Gobierno Petro va más lento de lo habitual en la ejecución del Presupuesto de 2023

En los primeros 5 meses de 2023 es inferior al promedio de los últimos 22 años. Con corte a mayo, las obligaciones presupuestales representaban el 27% del monto de apropiaciones

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Bogotá — El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha ejecutado el Presupuesto General de la Nación del 2023 a un ritmo más lento del que lo hicieron los gobiernos colombianos desde el 2001.

Con corte a mayo, las obligaciones presupuestales representaban el 27% del monto de apropiaciones del PGN excluyendo el servicio de la deuda, frente al promedio de 31% entre 2001 y 2022

Esa es la conclusión a la que llega Corficolombiana en un análisis que realizó del estado de ejecución presupuestal de Colombia en los primeros cinco meses de este año.

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Entre sus estimaciones destacó que el rezago en la ejecución del PGN sin deuda con corte a mayo asciende a $8,8 billones, explicado principalmente por los sectores de Hacienda, Trabajo e Inclusión y Reconciliación. En contraste, la ejecución en Educación, Salud y Minas y Energía es superior al promedio de los últimos años

Parte de lo que Corficolombiana pudo determinar es que el fin de ciertos programas de subsidios afectaron el ritmo de ejecución del presupuesto.

Entre los hallazgos está que la menor ejecución del gasto en Inclusión y Reconciliación obedece a la finalización de programas como Ingreso Solidario y a que el nuevo programa Renta Básica ha tenido una implementación lenta.

Entre tanto, se determinó que en Hacienda, la baja ejecución respondería a que el monto de recursos bloqueados a la espera de autorizaciones –como la previsión de aumento salarial a funcionarios públicos– es más alto en 2023 que en años previos.

Dice le equipo de Investigaciones Económicas de la firma que espera que parte del rezago en la ejecución se corrija a partir de junio, en la medida que toma ritmo la implementación de los programas sociales de la administración actual.

¿En cuánto va la ejecución del PGN?

La ejecución del gasto público en lo corrido de 2023 hasta mayo ha sido atípicamente baja.

Las obligaciones presupuestales representaban el 32,2% del monto total de apropiaciones por $405,9 billones en el Presupuesto General de la Nación de 2023 (PGN), es decir, -1,2 puntos porcentuales (p.p.) por debajo del 33,9% que se había ejecutado a mayo, en promedio, en el periodo 2000-2022.

Esto ha ocurrido a pesar de que el servicio de la deuda en 2023 –que representa el 17,8% del PGN total– se ha ejecutado en más de la mitad (55,6%), mientras que en los últimos cuatro años se había ejecutado apenas una tercera parte por este concepto.

Lo anterior responde a que buena parte de los vencimientos de deuda del Gobierno Nacional se concentraron en los primeros meses de este año (TES UVR febrero 2023).

De esta forma, el PGN excluyendo el servicio de deuda tiene un rezago aún mayor en la ejecución durante los primeros meses de 2023.

En particular, en el acumulado a mayo las obligaciones representaban el 27,0% del PGN total sin deuda, esto es 3,8 p.p. inferior al promedio histórico registrado para el mismo mes durante el periodo 2001-2022 (30,8%).

De los 30 sectores que componen el PGN sin deuda, 19 registraban una ejecución con corte a mayo inferior a su promedio en el periodo 2019-2022.

Dentro de los 11 sectores con mayor ejecución se destacan Minas y Energía (relación obligaciones/apropiaciones de 54,2%), Educación (41,4%) y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – TIC (38,9%).

En contraste, los sectores de Deporte (7,3%), Planeación (7,7%), Presidencia (8,9%) y Hacienda (9,1%) registraban los porcentajes más bajos de ejecución.

Ahora bien, el rezago en la ejecución con corte a mayo, entendida como la diferencia entre el valor efectivo de las obligaciones presupuestales en 2023 y el valor que habrían tenido si la ejecución en cada sector estuviera acorde con el porcentaje promedio 2019-2022, ascendía a $8,8 billones.

Según este criterio, los sectores más rezagados en ejecución en los primeros cinco meses de 2023 eran Hacienda, Trabajo e Inclusión y Reconciliación.

En contraste, Educación, Salud y Minas y Energía registran una ejecución más alta que en años anteriores y compensan parcialmente el rezago en el ritmo de gasto público este año.