Bogotá — Moody’s Investors Service advirtió que un fenómeno de El Niño fuerte podría comprometer la capacidad de pago de préstamos bancarios contraídos por los sectores de agricultura, ganadería, pesca y minería, así como generar presiones adicionales en estas industrias en un entorno de alta inflación.
La agencia de calificación crediticia dijo que El Niño afectará más a las industrias de recursos naturales de Sudamérica y que el impacto a corto plazo en el crecimiento del PIB estará sujeto a su gravedad.
“Un fenómeno El Niño severo perjudicaría a las industrias de recursos naturales, dejando a las más expuestas a daños físicos más susceptibles a implicaciones crediticias negativas. Aunque las empresas tratan continuamente de mejorar su protección frente a los fenómenos meteorológicos, invirtiendo en semillas y la resistencia de las plantaciones, lo que pueden hacer tiene un límite”, advirtió.
El Niño ejercería presión sobre la actividad económica de América Latina para 2023 y 2024 en medio de las difíciles condiciones financieras.
Según advirtió, “el predominio de América Latina en los mercados agrícolas y mineros globales significa que cualquier perturbación de la oferta interna influirá inevitablemente en los precios mundiales de las materias primas”.
En un momento en el que Latinoamérica aún lucha contra los efectos de la inflación, se tiene que “las interrupciones de los cultivos en Brasil pueden incrementar los precios de los alimentos, mientras que lluvias más fuertes en Argentina tienen el potencial de impulsar la producción”.
A nivel industrial, las “interrupciones en la extracción de cobre y zinc en Perú y Chile o la extracción de mineral de hierro en Brasil a causa del aumento de las lluvias, restringiría los suministros y elevaría los precios de esos metales básicos en todo el mundo”.
De otra parte, anticipa que “un fenómeno de El Niño modesto solo tendría efectos leves a largo plazo en esos indicadores”.
En el caso de la energía, los precios serán menos predecibles en las regiones que dependen principalmente de las renovables.
“El Niño retrasaría el desarrollo de la infraestructura, con consecuencias crediticias mixtas para la generación hidroeléctrica y los precios de la electricidad. Las inundaciones pueden reducir las opciones de transporte de pasajeros, bienes y servicios, y pueden dañar la infraestructura crítica relacionada con la energía”, señaló.
Advierte que esto plantea riesgos para las empresas de servicios públicos que carecen de contratos de protección.
Para Moody’s Investors Service, los años de bajo crecimiento, acumulación de deuda, mayores costos de interés y crecientes riesgos políticos dejan en una situación compleja a Latinoamérica de cara al fenómeno de El Niño.
“Esto se reflejaría en una menor solidez financiera para hacer frente a posibles daños físicos e interrupciones operativas a Gobiernos, las empresas vinculadas a los recursos naturales y de infraestructura”, explicó.
Sin embargo, “la mayoría de los países y sectores de América Latina sortearán el impacto climático sin experimentar grandes tensiones crediticias, gracias en parte a los esfuerzos para fortalecer la resiliencia física, y algunos incluso se beneficiarán del fenómeno”.
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