Bogotá — Mientras los salarios de los directores ejecutivos mejor pagados de cuatro países aumentaron un 9% en términos reales en 2022, los de los trabajadores sufrieron recortes del 3% en promedio, de acuerdo a un informe de la organización no gubernamental Oxfam.
El informe divulgado a propósito del Día Internacional del Trabajo muestra que los salarios de altos ejecutivos de India, Reino Unido, Estados Unidos y Sudáfrica aumentaron un 9 % en términos reales (16 % sin ajustar por la inflación).
Con estas cifras se tiene que los empleados “regalaron” 6 días de trabajo en promedio porque los salarios no subieron acorde a la inflación.
“Mil millones de trabajadoras y trabajadores de 50 países han sufrido un recorte salarial medio de US$685 en 2022 –una pérdida conjunta de US$746.000 millones en salarios reales–, en comparación con lo que habrían ganado si los salarios se hubieran mantenido al ritmo de la inflación”, dijo.
Las cifras fueron ajustadas por inflación y se basan en los datos más recientes publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y organismos gubernamentales de estadística.
El informe muestra que los salarios reales de los trabajadores brasileños cayeron un 6,9%, lo que equivale a 15 días de trabajo sin remunerar en 2022.
En Estados Unidos el recorte promedio fue del 3,2 % (6,7 días de trabajo no remunerado) y en Reino Unido del 2,5 % (5 días de trabajo no remunerado).
“Mientras los ejecutivos nos dicen que necesitamos mantener los salarios bajos, ellos mismos y sus accionistas se están embolsando cantidades desorbitadas”, advirtió el director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, Amitabh Behar.
Agregó que “la mayoría de las personas trabajan más tiempo por menos dinero, y no pueden hacer frente al aumento del coste de la vida. Años de austeridad y ataques a los sindicatos han ensanchado la brecha entre los más ricos y el resto de la población”.
“En un día en el que deberíamos celebrar a la clase trabajadora, esta flagrante desigualdad resulta a la vez alarmante y, tristemente, nada sorprendente”, dice Behar.
De acuerdo a las cifras de Oxfam, los dividendos de los accionistas alcanzaron un récord de US$1,56 billones en 2022, lo que representó un aumento real del 10 % en comparación con 2021.
De hecho, grandes firmas en EE.UU. repartieron US$574.000 millones entre sus accionistas, “más del doble del recorte salarial real de las y los trabajadores del país”.
A pesar de esto, en el mundo “los impuestos sobre ingresos procedentes de dividendos y acciones, que ayudan a financiar servicios públicos como la salud y la educación, siguen menguando, y han pasado de un 61 % en 1980 a tan solo el 42% en la actualidad”.
Con este panorama, Oxfam pide aumentar de manera permanente la presión fiscal al 1% más rico de la población.
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