Bloomberg — Colombia registró un récord en flujos de inversión extranjera directa el año pasado, liderado por la misma industria que el presidente Gustavo Petro ha prometido eliminar gradualmente: el petróleo y el carbón.
La nación andina recibió US$17.400 millones en inversión directa del exterior, de los cuales el 34% se destinó a combustibles fósiles, según datos publicados por el banco central la semana pasada. Las mayores entradas de petróleo y minerales desde 2014 se explican en buena parte por el aumento de los impuestos, según Munir Jalil, economista jefe andino de BTG Pactual.
Es poco probable que eso vuelva a ocurrir este año, dice Jalil, después de que la Corte Suprema de Justicia del país anulara una medida que prohibía a los productores productos básicos deducir los pagos de regalías de su obligación tributaria corporativa. Se estima que la medida recortará casi US$800 millones anuales de las arcas del Gobierno.
Dado que se esperan menores flujos de IED este año y mientras el banco central continúa recortando la tasa de interés clave, Jalil prevé que el peso colombiano termine este año más débil, en COP$4.080 por dólar frente a los cerca de COP$3.943 actuales.
