Bogotá — Se estima que en los últimos doce meses a marzo se vendieron en Colombia menos de 200.000 viviendas nuevas, un 25,4 % menos frente al período precedente, según cifras de Coordenada Urbana, sistema de información georreferenciada de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
De estas unidades vendidas, 142.950 fueron viviendas de interés social (VIS) que también disminuyeron 25,4 % en términos anuales.
El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, considera que “la caída de la VIS no tiene precedentes con las crisis que ha enfrentado el país en la última década”.
“De hecho, se está vendiendo menos que en la crisis subprime (-30 %) y del petróleo (-3 %); incluso, se están comercializando menos viviendas que en pandemia (-23,4 %), a lo que se suma una caída de las ventas en los mercados regionales”, afirmó.
De acuerdo a Camacol, si continúa esta dinámica la proyección de la comercialización de VIS será menor a 100.000 frente a las 172.000 del 2022.
En medio de este panorama, los colombianos que viven en arriendo son el grupo que más crece en medio del desplome de la venta de viviendas, en comparación a los propietarios y quienes viven condición de usufructarios (es decir, con permiso del propietario, pero sin pago alguno).
La Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) mostró que un 40,2% de los hogares vivía en 2022 en vivienda en arriendo o subarriendo, lo que representó un aumento de 1,6 puntos porcentuales (p.p.) frente a 2021.
Entre tanto, un 34,9% de los hogares vivía en 2022 en una vivienda propia totalmente pagada, un aumento de apenas 0,2 p.p. con respecto a 2021, pero un descenso del 6,7 p.p. si se compara con el 2019 cuando fue del 41,6%.
Por su parte, un 13,9% vivía en calidad de usufructuario, lo que significó una caída de -1,5 p.p. frente a 2021.
“El tipo de tenencia predominante en las cabeceras del país en 2022 fue el arriendo o subarriendo (47,6%), mientras que en centros poblados y rural disperso la mayor proporción la tuvo la vivienda propia (40,8%)”, indicó el Dane.
Agregó que “el análisis de la modalidad de arriendo o subarriendo por departamentos muestra importantes diferencias en sus niveles: la proporción fluctúa entre un mínimo de 7,6% en Vaupés y un máximo de 52,7% en Bogotá D. C.”.
El Dane indicó además que el porcentaje de hogares en déficit habitacional (cuantitativo + cualitativo) para el total nacional en 2022 fue del 30,4%.
El déficit cuantitativo (viviendas con deficiencias estructurales o de espacio que requieren adición al stock) fue 7,3% y el déficit cualitativo (deficiencias no estructurales susceptibles de mejoramiento) fue 23,1%.
Por departamentos, Vichada (94,2%), Vaupés (91,3%), Guainía (87,%) y Amazonas (84,5%) tienen las tasas más altas de déficit habitacional.
En la otra cara, Bogotá D. C. (11,2%), Quindío (12,4%), Risaralda (17,3%) y Cundinamarca (18,3%) presentaron las más bajas.
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