Bloomberg Línea — Aunque el incremento en el precio del diésel en Colombia le está pasando cuenta de cobro al presidente Gustavo Petro, como lo evidencia el paro camionero que se está adelantando desde el pasado 2 de septiembre, esta medida es considerada como un acto de responsabilidad fiscal por algunos expertos.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha sido enfático en que el aumento en el precio de la gasolina, que comenzó en octubre de 2022, y el alza en el precio del diésel, que será de alrededor de COP$2.000 semestrales durante 18 meses, tienen como objetivo cerrar el déficit del Fondo de Estabilización del Precio de Combustibles (FEPC).
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El ex viceministro técnico de Hacienda Gonzalo Hernández explicó que en 2022 el subsidio a los combustibles en Colombia generó un déficit que COP$37 billones, es decir, lo equivalente al 75% del presupuesto anual asignado a ministros como el de Educación. De ahí la necesidad de cerrar esta brecha, sustentó en una columna para El Espectador publicada este martes.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) se sumó a quienes apoyan esta decisión del Gobierno, sin desconocer las afecciones que traerá a algunos gremios.
“Reconocemos los impactos que esta medida tendrá para distintos actores y sectores económicos; sin embargo, es la única medida responsable que preservará la salud de las finanzas públicas en el largo plazo en este frente”, expuso.
El déficit asociado específicamente a la diferencia entre el precio de venta del diésel en Colombia y el precio de venta internacional es de cerca de COP$11,6 billones anuales, rubro que casi equivale al tamaño de la nueva reforma tributaria en la que trabaja el Gobierno nacional, según Fedesarrollo, por tanto, lo insostenible que resulta.
La apuesta del Gobierno con el primer incremento en el precio del diésel, de COP$1.904, es que el déficit se reduzca en cerca COP$1,3 billones al cerrar 2024.
“El subsidio que le estamos dando al diésel, lo podríamos perfectamente usar en el acumulado del año para entregarle un subsidio a todas las familias vulnerables de Colombia”, afirmó el ministro Bonilla.
Déficit en el FEPC, ¿herencia del Gobierno de Iván Duque?
El exministro de Hacienda José Antonio Ocampo aseguró que el déficit en el FEPC es uno de los reparos que se le puede hacer al Gobierno del expresidente Iván Duque, si bien el actual Gobierno pudo comenzar a tomar cartas en el asunto antes.
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“El alto déficit asociado a este subsidio es un legado negativo de la administración Duque, pero el gobierno de Petro también se ha rezagado un año en comenzar el ajuste”, escribió en su cuenta en X, este 3 de septiembre.
El planteamiento de Ocampo está en sintonía con lo sustentado por el ministro Bonilla, que el pasado lunes expuso que el precio del diésel estuvo congelado 56 meses, 32 de ellos durante el Gobierno Duque y el restante en el mandato del presidente Petro, lo que generó el déficit que hoy buscan cerrar.
“Hemos cerrado la brecha de la gasolina, ahora nos queda la del diésel. Este es un subsidio ineficiente para la economía que genera un enorme déficit fiscal. Con los COP$56 billones destinados al subsidio se podría haber invertido en vías, apoyo a la población más vulnerable o en la renovación del parque automotor”, planteó.
Colombia es uno de los países latinoamericanos con el precio del diésel más bajo, solo superado por Venezuela, Ecuador y Bolivia, según el rastreador mundial Global Petrol Prices.