Bloomberg Línea — La movilidad en Bogotá este 23 de julio amaneció paralizada por cuenta del paro nacional de taxistas, convocado por el presidente de la Asociación de Propietarios y Conductores de Taxi, Hugo Ospina, y que bloqueó los principales corredores viales de la ciudad.
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Las movilizaciones también se adelantaron en ciudades como Cali, Cartagena, Medellín y Bucaramanga, en protesta contra las aplicaciones móviles de transporte público y contra quienes prestan este servicio de manera ilegal, de acuerdo con el líder del gremio de taxistas.
Las razones del paro nacional de taxistas
En un video con el que convocó a las manifestaciones, Hugo Ospina explicó el porqué del paro nacional: “Por la inacción de las autoridades en Colombia, sobre todo las locales, de aplicar la Ley 336 de 1996 en su artículo 49, literal e, que dice que todo vehículo, particular o moto que sea sorprendido prestando servicio no autorizado, se le debe inmovilizar el vehículo durante tres meses, y si es reincidente, interponer una multa de 20 salarios mínimos mensuales legales vigentes”.
Ospina además señaló a los usuarios de aplicaciones de transportes de “facilitadores del servicios ilegal que tiene en quiebra a todos los servicios de transporte y el gremio de taxis”.
Esta, sin embargo, no es la primera vez que el gremio de taxistas adelanta un paro nacional por su posición frente a las plataformas de transporte a falta de una regulación clara, dado que si bien estas apps móviles son legales, lo que la ley sí prohíbe es que los conductores de vehículos particulares presten el servicio de transporte.
“Le solicitamos de manera respetuosa a nuestras autoridades que ejerzan la inspección, control y vigilancia”, pidió Hugo Ospina a los alcaldes del país.
“Bogotá no puede ser bloqueada”: Galán a taxistas
La secretaria distrital de Movilidad, Claudia Acosta, aseguró que durante 2024 han estado realizando mesas de trabajo con el gremio de taxistas para atender sus necesidades y llevando a cabo “controles permanentes a la ilegalidad en la prestación del servicio de transporte”, contrario a lo señalado por Hugo Ospina.
Además precisó que en el primer semestre del año, las autoridades impusieron más de 6.000 comparendos por el uso de vehículos para prestar un servicio distinto al autorizado en su licencia de tránsito o un servicio no autorizado.
En Bogotá, que cuenta con más de 54.000 taxistas, según los registros de RUNT, este gremio bloqueó corredores viales como la autopista Norte, la calle 13, la calle 80, entre otros, pero también vandalizó siete buses de TransMilenio y cuatro buses del SITP, de acuerdo con el balance realizado por la secretaria de Movilidad.
Si bien los taxistas comenzaron a levantar los bloqueos tras la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO) de la Policía, el alcalde Carlos Fernando Galán fue enfático en decirles que una cosa es la protesta y otra afectar a la ciudadanía colapsando la ciudad.
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“Bogotá no puede ser bloqueada cada vez que algunos taxistas deciden protestar”, afirmó el mandatario, ordenando a las unidades del UNDMO levantar los bloqueos y responder con contundencia ante cualquier acto de violencia o vandalismo ejecutado por los manifestantes.
En su cuenta en X, el mandatario agregó: “En Bogotá se respeta la protesta, pero esta no puede vulnerar los derechos de millones de personas que se dirigen al trabajo o a estudiar. Nuestro deber es garantizar los derechos de todos los ciudadanos, tanto quienes se manifiestan como quienes deciden no hacerlo. No vamos a aceptar vandalismo, bloqueos a la movilidad o al sistema de transporte público”.