Moody’s empeoró su visión sobre Colombia, pero por ahora mantuvo la calificación

Afirmó la nota soberana en Baa2, pero modificó la perspectiva de la calificación a negativa desde estable. El cambio responde a las dificultades fiscales que enfrenta el país en el corto y mediano plazo

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Bogotá — Moody’s Ratings empeoró su visión sobre Colombia y modificó la perspectiva de la calificación soberana a negativa desde estable a pesar de que, por ahora, le mantiene la nota crediticia en Baa2.

Dice la agencia que la perspectiva negativa refleja que las condiciones macroeconómicas están complicando la gestión fiscal, ya que un crecimiento económico inferior al previsto está afectando negativamente a los ingresos fiscales y unos costes de endeudamiento más elevados están ejerciendo una presión adicional sobre las cuentas públicas.

Además, añade que combinados, estos factores están dificultando la capacidad presente y futura de las autoridades para cumplir con la regla fiscal aumentando el riesgo de un potencial deterioro del perfil crediticio de Colombia.

No obstante, dice que la afirmación de las calificaciones Baa2 de Colombia está respaldada por la continua evidencia de que las instituciones del país operan efectivamente como contrapesos y equilibrios previniendo una ruptura con el historial de Colombia en la formulación de políticas prudentes.

Además, hasta la fecha, la carga de la deuda del gobierno se mantiene en línea con la de sus pares con calificación Baa.

Los techos nacionales en moneda local y extranjera de Colombia se mantienen sin cambios en A1. La brecha de cuatro notas entre el techo en moneda local y la calificación soberana refleja la baja presencia del gobierno en la economía, la alta previsibilidad de las instituciones y los moderados riesgos de vulnerabilidad política y externa.

La alineación entre el techo en moneda extranjera y el techo en moneda local incorpora la fuerte eficacia de las políticas de Colombia, los moderados niveles de endeudamiento externo y una cuenta de capital abierta, que denotan riesgos mínimos de transferencia y convertibilidad.

La perspectiva negativa

La perspectiva negativa incorpora la expectativa de que, a pesar de que el entorno institucional continúa apoyando el perfil crediticio soberano, las condiciones macroeconómicas asociadas con las perspectivas de un crecimiento económico más débil de lo esperado y los persistentes altos costos de financiamiento del gobierno complicarían la gestión fiscal aumentando el riesgo de que el perfil crediticio de Colombia pueda deteriorarse.

En el frente del crecimiento, el mayor ruido político y algunas decisiones políticas han contribuido al sentimiento negativo de los inversores.

La formación bruta de capital fijo disminuyó un 9,5% y representó el 17,3% del PIB en 2023, por debajo del promedio del 21,1% durante 2013-2022.

Aunque la actividad económica está mejorando en 2024, la persistente debilidad de la dinámica de la inversión pesaría sobre una recuperación sostenida de las perspectivas de crecimiento a medio plazo de Colombia, que volverían a un crecimiento tendencial de alrededor del 3%, y limitaría la capacidad de las autoridades para llevar a cabo una consolidación fiscal continuada en 2025-2026.