¿Qué podría impedir a Colombia tener un mejor crecimiento del PIB en el largo plazo?

Esta semana se sabrá el dato definitivo del 2023. Se espera una desaceleración fuerte, pero hacia el futuro es preocupante la caída de la inversión, medida a través de la formación bruta de capital

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Bogotá — Esta semana el DANE entregará el dato del PIB del 2023, se espera que sea débil, pero hay preocupaciones que ponen en duda la capacidad del país par que su economía crezca mejor en el largo plazo.

Y es que si bien el dato de 2023 viene débil tras dos años de crecimientos extremadamente altos (11% en 2021 y 7% en 2022), la caída en la inversión podría dificultar que el panorama hacia los próximos años sea sustancialmente mejor. Los pronósticos oficiales y de distintos analistas apuntan a una fuerte desaceleración del crecimiento a un rango entre 0,9% y 2,0%.

De acuerdo con Corficolombiana, dicha moderación del crecimiento es “necesaria para moderar la exuberancia del gasto privado en 2022 y sus consecuentes presiones inflacionarias y sobre el desbalance externo; de hecho, el ajuste fue propiciado en buena parte por el endurecimiento de la política monetaria”.

Los riesgos a futuro

A pesar de la “necesaria” desaceleración de la economía, la caída de la inversión luce como un obstáculo para que en el largo plazo la economía de Colombia pueda crecer a mejores tasas, tal como se lo pidió Standard and Poor’s en la reciente rebaja del outlook de su calificación.

“Resultó sorpresivo fue el desplome de 22,5% anual de la inversión en los primeros tres trimestres de 2023, lo cual no responde solo a las altas tasas de interés sino también al deterioro en las condiciones para invertir por la alta carga tributaria y la incertidumbre regulatoria”, dice Corficolombiana.

Aunque está previsto que las tasas de interés se reduzcan este año, no lo harían tanto como estaba previsto, en parte, porque la inflación corregiría menos de lo esperado.

El equipo técnico del Banco de la República aumentó su proyección de inflación total para fin de 2024 de 4.0% del informe publicado en octubre, a 5.9%, un relevante ajuste explicado por la expectativa de una inflación de servicios más persistente, los efectos del fenómeno de El Niño sobre los precios de los alimentos y los aumentos previstos en el ACPM.

Entre los impedimentos para que el PIB crezca mejor hacia los años siguientes está, Por ejemplo, el congelamiento de peajes en 2023, la no asignación específica en el Presupuesto General de la Nación de 2024 de COP$13 billones para obras de infraestructura y el hecho de que el Ministerio de Hacienda mencione la posibilidad de renegociar vigencias futuras en algunos proyectos, son señales negativas para la inversión futura y, por lo tanto, para la capacidad de la economía de crecer en el largo plazo, según detalló Corficolombiana.

Es por eso que dice que, en ausencia de medidas para reactivar la inversión en construcción de vivienda, infraestructura, hidrocarburos, entre otros sectores clave, el crecimiento económico de largo plazo puede caer por debajo de 3,0%.

Fue tal la magnitud del repunte en 2021 y 2022 que la actividad productiva superó el nivel que habría tenido si hubiera mantenido la tendencia de crecimiento que registraba antes de la llegada del COVID-19.

En la década prepandemia, la economía colombiana creció en promedio 3,7% anual, en un contexto de relativa estabilidad de la inflación y las tasas de interés, en el que además el país logró la calificación de grado de inversión y tuvo condiciones favorables para la inversión privada, especialmente en sectores como la construcción de infraestructura y el minero-energético.

La recuperación económica de 2021 y 2022 estuvo impulsada principalmente por el consumo de los hogares, mientras que la inversión no ha logrado todavía recuperar sus niveles prepandemia.

De acuerdo con el FMI, Colombia crecería 3,2% por año durante el periodo 2024-2028, por debajo del promedio de 3,7% anual en la década prepandemia; esta tendencia es contraria a la que se espera en América Latina.

Corficolombiana explica que existen varias causas del menor crecimiento esperado en los próximos años, como el aumento en las tasas de interés de largo plazo en Colombia por la mayor prima de riesgo ante el deterioro de las perspectivas fiscales.

“Consideramos que Colombia enfrenta un riesgo considerable de crecer menos de lo que proyecta el FMI, debido a la tendencia negativa de la formación bruta de capital fijo”, dice la firma.

Además, recordó que la tasa de inversión (inversión como porcentaje del PIB) en el país disminuyó el año pasado a un mínimo histórico de 16,7%, muy por debajo del promedio de 22,6% en los cinco años prepandemia y de los niveles que registran actualmente sus pares en LatAm.

En Colombia, un buen ejemplo del impacto de la inversión en el crecimiento económico es el sector de infraestructura, en la medida que mejora la eficiencia en el transporte, reduce los costos y aumenta la competitividad.

En las cuentas de Corficolombiana, “el efecto multiplicador de la construcción es de 2,2 sobre la producción y 20,7 para el empleo por cada mil millones, es decir, que cada peso invertido en el sector se traduce en 2,2 de producción y cada COP$1.000 millones en 20,7 empleos”.

Entre 2010 y 2018, la inversión (Capex) en proyectos 4G de infraestructura vial aumentaron de 0,3% del PIB a 0,7% del PIB, ascendiendo a 36 billones de pesos e impulsando 62 billones en producción nacional. Además, los proyectos 4G redujeron en cerca de 30% los costos de transporte entre las principales ciudades y puertos y 20% los costos operacionales.