Bogotá — Después de varios meses de romper históricos en la inflación, el indicador habría dejado de crecer en abril. Sin embargo, aún no hay que cantar victoria porque la alta probabilidad de que haya sequías, con el Fenómeno del Niño desde el segundo semestre del año, podría arruinar la fiesta de los precios bajando.
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Para abril el promedio del mercado espera que la inflación anual de Colombia haya sido de 12,94%, cifra que se mantiene alta, pero inferior al histórico alcanzado en marzo (13,34%). Para el cierre de 2023 las expectativas están en 9,05% anual, según el consenso de analistas consultados en una encuesta del Citi que consulta a 25 expertos del sector económico y financiero.
El clima podría afectar la inflación de Colombia
Aunque aún faltan unos meses para saber qué tan intenso podría ser el Fenómeno del Niño, este representa un riesgo para la tendencia bajista de la inflación, dado que su probabilidad de ocurrencia en el segundo semestre del año es superior en promedio al 80%.
Sin embargo, “las magnitudes de la intensidad del fenómeno reflejan que la temporada de sequías sería moderadamente superior al promedio histórico de los últimos 70 años”, dijo Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar.
“Algunos informes internacionales nos están mostrando que las temperaturas del mar se están incrementando y eso nos podría anticipar ese cambio de ciclo hacia un clima más cálido que puede llegar a convertirse en el denominado Fenómeno del Niño que probablemente podría tener impactos en la inflación”, explicó Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria.
Para Laura Peña, economista de BBVA Research, “el impacto que el Fenómeno del Niño tenga sobre la inflación dependerá de la fuerza con la que se presente, por lo que aún es temprano para identificar dimensiones más precisas del evento climático”.
En caso de que el Fenómeno del Niño tuviera un efecto significativo al alza sobre la inflación, “el Gobierno podría implementar medidas como favorecer la importación de alimentos o elaborar planes de contingencia para administrar riego en épocas de sequía. No obstante, las posibilidades de gestión de este fenómeno son limitadas”, añadió Peña.
Desde la visión de Langebaek, la tarea del Gobierno de intentar bajar la inflación de Colombia deber ser independientemente de que el Niño se dé en una magnitud significativa o no. “Es importante que el Gobierno tome medidas que permitan mejorar la productividad en la agricultura mediante creación de infraestructura, soporte técnico a los cultivadores, mejoras en el almacenamiento de granos, entre otros. El problema de estas medidas es que tiene efectos que son de mediano y largo plazo”.
Para el experto del Grupo Bolívar, “en el corto plazo ayudaría mucho que el Gobierno contribuya a generar confianza en sus iniciativas y que en consecuencia la tasa de cambio baje con lo que podría darse un alivio en costos de las semillas y los insumos”.
¿Qué habría pasado con la inflación de abril?
Las expectativas de los expertos consultados por Bloomberg Línea van del 12,84% al 13,26% anual para abril, por debajo del histórico de marzo.
Jackeline Piraján, de Scotiabank, explicó que la inflación total puede llegar a caer “porque estamos teniendo un efecto estadístico”.
“En abril del año pasado el precio de los alimentos se incrementó en un solo mes, en promedio algo más del 2.7%. Este año estamos esperando que los alimentos continúen incrementando sus precios en términos mensuales, pero a una tasa relativamente inferior. Cuando hacemos la suma de los 12 meses corridos, este recuento lo que nos genera es la posibilidad de ver que la inflación ahora sí muestre una bajada después de estar bastante tiempo con tendencia al alza”, agregó la experta.
Para Andrés Langebaek, quien espera que la inflación anual de abril haya sido de 12,84% anual, dicho resultado estaría explicado por una contribución de 3 puntos básicos (pbs) de alimentos y 77 pbs sin alimentos.
“En el caso de los alimentos, observamos incrementos en precio en las carnes, lácteos y cereales, mientras que disminuyeron los precios de las frutas y legumbres. Por otro lado, en la inflación sin alimentos, el incremento de los arriendos, las alzas en las tarifas de electricidad, las comidas fuera del hogar y los combustibles, explicarían en mayor medida este comportamiento”, dijo el experto del Grupo Bolívar.
De acuerdo con Laura Peña, del BBVA, la inflación de abril habría sido de 13% anual “favorecido por una continuidad en la moderación de la inflación de alimentos, pero mantendría presiones por parte de bienes importados”.
Otras de las presiones vendrían “de los regulados, la gasolina seguirá teniendo protagonismo, impulsada por los incrementos reglamentados para el mes ($400). Finalmente, este mes la división de alojamiento y servicios públicos también tendrá presiones, asociadas a arriendos y servicios relacionados con la copropiedad”, añadió Peña.
Piraján, quien estima una inflación anual de 13,26% para abril, menciona que “ya vamos aproximadamente tres meses en los que, si redondeamos la inflación a un dígito, ha promediado más o menos 13,3% y Colombia, contrario a lo que se ha visto en otros países del mundo todavía no ha llegado a un pico de la inflación. En Latinoamérica ya varios países superaron sus picos y en el país desafortunadamente no hemos llegado ahí tal vez porque se empezó con un ciclo de ajustes en la gasolina un poco tarde frente a lo que se presentó en otros países”.