Bogotá — En Colombia el 76% de las pequeñas y medianas empresas ha implementado al menos una acción para mejorar su desempeño ambiental. Prácticas que están mayoritariamente asociadas a la reducción de costos operativos.
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La acción ambiental que predomina es el ahorro de agua (67%), seguida del ahorro eléctrico (63%) y el reciclaje de residuos (62%). Así lo revela la Encuesta Mipyme ANIF 2022-2023, que también señala que las pymes que sobresalen en la adopción de este tipo de prácticas son las del sector servicios, con 79%.
Asimismo, estas medidas ambientales se observan principalmente en medianas empresas lideradas por mujeres. “Lo anterior coincide con algunos resultados reportados en la literatura, según los cuales existe una relación positiva entre el género femenino y la incorporación de estrategias de sostenibilidad”, destaca el sondeo.
En términos de las motivaciones para la adopción de este tipo de prácticas, la reducción de costos y riesgos es una de las más comunes (30 % del total de encuestados).
ANIF señala que solo el 29% de las pymes tiene planes definidos para gestionar sus prácticas ambientales. Lo que evidencia un importante rezago y la necesidad de realizar un mayor acompañamiento para la correcta implementación de las medidas sostenibles. “Es necesario que estas acciones se vuelvan parte de una estrategia de largo plazo que pueda ser incorporada a nivel empresarial”.
En esta edición de la Encuesta se realizó un experimento para analizar el potencial efecto de dar información sobre los beneficios económicos de implementar prácticas sostenibles. Los resultados revelan que dicha información sobre los beneficios económicos, ya sean cuantificables (ahorro específico en costos energéticos) o intangibles (créditos subvencionados y asistencia técnica), aumenta probabilidad de tomar acciones a favor de la sostenibilidad.
Lo que evidencia la importancia de otorgar más información para las empresas sobre las ventajas a mediano y largo plazo de implementar acciones ambientalmente responsables.
En suma, concluye el estudio, si bien adoptar acciones a nivel ambiental tiene múltiples beneficios para las pymes colombianas, todavía es bajo el porcentaje de pequeñas y medianas empresas en el país que las implementa.
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“Más allá de la reducción de costos, estas medidas suelen estar positivamente correlacionadas con la productividad de las empresas, lo que luego les permite aprovechar oportunidades para integrarse en nuevas cadenas de valor e incluso acceder a nuevos mercados”, refiere ANIF.
A lo que agrega que en múltiples ocasiones, las pymes con orientación más sostenible pueden acceder de manera más fácil a crédito. Para esto es necesario la articulación de múltiples sectores que otorguen los incentivos correctos para la adopción de este tipo de prácticas, así como un mayor apoyo en la gestión del riesgo con productos adaptados a la realidad de estas empresas.
