Bogotá — A pesar de que la cadena de descuento duro Justo & Bueno quebró hace casi un año, los compromisos de la empresa con los acreedores aún no han sido saldados y la millonaria multa que le fue impuesta a la cabeza de esa organización, el empresario chileno Michel Olmi, sigue pendiente de pago.
Como parte del proceso que se adelanta contra esa organización, la Superintendencia de Sociedades declaró a comienzos de este año a Reve Group Inc. como matriz de Mercadería S.A.S. (Justo & Bueno) y otras 17 compañías.
Esto marcó un paso decisivo para determinar la responsabilidad subsidiaria de la matriz o la controlante por las obligaciones de las subordinadas en situación de insolvencia, indicó la entidad en su momento.
En agosto, Olmi fue sancionado con $100 millones (cerca de US$24.000) en Colombia por presuntamente desatender requerimientos de la Superintendencia de Sociedades y ante la ausencia de explicaciones que justifiquen las omisiones.
La Superintendencia de Sociedades confirmó a Bloomberg Línea que la multa que se le impuso no ha sido pagada a la fecha.
Por esta razón, la Superintendencia inició el respectivo proceso de cobro coactivo.
Bloomberg Línea se contactó con Michel Olmi, pero el empresario no respondió a los correos electrónicos referentes al pago de este compromiso y a la posibilidad de que realice más inversiones en el negocio del retail en Colombia.
Consultada sobre la posibilidad de que se dé un embargo para saldar esa cuenta, la entidad dijo que deberá darse el proceso.
La Superintendencia explicó que la liquidación de Justo & Bueno sigue en curso y sobre los contactos con Olmi señaló que “se hacen notificaciones personales conforme al código de procedimiento administrativo de la apertura de los procesos disciplinarios”.
Hasta finales del año pasado, el agente liquidador había recibido 15.866 reclamaciones de acreencias y no se había recibido ninguna propuesta de salvamento por parte de inversionistas interesados.
Dentro del inventario del proceso de liquidación, se constató el registro de 272 cajas fuertes con un valor recolectado de más de $2.271 millones.
En ese contexto, el negocio de los hard discount se siguió moviendo y la familia de millonarios barranquilleros Char lanzó su propia apuesta en ese formato (Ísimo), apalancado en los antiguos locales de Justo & Bueno.
De acuerdo a cifras de la consultora Kantar, en la actualidad el gasto de los hogares en los formatos de descuento duro se distribuye en un 70% en D1 y un 30% en Ara.
En cuanto a la penetración en los hogares, explica que la cadena Justo & Bueno, que quebró tras no alcanzar una financiación, llegó al 70%.
En el más reciente informe de las empresas más grandes del país, realizado con los ingresos operacionales de las compañías de 2022, Justo & Bueno ya no aparece.
La historia y el fin de Justo & Bueno
Justo & Bueno fue fundada en 2016 por Michel Olmi, un empresario chileno y que creció en Venezuela, que también estuvo detrás del surgimiento de Tiendas D1 en el 2009 en Medellín, así como de las cadenas de restaurantes Deliz y de cafeterías Tostao.
Luego de participar con el 3,7 % del total del mercado de consumo masivo y con el 24% en el canal de la categoría de hard discount en el 2020, la falta de inyección de capital, sumado al golpe de la pandemia, provocaron un desajuste irreparable en las finanzas de Justo & Bueno, que entró a proceso de reorganización.
A pesar de los múltiples intentos para salvar a Justo & Bueno, la cadena de descuento duro no obtuvo el respaldo financiero por unos $303.149 millones que requería para salvarse de la liquidación, luego de que las posibles ofertas que se habían contemplado finalmente no se concretaron en la última audiencia.
La vía de escape que se planteó en un comienzo fue la adquisición del colocador de capitales con oficinas en Hong Kong Joining Futures Capital International Limited (JFC).
A pesar del compromiso de Jhony Zhang, director y vicepresidente de la junta directiva de JFC, de que Justo & Bueno iba a recibir US$628 millones e iba a adelantar un agresivo plan de expansión, esto nunca ocurrió.
Otra de las posibles ofertas que generaban esperanza a la cadena de descuento era la de Marco Gerardo Monroy Rosas, en representación de MGM Sustainable Energy, pero durante una audiencia fue desestimada.
Asimismo, se cayó la posible oferta de Alfonso Giraldo, en representación de Cartones y Papeles de Risaralda y Comestibles Integrales, quien justificó dicha decisión en la Ley 2159.
Giraldo manifestó que, de acuerdo a la normativa, al hacer el salvamento se retiraba la liquidación, pero el valor de las deudas que tiene Mercadería automáticamente quedarían sujetas a un impuesto.
Y que supuestamente los inversores quedarían comprometidos a pagar el 50% del valor del salvamento en caso de que se retirara la propuesta.
Con la quiebra de Justo & Bueno, que en 2021 obtuvo ingresos operacionales por $1,5 billones y $434.961 millones en pérdidas, el negocio de las cadenas de descuento duro se quedó sin uno de sus mayores competidores.
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