Cartagena de Indias — El gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, aseguró este miércoles que el proceso de ajuste de la economía colombiana ya superó su etapa más compleja, y que, hacia adelante las perspectivas son más positivas.
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Durante el acto de inauguración de la edición 58 de la Convención Bancaria, el gerente del Emisor colombiano dijo que “Todos los indicios sugieren que lo peor y más doloroso del proceso de ajuste ya quedó atrás”.
En ese sentido, a juicio del banquero colombiano, la perspectiva hacia adelante es de un crecimiento económico en proceso de recuperación y de menores costos de fondeo.
Explicó que “de hecho, las tasas de los CDT se han reducido a lo largo del último año en magnitudes mayores a las de la reducción en las tasas de política, algo que probablemente se explica por las perspectivas de reducciones en estas últimas en un contexto de inflación a la baja y por la mayor tranquilidad que existe actualmente sobre la liquidez que otorga el Banco de la República”.
Hay que tener presente que en diciembre del año pasado comenzó el proceso de reducción de la tasa de interés en Colombia, y, a pesar de los pedidos del sector privado y del propio Gobierno, los recortes en los tipos de intervención han sido más lentos de lo previsto por el mercado financiero.
Además, hay que contemplar que durante los últimos cuatro años, el Banco Central colombiano no ha cumplido con su meta de inflación del 3%, y que según las proyecciones, en 2024 tampoco quedará el indicador dentro del rango meta establecido entre el 2% y el 4%.
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En su intervención en Asobancaria, Villar dijo igualmente que “somos plenamente conscientes de que tal como ha sucedido con muchos otros sectores, el sector financiero ha tenido que pagar un costo importante en el proceso de ajuste reciente”.
Agregó que la política monetaria restrictiva implicó aumentos importantes en los costos de fondeo y aumentos en las tasas de interés de los créditos para los clientes.
“Ello mismo, unido a la desaceleración en el crecimiento económico, conllevó un fuerte deterioro en los indicadores de cartera en riesgo y cartera vencida, generando mayores gastos en provisiones y castigos de cartera, que han implicado pérdidas importantes para un número considerable de intermediarios”.
En esa misma línea, dijo el gerente que resulta muy positivo constatar, sin embargo, que el sistema de establecimientos de crédito en su conjunto continúa generando tasas de rentabilidad positivas y que incluso las entidades que han tenido pérdidas mantienen indicadores de solvencia muy por encima de los mínimos requeridos por la regulación.
Concluyó diciendo que “tras un proceso de ajuste muy fuerte y ciertamente doloroso, el sistema financiero se mantiene absolutamente sólido y en condiciones para retomar un crecimiento sano y sostenible de cara al futuro”.
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