Bloomberg Línea — Las relaciones bilaterales entre Colombia y EE.UU. completan 204 años en 2024 en medio de varias conquistas en el ámbito comercial que incluyen la entrada en vigencia en mayo del 2012 del TLC entre ambos países, pero el plan de campaña del mandatario colombiano, Gustavo Petro, de renegociar el acuerdo “es una tarea complicada y no necesariamente viable”, dijo a Bloomberg Línea el director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA), Ricardo Triana.
Desde la llegada al poder del presidente Petro, la idea del Gobierno colombiano ha sido renegociar con EE.UU., pero hasta el momento se han dado solo algunos acercamientos y el plan ha encontrado oposición en ciertos sectores productivos y agremiaciones.
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Se estima que las exportaciones de Colombia a Estados Unidos llegaron a los US$13.286 millones en 2023, un 11,7% menos frente a 2022, en tanto que las importaciones totalizaron US$15.997 millones, lo que significó una caída del 15,1%, de acuerdo a cifras oficiales citadas por la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Con la entrada en vigor del TLC con EE.UU. hace doce años, Colombia exportó 413 nuevos productos, al pasar de 1.154 bienes en 2011 a 1.517 en 2023. En ese período, se registraron 751 más empresas exportadoras, pasando de 1.962 en 2011 a 2.713 en 2023.
En entrevista con Bloomberg Línea, el director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA), Ricardo Triana, se refirió a los retos de las relaciones bilaterales, la renegociación del TLC y la visión de estas compañías de las reformas del Gobierno Petro.
Bloomberg Línea: ¿Cuáles son los principales retos de las relaciones bilaterales y económicas entre EE.UU. y Colombia en el marco de un nuevo aniversario?
Ricardo Triana: La relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos enfrenta varios retos. Por un lado, la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo ha sido el eje central de la relación, aunque hay que resaltar que ha habido avances significativos en la reducción de cultivos y en una nueva visión de la lucha contra el narcotráfico. Además, Colombia lideró la votación de la resolución propuesta por Estados Unidos que marca un hito en la política global de drogas, al incluir una visión desde la perspectiva de la reducción de daños.
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De igual forma, el respeto a los derechos humanos, así como la protección de los líderes sociales, y la libertad de prensa han estado de manera constante en la agenda tanto para Estados Unidos y sus empresas como para Colombia. La estabilidad política en Colombia y su papel en el mundo también son importantes para los intereses estratégicos de Estados Unidos; pues los cambios políticos pueden influir en las prioridades y enfoques de la cooperación bilateral.
Además de eso, la cooperación entre Colombia y EE. UU. seguramente se estará enfocando más en nuevos desafíos emergentes como el crimen organizado transnacional, el tráfico de armas y la migración irregular, este último tema de mucho interés para el país del norte.
BL: ¿Es viable renegociar un TLC con EE. UU. y por qué?
RT: Renegociar un TLC con Estados Unidos es una tarea complicada y no necesariamente viable, puesto que renegociar con un gigante como Estados Unidos puede ser riesgoso y llevar a resultados desfavorables para el país. En lugar de renegociar el TLC, el Gobierno de Colombia ha hablado de revisar y mejorar la implementación de ciertos temas bajo el marco del acuerdo. Es importante reconocer que el TLC ofrece un marco jurídico estable para hacer negocios en el país y que mantiene las reglas del comercio estables para ambas partes. La estabilidad en las relaciones comerciales es crucial para fomentar la inversión extranjera en nuestro país y promover el crecimiento económico.
BL: ¿Ya se han sentado con el Gobierno a discutir una posible renegociación del TLC?, ¿cuáles son los principales puntos por considerar?
RT: Esta semana estuvimos participando en el XI Diálogo de Alto Nivel (DAN) entre Colombia y Estados Unidos como parte del diálogo con el sector empresarial. Estos son los principales espacios de encuentro de altos funcionarios gubernamentales colombianos y estadounidenses para revisar temas de la relación bilateral y discutir asuntos de interés mutuo en ocho mesas de trabajo; y en estos espacios en ningún momento se habló de renegociar el TLC.
El viceministro de Comercio Exterior sugirió revisar algunos temas que ya están incorporados en el tratado, y en los cuales Colombia considera que aún hace falta un total cumplimiento por parte de EE. UU., como los temas de acumulación de origen con otros países de la región para los textiles, la revisión de los aranceles del acero, temas de compras públicas y ampliación del acceso sanitario para los bienes agrícolas colombianos en EE. UU.
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En todo caso, hay que considerar que, así como el gobierno de Colombia tiene sugerencias de mejora en la implementación del acuerdo, los representantes del Gobierno de EE.UU. también manifestaron su interés de revisar algunos temas que no se cumplen por parte de nuestro país.
En mi opinión, como en todos los acuerdos bilaterales, ambos países deben propender a cumplir con la parte del acuerdo negociado, y como pasa con muchos acuerdos, siempre existen diferencias respecto al nivel de cumplimiento. Lo importante de estos marcos jurídicos, como lo son los TLC, es que tienen todos los mecanismos formales que permiten adelantar estas conversaciones y llegar a nuevos acuerdos. Pero nunca renegociar el TLC pues, además, hoy no existe ambiente en el Congreso estadounidense ni en el mismo Gobierno de tener nuevos tratados.
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BL: ¿Cuál sería la renegociación más justa para las partes y cómo puede impulsarse el comercio y las relaciones más allá del acuerdo?
RT: Se puede analizar y mejorar la implementación de ciertos puntos en el TLC, entre ellos el acceso de nuevos productos al mercado, ya que, a pesar de los beneficios iniciales, Colombia sigue enfrentando dificultades para diversificar sus productos exportados en sectores como la agricultura y la industria manufacturera. Con ello, se podría aprovechar de manera más efectiva las oportunidades que ofrece el acceso al mercado estadounidense para diversificar las exportaciones colombianas, siempre y cuando podamos, de la mano del Gobierno, mejorar la competitividad de nuestros productos en sectores estratégicos.
Otro tema que aprovecharía más ampliamente, son las estrategias de nearshoring, frindshoring o, como se le conoce ahora, ally-shoring, para incrementar la inversión en el país a través de las garantías de estabilidad que nos brinda el tratado. Es un hecho que EE.UU. está en busca de relocalizar las cadenas de suministro en la región y países como México están entendiendo cómo sacarle provecho al tema. Colombia tiene muchas oportunidades en este frente, por eso nunca hablaría de una renegociación del acuerdo, sino de un aprovechamiento mayor del mismo.
Para impulsar el comercio y las relaciones entre Colombia y Estados Unidos más allá del acuerdo, es fundamental fortalecer la cooperación en áreas como la seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la cooperación en materia de justicia. Además, Colombia debe enfocarse en la diversificación de productos y mercados, negociar nuevos acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales, y desarrollar infraestructura para mejorar la eficiencia y reducir los costos de transporte. La promoción de la inversión extranjera directa y la cooperación en innovación y tecnología también pueden ser clave para impulsar el crecimiento económico y la cooperación entre los dos países.
BL: ¿Qué puntos respaldan las empresas estadounidenses y cuáles no de la reforma laboral del Gobierno?
RT: Desde las empresas estadounidenses, consideramos que la reforma laboral crea un espacio de debate para promover la formalidad de los empleos para contribuir a un entorno laboral más estable y equitativo, facilitar el acceso de las personas a la seguridad social mejorando su bienestar y calidad de vida. Considero que todas las reformas que esté adelantando el Gobierno deben proporcionar estabilidad jurídica y reglas claras a largo plazo para asegurar un entorno favorable que permita atraer inversión y generar empleo, así como proporcionar competitividad a todo el sector empresarial.
BL: ¿Cómo han tomado el avance de la reforma pensional del Gobierno?, ¿qué aspectos destacan?
RT: La reforma pensional es un tema de gran importancia para el país, y aunque no es un asunto que abordemos directamente en el Consejo de Empresas Americanas (CEA), reconocemos la relevancia de este debate para el bienestar de los ciudadanos y la sostenibilidad económica. Reconocemos los esfuerzos del Gobierno en impulsar una reforma pensional y consideramos que es fundamental que todas las partes interesadas participen constructivamente en el proceso.
Creemos firmemente que es posible reducir las brechas y ampliar la cobertura en pensiones, todo ello con un enfoque en la sostenibilidad financiera. Estamos atentos a los desarrollos y confiamos en que se tomarán decisiones que beneficien a todos los colombianos, construyendo un futuro más justo y próspero para nuestra sociedad.
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