Bogotá — Históricamente Colombia ha sido un aliado en la región para Estados Unidos. La relación ha sido bipartidista, pero expertos ven en la elección de este año un momento clave de cómo pueda continuar durante los próximos años.
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Una reciente encuesta publicada por el New York Times (octubre 11) muestra que Harris tiene la ventaja de cara a lograr los 270 votos electorales que se necesitan para llegar a la presidencia. Sin embargo, hay estados en los que Donald Trump está a apenas un punto de tomar la delantera y si la tendencia cambiara o las encuestas fallaran estaría logrando la presidencia por segunda vez.
Recuperar lo perdido
La relación de Colombia con los Gobiernos de Estados Unidos ha sido buena independientemente de si en la presidencia están los republicanos o los demócratas.
Prueba de ello fueron las relaciones con Bill Clinton quien durante su presidencia patrocinó el Plan Colombia, un acuerdo bilateral que permitió al estado colombiano combatir los grupos al margen de la ley y el narcotráfico.
Dichas relaciones continuaron cuando George Bush llegó a la Casa Blanca y, de hecho, entre 2001 y 2016 los Estados Unidos financiaron en alrededor de US$10.000 millones el Plan Colombia.
Es por ello que José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, considera que “la relación con Estados Unidos se ha venido debilitando y es una relación que lo que tiene que lograrse ahora es una recuperarla”.
El exfuncionario, que también lideró la cartera de Comercio, asegura que el éxito de esa relación había sido que era “bipartidista, bicameral y multisectorial”, y hoy cree que “no sigue, en buena medida, estos principios que han sido los que han garantizado el éxito de la relación”.
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Efecto sobre el comercio
La relación comercial con Estados Unidos podría tener efectos distintos dependiendo de si la victoria es par Trump o para Harris. En parte, porque el crecimiento económico sería distinto.
Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos de Grupo Bolívar, asegura que hay estudios que sugieren que el crecimiento económico en Estados Unidos sería muy inferior en caso de que ganara Trump.
“La razón es que el aumento de aranceles que Trump propone, de entre el 20% y el 60%, es recesivo. Eso lo vimos ya en la primera administración de Trump y se estaría repitiendo en Trump II, con el agravante de que podría ser muchísimo mayor por las magnitudes de las que está hablando Trump”, dice el economista.
Pero más allá del comportamiento de la economía estadounidense y los efectos naturales que eso tiene sobre Colombia, para Langebaek la postura que adopte Estados Unidos con respecto a Venezuela será determinante para la economía nacional.
“Nosotros hemos visto que las exportaciones a Venezuela están mejorando. Y están mejorando porque el país recibe de carambola los beneficios de Venezuela por esa apertura democrática que supuestamente iba a haber”, explicó.
Y advierte que, en el momento en que se cierren las oportunidades de un cambio político en Venezuela “y en caso de que alguien vuelva a implementar sanciones a la economía venezolana, pues obviamente Colombia por esta vía se ve perjudicada”.
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En los últimos 12 meses las exportaciones colombianas hacia Venezuela alcanzaron los US$770 millones, pero en momentos más críticos de las sanciones económicas estas apenas alcanzaron los US$200 millones.
¿Relación más distante?
Harris, vicepresidenta en la era Biden, podría significar una continuación de cómo se ha relacionado Colombia con Estados Unidos los últimos dos años, sin embargo, una victoria de Trump podría ser un enfriamiento de la relación bilateral.
Al menos eso cree Alberto Bernal, estratega jefe de la mesa institucional de XP Investments. “Una victoria del expresidente Trump implicaría una relación mucho más distante entre Colombia y EE. UU., especialmente porque habría un cambio muy significativo de la burocracia que hoy trabaja en el Departamento de Estado”.
Bernal asegura que habría un cambio de enfoque desde el punto de vista de la relación bilateral, con la lucha contra el narcotráfico tomando nuevamente la delantera desde el punto de vista de las preocupaciones de Estados Unidos
“También veo una posibilidad de que la administración Trump utilice una eventual renegociación del Tratado de Libre Comercio como táctica de presión para que el Gobierno Petro se ponga más serio en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo transnacional”, dice Bernal.
Entre tanto, ante una victoria de Harris cree que “no va a haber cambio alguno en la política bilateral”, y esto porque “no habría cambios relevantes dentro del liderazgo del Departamento de Estado”.
Oportunidad política
El analista político y gerente de Estrategia y Poder, Carlos Arias, considera que una eventual victoria de Donald Trump puede ser para Petro una oportunidad de “victimizarse”.
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“Si gana Donald Trump, para Gustavo Petro sería muy productivo en términos de la construcción de lo único que hoy está sabiendo hacer muy bien el presidente, y es la retórica y el discurso”, dice Arias.
Advierte que Trump se convertiría en ese “adversario” que necesita el presidente Petro para promover sus ideas porque representa “el imperialismo, el capitalismo, los ricos, los que devastan el planeta y están en contra del cambio climático”.
Considera que “su victoria le ayudaría a afincar ese discurso de victimización y del líder latinoamericano en contra de una gran potencia, que creo, es lo que más le interesa en este momento”.
Así mismo, Arias considera que, si gana Harris, “a Petro se le cae ese discurso de buenos y malos”, pero buscará aprovechar “que sea una mujer demócrata la que llegue al poder”.
Pese a ello, Arias enfatiza en que hay varias facciones del progresismo que han estado en contra de Kamala Harris por los temas del fracking en Pensilvania, que advierte, “es uno de los puntos neurálgicos y uno de los estados péndulo”.
Se les llama “estados péndulo” a aquellos que oscilan entre republicanos y demócratas en las diferentes votaciones históricas de los Estados Unidos.
En términos generales Arias no ve una afectación significativa de las relaciones binacionales, aunque advierte que Harris ha endurecido recientemente sus posturas sobre migración y ha relajado sus posiciones frente al fracking, precisamente por el tema Pensilvania, un estado abiertamente partidario y dependiente de la industria petrolera.
“Si efectivamente llegan al Trump, pues hay ciertas ayudas que se van a menguar por la cercanía que evidentemente ha planteado Gustavo Petro con Maduro y lo que representa simbólicamente para el hemisferio. Pero hay que recordar que Latinoamérica es el patio trasero de los intereses diplomáticos y de política exterior de Estados Unidos”, concluye Arias.
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