Bloomberg Línea — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, insistió en que hay un plan para asesinarlo o, en su defecto, derrocarlo. Lo hizo desde Armenia, donde presidió un encuentro de medios de comunicación comunitarios, mientras el Congreso de la República le ponía peros a los proyectos económicos que su Gobierno tiene en mente como el presupuesto para 2025 y la nueva reforma tributaria.
En su discurso, el mandatario hizo referencia al golpe de Estado perpetrado contra Salvador Allende en 1973, teniendo en cuenta que el pasado miércoles se conmemoró el aniversario 51 de dicho suceso, y afirmó que a él, al igual que al otrora presidente de Chile, también querían arrebatarle el poder.
El presidente Petro además planteó que el paro camionero, alrededor del que giró el debate público los primeros días de septiembre, tuvo como intención desestabilizarlo. Los transportadores lo apoyaron en campaña luego de que les prometiera no aumentar los precios de los combustibles, incluso, al inició de su mandato celebraron que congelara los precios de los peajes,
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“¿Qué hace hablando de Pegasus cuando hay un paro camionero? Cuando ellos mismos lo convocaron desde el poder para ver si se podía repetir lo de Salvador Allende. O muere el presidente o lo tumban. La orden está dada para estos tres meses. O asesinan al Presidente o lo tumban. Se burlan del voto popular”, expresó el jefe de Estado.
Petro asegura que ya tienen en mente su reemplazo
Durante su intervención en la capital del Quindío, el presidente Petro volvió a cuestionar al Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo que aseguró tener pruebas de una supuesta violación a los topes de su campaña presidencial, y sustentó que hace parte del entramado para destituirlo.
“Le dicen a los colombianos que el presidente violó la ley para producir un proceso político de destitución del presidente, en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Mucho dinero está corriendo detrás”, dijo.
El mandatario agregó que el interés de quienes buscan que alejarlo de la presidencia de la República, a falta de menos dos años para que termine su periodo en el poder, buscan que lo reemplace el presidente del Senado, Efraín Cepeda.
“No quieren que lo digamos, porque quieren que el último día cuando ya destituyan al presidente, que la gente permita que el próximo presidente sea el señor Cepeda, presidente del Senado”, sostuvo.
El PGN divide a Petro y Cepeda
La alusión del presidente Petro al senador Efraín Cepeda no es gratuita, si se tiene en cuenta que, menos de una semana atrás, este último aseguró que en el Congreso de la República no había los votos necesarios para aprobar la reforma tributaria por COP$12 billones que propone el Gobierno, aunque el Ministerio de Hacienda argumenta que en realidad se trata de una Ley de Financiamiento.
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“No es una reforma tributaria como se ha venido diciendo. Este proyecto de Ley de Financiamiento tiene tres componentes importantes, como lo son las acciones de política fiscal, dirigidos a crear estímulos para reactivar la economía”, aseguró el jefe del a cartera de Hacienda, Ricardo Bonilla, mientras la iniciativa se discutía en el Congreso.
Pero en el Congreso de la República se está discutiendo algo más que esta iniciativa: el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2025, que deberá ser aprobado antes del 25 de septiembre.
El Gobierno presentó un PGN por COP$523 millones, dentro del cual entran los COP$12 billones de la Ley de Financiamiento. Lo que propuso el senado Efraín Cepeda, a quien el presidente Petro señaló de querer buscar sucederlo en el poder, es reajustarlo a COP$511 millones, es decir, dejando de lado la polémica iniciativa que relacionan con la reforma tributaria. Sin embargo, frente al tema no se ha llegado aún a ningún consenso.
