Los tres obstáculos que debe superar Colombia para tener la inflación bajo control

El Banco de la República reconoce que este año no cumplirá su meta, pero apunta a alcanzarla en junio de 2025. No obstante, en el camino al IPC de 3% hay varios desafíos que podrían hacer más larga la espera

Los tres obstáculos que debe superar Colombia para tener la inflación bajo control
18 de julio, 2024 | 12:00 AM

Bogotá — Tras alcanzar el 13,3% en marzo de 2023, la inflación en Colombia comenzó a devolverse. El Banco de la República espera que vuelva a la meta en junio del 2025, pero los expertos ven al menos tres obstáculos que deberá sortear antes de poder cantar victoria en la carrera por el control inflacionario.

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El mandato constitucional que tiene el Banco de la República es, principalmente, el control del poder adquisitivo, en otras palabras, controlar la inflación. Para ello, el banco central colombiano tiene un modelo de inflación objetivo para lo cual utiliza la política monetaria buscando mantener la inflación en el 3%, aunque, se da la libertad de que se mueva entre el 2% y el 4%.

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Pese a eso, la inflación en el país lleva cuatro años consecutivos sin terminar dentro de ese rango, y el 2024 será el quinto año en que no lo logre.

Para poder llevar la inflación al 3% la economía colombiana tendrá que sortear varios obstáculos que, de no ser abordados correctamente, podrían dilatar la llegada a la meta en el tiempo previsto.

Fenómeno de La Niña

Durante la primera mitad de 2024 se vivió el fenómeno de El Niño con fuertes sequías, al punto, que a hoy Bogotá sigue experimentando racionamientos de agua para ayudar a recuperar el nivel de los embalses.

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Para la segunda mitad se espera la ocurrencia del fenómeno opuesto: La Niña, en donde las lluvias serán las protagonistas y en donde, dependiendo su intensidad tendrá uno u otro efecto sobre los precios.

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Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, asegura que “si las lluvias que se registren en el país llegan a ser insuficientes para rellenar los embalses, en especial los que se vieron más afectados en la primera mitad del año, podríamos ver impactos en la energía y ellos podría repercutir en el dato de inflación”.

Hay que tener presente que a la inflación le afecta más la ocurrencia del fenómeno de El Niño que el de La Niña, sin embargo, Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital considera que, si la intensidad es alta, podría afectar los precios.

“Normalmente ese fenómeno debería tener un impacto menor que el del niño. En algunas ocasiones inclusive ha implicado presiones a la baja en la inflación, principalmente de alimentos”, explica.

Pese a ello, advierte que “si llega a ser muy fuerte, de tal manera que genera fuertes inundaciones, muerte de cabezas de ganado y ese tipo de cosas, pues obviamente puede tener en el neto un efecto alcista sobre la inflación, que sería temporal pero que por supuesto llevaría a que la inflación no pueda alcanzar el objetivo del 3% el próximo año”.

Dólar y su inestabilidad

El dólar en Colombia durante el 2023 se fortaleció con fuerza, al punto que llegó a cotizarse incluso por encima de los COP$5.000.

Pese a ello, en 2024 la tendencia ha sido la opuesta y la divisa estadounidense ha tocado mínimos de COP$3.750, aunque, su principal característica ha sido la volatilidad.

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Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, sostiene que “un riesgo grande al que se enfrenta la inflación de aquí a junio del próximo año es el de tasa de cambio. Si la tasa de cambios sube demasiado los precios de los bienes importados aumentarían y eso tendría un impacto adverso sobre la inflación”.

Hay que tener presente que el promedio del mercado, según la más reciente encuesta de expectativas del Banco de la República, proyecta el dólar hacia COP$4.070 para final de 2024.

Cabe aclarar, que la volatilidad del dólar en Colombia responde a varios factores, algunos, de origen local, y otros, provenientes del exterior.

Velandia, de Credicorp Capital, lo explica así: “hemos visto unas volatilidades que ahora son cada vez más usuales pero que reflejan riesgos globales e internos y no podemos descartar que en medio de tanta incertidumbre. Ahora se vienen las elecciones en Estados Unidos, seguirá el debate sobre si la FED va a bajar las tasas, y a todo eso se le suma el ruido interno de la Asamblea Constituyente, reformas del Gobierno, discusión fiscal, todo eso genera un riesgo importante sobre el comportamiento del dólar y si por X o Y razón el llega a sostenerse en niveles altos que ya vimos hace poco de COP$4.200 o más, pues evidentemente habría un efecto negativo sobre la inflación”.

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Salario mínimo 2025

La definición del incremento del salario mínimo en Colombia suele ser uno de los temas clave del cierre de cada año. El mandato constitucional obliga a que el alza que se defina de un año a otro sea, como mínimo, igual a la inflación causada durante el año que termina.

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Sin embargo, los fuertes incrementos de la inflación, que encarecieron entre otras cosas los alimentos en el país, hicieron que durante los últimos tres años los aumentos definidos o concertados hayan estado muy por encima del IPC, lo que para los expertos, ha sido negativo para poder controlar la inflación de forma más rápida.

Langebaek, de Bolívar, sostiene que un salario mínimo con un excesivo aumento para el próximo año tendrá un impacto sobre algunos grupos de la inflación, especialmente en servicios, lo cual asegura que puede ser potencialmente nocivo.

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Entre tanto, Velandia advierte que, al igual que ha pasado en los últimos años en la concertación salarial, la decisión no será técnica, sino política.

“Yo me imagino que hay una probabilidad alta, por temas básicamente políticos, de que tengamos un incremento del salario mínimo en 2025 por arriba de la inflación y tal vez, con un diferencial importante frente a la inflación. Ya lo hemos visto en los últimos tres años, entonces, en ese orden de ideas, la inflación de servicios se mantiene como uno de los principales riesgos para que la inflación no pueda converger más rápido del 3%”, explicó el experto.

Otros riesgos en el radar

A pesar de que esos tres se constituyen en los principales riesgos para que la inflación pueda llegar a su meta de 3%, existen otros temas, como los combustibles y el consumo de los hogares, que, aunque en menor medida, también podrían afectar la convergencia del IPC a su meta.

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“Una recuperación mucho más fuerte del consumo de los hogares podría tener un impacto negativo sobre los precios. Eso se podría dar si se presentara, por ejemplo, una reducción fuerte de la Tasa de Usura y eso llevara al consumo a dispararse de una forma agresiva, pero lo veo poco probable”, explicó Sergio Olarte, economista jefe del Scotiabank Colpatria.

Con respecto al riesgo asociado a los combustibles, Velandia explica que si se sigue subsidiando de una manera significativa el diésel, ahí hay un riesgo.

“Ya el ministro mencionó que de todas maneras lo que se ha anunciado para grandes consumidores no tiene un efecto tan grande como el que se requiere para disminuir el déficit y ese tipo de decisiones que son básicamente regulatorias y del Ejecutivo pues se mantienen como un factor de riesgo importante para la inflación, ese componente de regulados puede implicar una sorpresa alcista en algún momento dependiendo de cómo se vayan dando las discusiones a nivel político y a nivel fiscal”, dijo el experto de Credicorp Capital.

Finalmente, mencionan como factor a tener en cuenta el riesgo geopolítico que podría llegar a tener un impacto sobre precios de, por ejemplo, la energía y en general, los commodities.

Velandia dice que “podría tener un efecto al alza fuerte sobre el petróleo, el gas, los costos logísticos y eso podría tener un impacto como el que vimos en su momento cuando estalló la guerra Rusia-Ucrania en el 2022. Esos son factores que hay que mantener presente porque hay varios frentes de guerra abiertos y de conflicto abiertos y hay que tenerlo muy presente”.

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Hola Daniel, son varias, la primera es una posible depreciación que afecte la inflación de bienes, la segunda, fenómenos climáticos, una niña demasiado fuerte que haga que las carreteras tengan problemas y los fretes puedan ser muy altos, la tercera siempre la indexación de precios, dependiendo de cómo termine la inflación este año, pues la indexación va a ser más alta o más baja, cuarta, el incremento del salario mínimo que puede afectar alguna producción y quinta, una recuperación mucho más fuerte del consumo de los hogares por una bajada importante, por ejemplo la tasa de usura que haga que el consumo se dispare pero esa me parece que no es tan posible, pero yo diría que esos son los cinco.