Bogotá — La pandemia del Covid-19 en 2020 dejó evidenciadas muchas de las vulnerabilidades del comercio internacional, por ello, países como Estados Unidos están reacomodando la ubicación de cadenas logísticas clave para su economía con el propósito de mitigar ese riesgo y Colombia es uno de los países que se puede beneficiar del nuevo rumbo de esa estrategia.
Sin embargo, para logarlo debe no solamente realizar inversiones que le permitan aprovechar esas oportunidades, sino, además, trabajar en temas como la sostenibilidad, punto relevante para inversionistas en todo el mundo.
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Juan Verde, miembro del Consejo Asesor Presidencial de Estados Unidos en temas de comercio exterior y competitividad, habló con Bloomberg Línea sobre los puntos que puede aprovechar Colombia, pero también, de los retos que debe afrontar para ser un actor relevante en esa discusión.
Explica que la realidad actual del comercio estadounidense ofrece para Colombia alternativas que podría aprovechar si toma las decisiones adecuadas.
“Colombia está en una encrucijada histórica porque tiene a EE .UU en un momento de transición: 1) una polarización China - Estados Unidos y esto crea una oportunidad para Colombia, EE. UU tenía una dependencia grande de China y se están creando los incentivos para que los fondos de inversión y las compañías americanas reubiquen parte de la cadena de suministros en la región y ahí Colombia tiene un TLC y una acercamiento que debe aprovechar y 2) Colombia tiene además el potencia para ser líder en los 3 sectores donde EE .UU tiene que diversificar su economía geográficamente que son minería con tierras raras y minerales críticos, en sector sanitario donde EE .UU se vio en pandemia mendigando vacunas, mascarillas y material sanitario, la industria farmacéutica tiene mucho por reubicar en la región y la seguridad alimentaria en donde Colombia puede jugar un rol importante”, aseguró Verde.
“Hay una noticia buena y otra mala, la buena, es que de las compañías principales del país casi el 70% está trabajando en planes de sostenibilidad, eso es bueno porque son las más grandes y las más competitivas del país y están en línea con el mercado internacional y saben que les toca adaptarse a la nueva realidad y tendencia mundial”, explica el asesor comercial estadounidense. Sin embargo, también explica que “la mala noticia es que, para la inmensa mayoría de las compañías colombianas, por debajo de las grandes, tienen eso como una asignatura pendiente. No han entendido que hablar de sostenibilidad es hablar de competitividad, eso les obliga a tener que digitalizarse, a ser más innovadoras y sobre todo a leer las señales de consumo, están cambiando los hábitos de mercado, las reglas y las condiciones de las multilaterales, de los bancos y de los fondos de inversión que están exigiendo una mayor responsabilidad con el medioambiente”.
Pero, además, Verde asegura que adaptarse no solamente implica innovar sino actualizar la regulación y las prácticas comerciales según los nuevos requisitos internacionales.
“Hay empresas colombianas que exportan y deben entender que deben adaptarse a los marcos regulatorios de Europa y Estados Unidos en donde se les está exigiendo a las empresas que sean más sostenibles, es un tema económico, es ético y moral, pero sobre todo económico y de competitividad”, sostiene.
Reconoce que una buena forma de adaptarse a ese nuevo orden global está relacionada con la transición energética, pero enfatiza en que dicha transición debe ser ordenada para evitar un choque importante dentro de la economía. “La transición energética no puede ocurrir de la noche a la mañana. Se tienen que crear los incentivos económicos, financieros y fiscales para que sea eficiente y fácil y lo más rápido posible. En eso Colombia tiene un potencial enorme y pese a ello parte de su matriz exportadora sigue estando muy ligada a los combustibles fósiles”.
Verde también destaca el papel de la banca en dicho proceso, “lo que está ocurriendo a nivel mundial es que la banca juega un papel dinamizador, catalizador y transformador de la economía sostenible. En parte, porque la banca privada se ha dado cuenta que hay mucho dinero ahí, hay cómo ganar dinero, y, además, ayudar a las empresas a ser sostenibles, los hábitos de consumo de los clientes están cambiando, las preferencias de mercado, las exigencias también cambian”
A pesar de la consciencia que hay sobre los temas de sostenibilidad, el experto asegura que el reto en Colombia está en hacer que las empresas de menor tamaño también incorporen dichas prácticas a sus negocios.
“Ahora el reto de Colombia es bajar a ese otro nivel para que pymes privadas que no están en mercados internacionales entren porque hoy no tienen ese incentivo. Esa es la oportunidad, está todo por hacerse y ahí el Gobierno puede jugar un rol importantísimo, el marco regulatorio y los incentivos que pueda generar serán muy importantes, pero las compañías colombianas siempre se han caracterizado por ser dinámicas dispuestas a reinventarse, esta es una tendencia imparable y si quieren participar del mercado global tienen que adaptarse a estos cambios”, dice Verde.
Advierte además que la seguridad jurídica es importante para atraer capitales interesados en desarrollar energías limpias y otras tecnologías sostenibles, “es una barrera importante que se cambien las reglas de juego constantemente, tiene que haber reglas estables y un marco regulatorio estable porque no hay nada más útil para la transición energética y económica que una regulación estale ye so es lo que han hecho los países europeos. Colombia se ha caracterizado por no tenerla y eso es una asignatura pendiente”, concluyó Verde.