Bogotá — Un reciente estudio realizado por la consultora Bain & Company reveló que las pymes alrededor del mundo buscan un mejor asesoramiento y educación por parte de los bancos antes de adquirir algún tipo de crédito o producto bancario.
Esto como consecuencia de la rigidez de los términos y condiciones del portafolio ofrecido por las entidades, que dificulta a los microempresarios acceder a este tipo de servicios.
En este sentido, y como contrapeso a las grandes entidades bancarias, las fintech y plataformas digitales financieras se han abierto camino entendiendo y ajustándose a las necesidades de las pymes, en las cuales han encontrado un mercado grande y poco conocido.
El crecimiento y aporte de las pymes a la economía de los países es significativo si se tiene en cuenta que en países como Estados Unidos representan el 50% del valor añadido bruto, mientras que, en Colombia, el aporte de estas empresas fue del 40% en 2022, según cifras de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF).
Con una demanda extensa de recursos económicos para la activación financiera de estas pequeñas y medianas empresas, las fintech desarrollaron una mejor comprensión de los retos de las pymes en torno a la gestión del dinero, por lo que los bancos deberán adoptar de estas últimas la misma estrategia, para evitar que sus productos queden rezagados ante las dinámicas del mercado.
Las plataformas financieras digitales entendieron que una pequeña empresa que busca un préstamo tiene en cuenta otros factores además de la tasa de interés.
En este sentido, las fintech se han enfocado en ofrecer productos que cuenten con un tiempo de aprobación rápido, eliminando de esta forma trámites y documentos innecesarios.
Asimismo, las pymes buscan opciones que cuenten con plazos de amortización adaptados a los flujos de ingresos de la empresa. Con estas necesidades específicas, también quieren simplificar su gestión financiera a través de experiencias digitales automatizadas pero personalizadas, un área en la que los bancos han estado luchando y cambiando sus políticas para hacer más atractivo su portafolio de cara a las pequeñas y medianas empresas.
Para Diego Santamaría, socio de Bain & Company Colombia, los bancos deberán adoptar las ventajas macro y la experiencia que poseen para colocarse al nivel de las fintech en cuanto a oferta de servicios.
Para ello, “es necesario apalancarse en los activos que poseen, como, por ejemplo, su gran base de clientes, un sólido balance y equipos maduros en ventas, finanzas y operaciones. Pueden aprovechar estos activos e inspirarse en las innovaciones digitales desarrolladas por las fintech para reforzar su perfil competitivo, pero tendrán que adaptar su propuesta a las necesidades específicas de las pymes e invertir en una experiencia digital integral”.
Así las cosas, los bancos deberán enfocar sus esfuerzos hacia tres temas específicos y de esta forma lograr posicionarse en áreas del mercado que no han podido ser cubiertas por las fintech y en las cuales existe un potencial grande para las entidades bancarias, si logran la digitalización de sus servicios:
El cliente es lo primero: Las pymes buscan la simplicidad en el proceso de adquisición de créditos y en el desarrollo cotidiano de sus operaciones bancarias.
Por tal motivo, la interfaz de usuario debe ser tan intuitiva y fácil de usar como las principales plataformas de consumo. Las soluciones integradas deben combinar la banca y la gestión empresarial diaria, con funciones personalizadas para el contexto de cada cliente.
Datos integrados: A menudo, las PYME se ven abrumadas por procesos extensos que tienen que funcionar en torno a las operaciones bancarias.
Por ello, las soluciones digitales de los bancos deben centrarse en conectar y automatizar las fuentes de datos, aprovechando la gran cantidad de información de los clientes que poseen.
Los datos de cuentas por cobrar/pagar, seguimiento de facturas y otras bases de datos deben conectarse para reducir el trabajo y revisión de los procesos por parte de las empresas.
Extensibilidad: Incorporar variedad de funciones y capacidades, teniendo en cuenta la gran capacidad e infraestructura con la que cuentan, como la planificación de recursos empresariales y el software como servicio en un solo sistema, es fundamental para las pymes. Los clientes deben poder añadir nuevas funcionalidades conectando aplicaciones propias o de terceros.
En resumen, las entidades bancarias tienen un reto enorme frente a la flexibilidad de su portafolio y el traslado de sus operaciones a lo digital para hacer más atractivos sus servicios a un mercado grande en cualquier parte del mundo.
Asimismo, podrían incluso considerar la posibilidad de ir más allá de lo estrictamente bancario para ayudar a las pymes a gestionar su negocio de manera confiable, que es lo que buscan actualmente las pequeñas y medianas empresas en todo el mundo y lo que será la tendencia del mercado en el futuro.