumentó y jalonó esta actividad productiva; mientras que la producción de aves de corral disminuye y contrarresta el crecimiento. En el caso de la minería son las exportaciones de oro, níquel y carbón, a destinos como Italia, China, Holanda, las que impulsaron la actividad en este periodo.
Finalmente, destaca ANIF que, con respecto a las actividades secundarias, se reporta un aumento en las manufacturas, asociado a la dinámica de los metalúrgicos básicos, dada la producción de hierro y acero, teniendo en cuenta las mayores solicitudes por parte de las refinadoras y del sector construcción.
También dice que el incremento en la demanda de productos químicos, jabones y detergentes, y productos de tocador, como preparación para el día de la madre. De igual forma, contribuye a la variación positiva el procesamiento de carne, al considerar la disponibilidad de materia prima y el nivel de pedidos de grandes superficies.
En el caso de la construcción se reporta un crecimiento negativo, explicado por la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales. En contraste, las obras civiles asociadas a carreteras, vías, puentes sopesan la contracción, en particular, por las obras llevadas a cabo en la capital del país.
Así, si se analizan los resultados para abril, desde la reactivación económica en la pospandemia, (octubre de 2021), se registra el mejor desempeño de la economía colombiana desde entonces.
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Luego de que las actividades secundarias lideraran en el 2022 la reactivación, en 2023 se revierte el comportamiento y los servicios vuelven a tomar fuerza.
Concluye ANIF que después de registrar un pobre desempeño desde hace más de un año parecería que la dinámica económica está mejorando. La industria y el comercio vuelven a registrar variaciones positivas luego de meses en saldo rojo.
Si bien en ANIF estiman que el crecimiento económico sería de 1,1% anual en 2024, dados los resultados recientes positivos, nuestra perspectiva es alcista en dicha proyección.
Vale mencionar que el desempeño del mes de abril tiene un importante componente calendario, pues en abril del 2023 se ubicó la semana santa a diferencia del 2024 (marzo).
Por tal razón, la revisión de la proyección dependerá de nueva información disponible en los próximos meses, que nos permitirá determinar si este comportamiento positivo se mantiene.
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