Bogotá — Colombia tiene como prioridad hacerle frente al avance del cambio climático en el mundo. Lo hace, por un lado, con la aceleración de su transición energética, y del otro, con la construcción de un mercado de carbono que se espera sea un aliado para alcanzar las metas ambientales en el país.
Un mercado de carbono es un mecanismo utilizado para reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) agregadas. Este parte de establecer un valor económico a las emisiones.
Corficolombiana explica en un informe que a nivel global existen: 1) los impuestos directos al carbono, 2) los mercados voluntarios de bonos y créditos de carbono, y 3) los mercados regulados de cupos y derechos de emisión de carbono, destacándose los sistemas de comercio de emisiones (SCE).
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Limitar el cambio climático planetario, principal objetivo de la política climática global, depende de la reducción de las emisiones netas de gases efecto invernadero (GEI), dentro de los que se destaca el CO2. La disminución de emisiones netas globales de GEI pasa por el cumplimiento de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), soportadas principalmente en el aporte de empresas e individuos.
La optimización de procesos y la transformación tecnológica les permite a las diferentes industrias disminuir sus emisiones hasta un nivel mínimo.
Para las industrias con límites temporales o permanentes en su capacidad de disminuir GEI, debido a restricciones tecnológicas, el logro de la carbono neutralidad pasa por la utilización de la disminución lograda por otros agentes que puedan lograr emisiones netas negativas, mediante la captura de carbono.
Asimismo, en el proceso gradual de disminuir las emisiones netas agregadas, mediante la disminución del límite máximo de emisiones netas permitido, el logro de estas metas se puede dar a pesar del incumplimiento de algunos participantes, siempre y cuando otros logren sobre-cumplirlo.
Los mercados de carbono
El SCE es un enfoque basado en mercado obligatorio que establece límites a las emisiones y permite a las entidades que emiten GEI comprar, vender o intercambiar permisos de emisión.
Bajo este mecanismo se asignan límites de emisión a empresas, industrias o países, cuotas que representan la cantidad máxima de emisiones que puede liberar a la atmósfera en un período de tiempo determinado.
Si emite más GEI de lo permitido, se le exige compensar dichas emisiones adicionales.
El mercado facilita el comercio de estos derechos. Los vendedores son las entidades que poseen un excedente de emisiones y los compradores los que necesitan compensar sus emisiones adicionales.
Su precio se determina por la oferta y la demanda, y puede cambiar según la ambición climática, las regulaciones gubernamentales y las metas de reducción de emisiones de GEI. Su objetivo es reducir paulatinamente el tope de emisiones generadas.
Los SCE se están expandiendo por todo el globo y funcionan en todos los niveles de gobierno: supranacional, países, provincias y Estados, y ciudades.
En términos de países, a la fecha existen 39 SCE a nivel global. Entre estos, Alemania, Estados Unidos, China, Nueva Zelanda y México son algunos de los que ya cuentan con el mecanismo en operación. Adicionalmente, 6 países se encuentran diseñando su SCE y otros 9 están considerando su implementación.
Las regiones que ya están utilizando el mecanismo de SCE representan aproximadamente el 55% del PIB global y abarcan 1/3 de la población total.
Los países desarrollados son los que han adoptado dicho esquema con mayor prontitud. En Latinoamérica el único país que se encuentra en operación es México, que comenzó su fase piloto en 2020. Colombia está en proceso de diseño (Sistema para la Reducción de Emisiones – RE) y Chile y Brasil se encuentran considerado su implementación.
Mercado voluntario en Colombia
Corficolombiana explica que en Colombia no hay un mercado de carbono regulado, pero se está trabajando su construcción. Asimismo, si bien hace falta una mayor claridad frente al rol del país en el cumplimiento de la política climática global, el aporte y coordinación de los diferentes sectores de la economía, los tiempos de implementación, etc., se ha avanzado en diferentes frentes, además de la construcción de este mercado.
Lo relacionado específicamente con las emisiones de carbono presenta diferentes niveles de desarrollo: 1) La regulación tributaria incluye impuestos al carbono desde 2016, 2) Los emisores del mercado de capitales están aplicando los estándares de revelación de información sobre emisiones junto con su información contable bajo los principios TCFC (Grupo de Trabajo sobre Revelación de Información Financiera relacionada con el Clima) y por la ley de acción climática, a partir de 2023 todas las empresas deberán reportar sus emisiones, 3) Hay compromisos nacionales respecto a la reducción de emisiones, expresadas en las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), 4) A nivel de las empresas, se observan iniciativas voluntarias y heterogéneas en relación a los objetivos de reducción de GEI y el uso de mecanismos de mercado para el cumplimiento de esto, 5) Existe y funciona un “Mercado Voluntario de Carbono”, mientras que el mercado regulado “Sistema de Comercio de Emisiones RE” está en proceso de construcción.
En Colombia funciona un mercado voluntario de bonos (o créditos) de carbono, que pueden ser adquiridos por empresas o personas que deseen compensar o reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esta compensación contribuye al logro de los objetivos nacionales ya mencionado, y puede utilizarse para disminuir el impuesto al carbono causado (comprándolos a un precio menor por tCO2e).
Un bono de carbono representa una tonelada de CO2 equivalente capturada, o reducida, mediante el desarrollo de un proyecto que resulta en la reducción o captura de carbono.
Estos proyectos incluyen la siembra de bosques, construcción de capacidad de energía renovable, proyectos de eficiencia energética, entre otros.
Sobra decir que estos bonos o créditos de carbono no son un instrumento de deuda, son el reconocimiento de una captura de carbono que puede comprarse para compensar las emisiones propias.
Un bono de carbono representa entonces una tonelada de CO2 capturada, o reducida, mediante un proyecto, que puede ser de diferentes tipos: Proyectos de siembra, Proyectos de deforestación evitada. Proyectos de energía renovable, Proyectos de eficiencia energética, entre otros.
La meta del Sistema RE es establecer un límite máximo de emisiones para ciertos sectores de la economía, por lo que las empresas constituyentes deberán contar con un cupo transable por cada tCO2e que emitan.
Estos cupos se pueden comerciar con otros sectores, por lo que el alcance a nivel sectorial deberá ser mucho mayor respecto al impuesto al carbono actual.
- Se espera que el SCE RE incluya otros GEI diferentes al CO2 (así el impacto se mida en tCO2e). Los objetivos del mercado regulado en Colombia (tomado de las fichas informativas del ministerio de ambiente):
- Se establece un límite a las emisiones de GEI, que permita de forma progresiva cumplir con los objetivos de política establecidos para la mitigación de GEI.
- El gobierno expide unos derechos de emisión y los agentes regulados los compran para respaldar sus emisiones de CO2eq.
- Cada derecho de emisión autoriza a emitir una tonelada de CO2eq.
- Como se expide una cantidad limitada -tope o cap-, quienes los adquieran podrán emitir dentro de su actividad tantas toneladas de CO2eq como derechos de emisión haya adquirido.
- Quienes no los adquieran deberán reducir sus emisiones o pagar las sanciones correspondientes