Bogotá — Desde el resguardo indígena El Remanso en Guainía, el presidente Gustavo Petro sancionó el Plan Nacional de Desarrollo (PND), con lo cual entró en vigencia la hoja de ruta del cuatrienio 2022-2026.
“A partir de hoy el gobierno del cambio gobierna con su Plan de Desarrollo, que se llama Colombia potencia mundial de la vida. Aquí el deber ser, y este es un pacto que se firma aquí, es cumplirlo, volverlo una realidad, no un discurso, no un libro más”, dijo Petro luego de firmar el documento.
Asimismo, el mandatario manifestó que “la paz es nuestro objetivo y no se construye sino con justicia social y justicia ambiental. Una sociedad profundamente desigual no puede vivir en paz, así de simple. No se puede estar en el país de la belleza cuando unos lo pueden tener todo y la inmensa mayoría tiene que sobrevivir del día a día y una parte tiene que morir porque no hay un puesto de salud, alimento, agua potable”.
El PND está compuesto de 373 artículos y fue aprobado por el Congreso de la República el pasado 5 de mayo. En él se establecen inversiones por $1.154,8 billones destinados a, según ha dicho el Ejecutivo, mejorar las condiciones de los colombianos, en especial de los más pobres, los indígenas y afros.
El Plan está elaborado bajo cinco ejes de transformación: ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, transformación productiva, internacionalización y acción climática y convergencia regional.
Una de las grandes metas que tiene el documento que hoy se convirtió en Ley de la República es la entrega masiva de tierras en este cuatrienio, donde se busca que las 2,9 millones de hectáreas de terrenos que se estima entregar a campesinos contribuyan en la restitución y titulación de tierras “como instrumentos esenciales para alcanzar la paz total y también potenciar la producción agrícola nacional”.
