Bogotá — Para este año, ANIF estima un crecimiento de la cartera bruta total de 3,6%, con lo cual ésta ascendería a COP$679 billones al finalizar 2024. De ese total, los mayores crecimientos se observarían en vivienda (6,9%) y comercial (5,8%).
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Asimismo, para 2025 la cartera bruta crecería 5,8% anual en diciembre (alcanzando COP$718 billones) y en esa línea las carteras de vivienda (+6,5%) y microcrédito (+5,8%) serían las que presentarían las variaciones más altas.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos, desde el segundo semestre de 2022 el crecimiento nominal de la cartera de crédito se ha venido desacelerando, traduciéndose incluso en tasas de crecimiento real negativas.
“Éste es probablemente uno de los efectos rezagados del ciclo de aumentos de la tasa de interés de política monetaria que inició el Banco de la República en 2021 y coincidió con el inicio de la desaceleración económica que se consolidó en 2023″, resaltó ANIF.
A lo que agrega que en lo corrido a junio de 2024 dicho crecimiento ha promediado 1,6% anual, muy inferior al crecimiento superior al 11% observado en el mismo período un año atrás.
Y que los mejores resultados económicos de los últimos meses se han empezado a reflejar en una ligera recuperación de las tasas de crecimiento de la cartera nominal. Lo que podría estar reflejando un aumento en la demanda de crédito, impulsada por dos factores principalmente: la reducción gradual de la tasa de política monetaria, asociada a la disminución constante de la inflación durante 2024; y la recuperación de la actividad económica, donde se han visto buenos resultados desde el segundo trimestre del año.
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Para lo que resta del año y 2025, ANIF estima que esta dinámica debería mantenerse y consolidarse. “La continuación de la reducción de la tasa de interés de política monetaria favorecería tanto la disminución de las tasas de interés de los créditos como la reactivación económica, lo cual derivaría en un aumento de la demanda de crédito”, dice la firma.
A lo que añade que gracias al Pacto por el Crédito, resultante del diálogo entre el Gobierno y el sector privado, se desembolsarían COP$55 billones adicionales en sectores estratégicos, lo que impulsaría tanto la actividad económica como el crecimiento de la cartera en el país.
Con lo que concluye que la guerra de tasas a la baja que iniciaron los bancos para impulsar los créditos hipotecarios podrían incentivar la demanda de este tipo de préstamos e impulsar la compra de vivienda, favoreciendo a su vez la reactivación del sector y de la economía como un todo.
