Bogotá — Germán Bahamón Jaramillo cumple esta semana tres meses al frente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC). Un cargo al que llegó elegido por el Congreso Nacional de Cafeteros y a pesar del abierto descontento del presidente Gustavo Petro.
En entrevista con Bloomberg Línea, Bahamón habló de su relación actual con el Gobierno Nacional y de los pasos para mejorar el ingreso de los productores y aumentar la demanda del café colombiano.
BL. ¿Ya se reunió con el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, o con el presidente Gustavo Petro?
Germán Bahamón: Sí, tuvimos reunión con el señor ministro de Hacienda, en la cual tuve la oportunidad de exponer la visión de la caficultura y el norte hacia el cual quiero llevar la Federación, dejando a su disposición información que se había determinado como relevante, planteando algunos frentes de trabajo en los cuales la Federación es aliado fundamental del Gobierno para el cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Desarrollo, tales como industrialización de la caficultura que permita al productor avanzar en la cadena de valor, titulación de tierras que le permita al caficultor gestionar de manera efectiva créditos alejándolo de las garras del gota a gota, mejoramiento de vivienda que lleve bienestar a las familias cafeteras y renovación de cafetales que permitan mantener un parque cafetero joven.
BL. Usted ha resaltado también la importancia de activar el Fondo de Estabilización de Precios del Café, ¿cómo hacerlo?
G.B. El FEPCafé fue creado a través de la Ley 1969 de 2019 pero su implementación ha ofrecido dificultades y, tan solo con la expedición del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”, se ha viabilizado su proceso de activación, dentro del cual la Secretaría Técnica de ese Fondo ha venido adelantando estudios en materia de mecanismos de apoyo al caficultor y de costos de producción que nos permitan brindar soluciones.
El señor ministro de Hacienda ha indicado que el 2 de agosto se llevará a cabo el Comité Nacional de este Fondo, en el cual se encuentran la Federación y el Gobierno, para deliberar y tomar decisiones que viabilicen la aplicación de los recursos allí ahorrados por los cafeteros que, dicho sea de paso, no son tantos como quisieramos para atender la actual caída del precio.
BL. ¿Cómo equilibrar, entonces, el desbalance que hay por el control sobre el mercado de café que determina el precio?
G.B. Los caficultores debemos avanzar en la cadena de valor y esto se logra a través de la industrialización del sector, permitiendo que los productores, a través de modelos asociativos y cooperativos, puedan llevar su producto terminado al mercado internacional, ya sea en mercados especializados para cafés especiales por su origen o proceso, o en el mercado del tradicional excelso café colombiano.
Este cambio implica modificaciones de fondo en la caficultura, pero la Federación, a través del Fondo Nacional del Café, cuenta con el soporte investigativo necesario para emprender el cambio que permita mejorar el ingreso de los productores y dejar a un lado esa vieja idea de que no es posible tostar en el origen.
BL. Hablemos ahora de la demanda. ¿Por qué el mercado final del café es controlado por grandes corporaciones y eso cómo nos golpea?
G.B. Para nadie es un secreto que durante la vigencia del Pacto Cafetero los países productores se protegieron mediante el establecimiento de cuotas de producción, esto es, protegían sus ingresos a través del control de la oferta. Con la caída del Pacto, el precio ha quedado a merced de la demanda y esta es controlada por la industria tostadora que tiene una importante concentración, a lo cual debe adicionarse la aparición de especuladores, años atrás. Por esto es muy importante renovar este debate al interior de la OIC (Organización Internacional del Café) y así los haré en beneficio de la parte más débil de la cadena.
BL. ¿La demanda del café colombiano está en cuidados intensivos, cómo ganar más espacio en el territorio internacional?
G.B. El mercado del café lleva años sufriendo una variación en la cual el café robusta ha tomado una mayor participación sin que supere la demanda de los arabigos, sin embargo, hay que advertir que las crisis económicas desplazan la demanda hacía cafés de muy baja calidad. Crecer la demanda de nuestro café pasa necesariamente por la obligación de incursionar en mercados prácticamente vírgenes para el café como es el caso de China e India. Hace unas décadas nadie pensaba que los japoneses fueran a desplazar el consumo de té por el de café y hoy se aprecia una paridad en estas dos bebidas.
Frente a los mercados en los cuales ya contamos con una importante penetración, el reto es crecer el consumo y atender los nuevos hábitos de consumo a través de café soluble respecto del cual contamos con una importante fábrica en Colombia, además del desarrollo de bebidas para las nuevas generaciones.
BL. Esta semana cumple tres meses como gerente de la FNC, ¿cómo encontró esta institución?
G.B. Encuentro una Federación que atiende hoy a la nueva caficultura, que no es la que los colombianos conocieron a través de la telenovela. La FNC es una institución que por 96 años ha construido la caficultura que hoy tiene al café como el primer producto no extractivo que exporta Colombia, sin embargo, con muchos aciertos y otros no tanto pero en el balance es muy positivo lo que ha hecho la Federación.
Una de las cosas mas importantes que he encontrado es el inmenso conocimiento desarrollado a través de Cenicafé, las investigaciones nos han permitido tener variedades más resistentes a la roya y al cambio climático, así como contar con importantes avances en control biológico de la broca que han protegido la cosecha y de esta forma el ingreso de los cafeteros. Además, es ese mismo conocimiento el que hace posible atender los retos que el comercio exterior nos plantea para cubrir la demanda de cafés mas especializados y con procesos de beneficio diferenciados.
Hoy el café tiene un mercado exclusivo que exige mayor calidad y diferenciación del producto desde su origen y proceso poscosecha, la investigación desarrollada por Cenicafé nos permite estar a la altura de esos requerimientos del mercado y competir de manera eficiente con otros orígenes, no en vano cinco de los seis finalistas del Campeonato Mundial de Barismo, recientemente realizado en Atenas, usaron en sus presentaciones cafés de orígenes colombianos.
En ese mismo sentido he encontrado un servicio de extensión que ha permitido una importante caracterización técnica y socioeconómica de la caficultura siendo este un activo con el cual ningún cultivo en el país cuenta, además, el servicio de extensión le lleva conocimiento a todas las familias cafeteras, relevándolos de ese gasto directo en asistencia técnica.
De esta forma, encuentro una Federación con un muy buen potencial para atender los retos que la demanda impone a la caficultura y con la inminente necesidad de encontrar eficiencias que permitan mejorar su labor frente al caficultor y profundizar mercados con gran potencial como China e India.
BL. ¿Y en cuanto a la unidad gremial?
El gremio está cohesionado en torno a sus retos, propósitos y objetivos, así lo manifestó en el último Congreso Extraordinario Nacional Cafetero del mes de abril y lo señala en cada una de las visitas que he realizado a los distintos departamentos.
Sin embargo, el país cafetero de hoy tiene distintas expresiones que claramente resultan muy enriquecedoras para el desarrollo de la caficultura y ha sido propósito de esta administración de la Federación, atender a todas esas voces cafeteras y es por eso que nuestro objetivo desde el primer día ha sido acercar la institución a las regiones.
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