Bogotá — En menos de dos años de gestión, el Gobierno ha causado un revolcón en Ecopetrol (ECOPETL): auspiciado no solo por el cambio de su presidente a Ricardo Roa, quien hoy es investigado por la financiación de la campaña de Gustavo Petro, sino por los cambios en la Junta Directiva de la estatal y la dirección de sus negocios.
Ahora, cuando se conoce la llegada de dos viceministros del Ejecutivo (Edwin Palma y Lilia Roa) y dos políticos (Ángela María Robledo y Guillermo García) a esta Junta, el mercado reacciona con un desplome de la acción, en la jornada de ayer martes, de 5,67% a un precio de COP$1.995.
En medio de ese panorama, Bloomberg Línea habló con Luigi Echeverri, expresidente de la Junta Directiva de la estatal colombiana y quien advirtió que “la politización de una empresa como Ecopetrol simplemente, significa, una catástrofe económica”.
El empresario manifestó que se le está metiendo ideología a este organismo y que con ello, desde el punto de vista del negocio, del mandato fiduciario y de la economía del propio grupo empresarial, “habrá heridas que quien sabe si se puedan sanar”.
En ese sentido Echeverri argumentó que estamos hablando de una compañía que requiere el mejor gobierno corporativo y que la entrada de los viceministros fue forzada y no debía hacerse porque son servidores públicos con funciones políticas, que interactúan con el Congreso y deben seguir instrucciones del Gobierno.
Por lo que, aseguró, se pierde la independencia cuando ello es un compromiso indispensable que debe garantizar Ecopetrol a sus accionistas, los fondos de inversión extranjeros y los fondos de pensiones.
Otra de sus preocupaciones está relacionada con el manejo de los negocios de Ecopetrol: refirió que la organización ya se había vuelto una empresa capaz de hacer negocios petroleros en todo el mundo, con marca registrada y acreditada, y que podía seguir creciendo.
“Al integrarse con ISA (Interconexión Eléctrica S.A) se convertía en un grupo energético que ya podía actuar de forma muy importante en ocho mercados regionales en todo el tema energético. Venía generando para su propio consumo pero podía hacerlo también en otros países. Nada de eso se ha atendido”, enfatizó.
Adicional a eso, el expresidente de la Junta destacó que también se está perdiendo la posibilidad de que tanto ISA como la petrolera entren a Estados Unidos de una manera más fuerte. “Me preocupa mucho que la industria ya no nos ve con los ojos que nos veía antes y que la integración vertical que tenía Ecopetrol, que le garantizaba a Colombia una seguridad energética, se está perdiendo profundamente”.
Para el empresario, Colombia necesita una empresa como Ecopetrol “completamente sana y dando plata”, para lo cual, sostuvo, se necesita hacer los yacimientos no convencionales que estaban listos, se necesitan los yacimientos de gas que hay en el Caribe colombiano offshore y se necesita volver a integrarse, ”porque la transición energética no es cuestión de un gobierno, es un asunto que le va a llevar a la humanidad 50, 100 años, mientras las tecnologías encuentran cómo remplazar los combustibles fósiles. Eso es la transición energética, hechos reales no un discurso”.
Asimismo, mencionó que el manejo del gas depende del recobro, de los nuevos yacimientos, de una utilización más apropiada de lo existente y de lo que que se saca, e insistió que eso se venía proyectando de manera que el país no tuviera problemas en ese sentido, pero que con este Gobierno, esa gestión se perdió.
