Los estragos que dejó El Niño en Colombia y lo que vendrá con la temporada de lluvias

La temporada de sequía suele ser más negativa para la economía que el Fenómeno de La Niña, pero planificar la temporada de precipitaciones será clave para mitigar los efectos

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Bogotá — La economía colombiana está próxima a dar por superado el Fenómeno de En Niño, pero al mismo tiempo se prepara para entrar en una temporada de lluvias abundantes que también suponen un reto para las autoridades nacionales.

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Un reciente informe de Bancolombia expone lo que deja el Fenómeno de El Niño que terminará en las próximas semanas y lanza una serie de advertencias sobre la urgencia de planificar la temporada de lluvias que, se estima, tendrá su pico entre octubre y noviembre.

Lo que deja El Niño

El fenómeno de El Niño de este año resultó ser más corto que el del periodo 2014 a 2016. Según el índice de El Niño oceánico (ONI), el evento actual tuvo una duración de 12 meses, en comparación con los 19 meses que tardó el anterior.

A pesar de que el índice ONI se ubicó un 30% por debajo si se comparan los dos periodos, la temperatura del aire fue muy similar. En Colombia, como en todo el mundo, se registraron días con temperaturas máximas históricas.

El clima en el agro colombiano

Destacó Bancolombia que el sector agropecuario es sin duda uno de los más afectados por las condiciones climáticas extremas.

Dependiendo de si son meses con La Niña o El Niño, cada cadena agropecuaria reacciona de manera diferente.

De cualquier manera, cuando se alarga una determinada condición climática, puede pasar incluso de ser positiva a ser desastrosa en una determinada actividad.

Destaca el informe que los cultivos transitorios son usualmente los más afectados por El Niño. Dentro de estos, los más afectados históricamente en el país han sido el maíz, el arroz, los tubérculos y las hortalizas, que en conjunto representan cerca del 25% del área cultivada nacional.

En épocas de sequía, los cultivos transitorios han mostrado rendimientos inferiores en alrededor de un 5%, respecto a períodos de mayor estabilidad climática.

Además, dice Bancolombia que en El Niño, los cultivos perennes en la zona norte del país tienden a afectarse más que los del interior. En anteriores períodos de El Niño, cultivos como el café y algunos frutales en el centro del país han tenido mejoras en productividad de más del 10%.

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Por el contrario, en la zona caribe, el banano y la palma de aceite ya vienen mostrando los efectos negativos de El Niño actual. Por ejemplo, el cultivo de palma a marzo mostró una caída aproximada en productividad del 12%, siendo la zona norte la más afectada con 24% de afectación.

Cambio de evento climático

Según estimaciones del IDEAM, tendremos condiciones climáticas neutrales un par de meses antes de entrar en Fenómeno de La Niña.

Aún no hay información suficiente para conocer con exactitud su duración y magnitud, pero se espera que llegue a su pico entre octubre y noviembre.

Bancolombia espera que el clima le de la mano al agro y las lluvias no se extiendan como en el periodo 2020-2022, en el cual los sectores agroexportadores fueron los más afectados por los casi 30 meses consecutivos pluviosidad.

Desafíos energéticos

Destacó Bancolombia que las altas temperaturas y el clima seco aumentan la demanda de energía, al tiempo que causan menores aportes de agua a los embalses que utilizan las plantas y, por ende, reducen su capacidad de generación.

En estos periodos de El Niño, la generación de energía térmica, que es más costosa, debe entrar a sustituir las capacidades reducidas de las plantas hidráulicas, causando los aumentos de precio observados en bolsa.

Dice la entidad, que en 2024 se espera un precio promedio anual de COP$586/kWh. El impacto en los precios de energía se puede evidenciar contrastando los precios en los meses antes de El Niño, donde el precio de bolsa alcanzaba unos COP$350/kWh y durante El Niño el precio promedio mensual ha tocado un máximo de COP$1.024/kWh (octubre de 2023), un aumento del casi 200%. Además, se puede observar gráficamente la relación directa entre el ONI y el precio en bolsa.

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