Bogotá — El sector constructor atraviesa una temporada difícil en Colombia debido a la contracción en la que se encuentra, con una disminución del 31,2% en unidades de preventa en los primeros cuatro meses de 2024 frente al mismo periodo de 2023.
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Asimismo, de acuerdo con información de Camacol (Cámara Colombiana de la Construcción), las proyecciones indican una reducción del 14,1% en lanzamientos de viviendas para el año en curso, afectando tanto los segmentos VIS, como No VIS.
A lo que se suma que las ventas de vivienda nueva cayeron un 14% en el primer trimestre de 2024 comparado con 2023, y un 52,8% respecto a 2022.
La situación se está viendo reflejada en los procesos de reorganización a los que se acogen las compañías del sector. Además de Cementos Tequendama y Aldea Proyectos, la Superintendencia de Sociedades confirmó la entrada a este procedimiento de Latinoamericana de Construcciones S.A.
Esta autoridad informó que esta firma tiene amplia trayectoria en contratación pública para el desarrollo de obras civiles y de infraestructura, con lo cual continuará con su objeto social para la entrega de los proyectos en curso.
Además, que actualmente cuenta con 670 empleos directos.
“En la negociación del acuerdo de reorganización, se destaca que los acreedores de distinta naturaleza como lo son laborales, entidades públicas, financieros, y proveedores, lograron una votación del 77,27% para su aprobación, y así se logró reestructurar pasivos por $222.030 millones, los que serán atendidos en un término inferior a 10 años”, explicó la entidad.
Por otra parte, el superintendente de Sociedades, Billy Escobar, aseguró que este caso ejemplifica una vez más la importancia de que las empresas de todos los sectores de la economía, confíen en la protección que trae consigo el régimen de salvamente empresarial.
“En esta ocasión, con las medidas adoptadas por la Superintendencia para garantizar la continuidad y culminación del procedimiento concursal recuperatorio, se logró que la empresa celebrara una negociación con sus acreedores que le permite continuar con el desarrollo de los proyectos de obras civiles y de infraestructura, lo que genera empleo y desarrollo tanto regional como nacional”, añadió el funcionario.
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Recordemos que Cementos Tequendama expuso recientemente que se encuentra en el supuesto de incapacidad de pago inminente de sus obligaciones, lo que significa que aún no se encuentra en cesación de pagos.
Con corte al 31 de mayo de 2024, esta sociedad reportó activos por COP$429.387 millones y pasivos por $165.650 millones, con patrimonio positivo, y pasivos laborales por COP$1.551 millones.
La organización refirió que su crisis financiera derivó de altos costos en los que incurrieron en el año 2015 para la modernización de la planta, y las proyecciones de crecimiento en ventas y rentabilidad no se cumplieron entre los años 2016 y 2017, con ocasión de la caída de los precios del cemento en un 30%.
A lo que se sumó la desaceleración de la economía derivada de la pandemia causada por el Covid 19.
“En su plan de recuperación la empresa señala que espera atender su pasivo en un término de 10 años, y buscará aumentar la producción de su planta a 45.000 toneladas mensuales, así como adquirir nuevas minas y constituir nuevos agentes que se integren a su operación que les permita la reducción de costos”, destacó la Supersociedades.
