Bloomberg — Colombia está intentando recortar los tipos de interés a un ritmo que no sorprenda a los mercados, no provoque salidas de capital desestabilizadoras ni ponga en peligro el objetivo de alcanzar el rango objetivo de inflación a mediados de 2025, dijo el jefe del banco central.
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Las subidas de precios al consumo más rápidas entre sus homólogos y las expectativas de inflación por encima del objetivo son “elementos de preocupación” que exigen prudencia a los responsables políticos, declaró el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar. Pero si las perspectivas de inflación mejoran, el banco podría acelerar el ritmo de relajación monetaria.
“Si estas expectativas se ajustan hacia la meta, y si las proyecciones de los propios economistas del banco son consistentes con la meta, ajustes más significativos en la tasa de interés se vuelven más fáciles”, dijo Villar el jueves en Cartagena, en una entrevista al margen de una conferencia de la industria de fondos de pensiones.
El banco central bajó su tipo de interés medio punto porcentual hasta el 12,25% el mes pasado, aunque dos de los siete miembros del consejo votaron a favor de una reducción mayor. Según Villar, los responsables políticos intentan no sorprender a los mercados financieros cuando fijan los tipos de interés por temor a desencadenar la volatilidad de los tipos de cambio.
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“Las grandes sorpresas pueden generar nerviosismo y cambios significativos en la dirección de los flujos de capital”, dijo.
Movimientos “totalmente fuera de los rangos considerados por los mercados y por los analistas” podrían generar este tipo de reacciones, añadió.
El peso se ha fortalecido un 15% en los últimos 12 meses, la mayor ganancia entre los mercados emergentes. Villar dijo que la recuperación de la moneda tras tocar un mínimo histórico en 2022 y el aumento del precio del petróleo explican el movimiento, mientras que el impacto de los altos tipos de interés colombianos es bajo.
Alimentos y energía
La inflación anual se redujo al 7,4% en marzo, casi la mitad que un año antes. El banco central tiene como objetivo una inflación del 3%, más o menos un punto porcentual.
Los precios de los alimentos y la energía se están moviendo en línea con las previsiones del banco, pero los responsables políticos aún están analizando el efecto total de la sequía causada por el fenómeno meteorológico de El Niño, dijo.
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El Banco suele mantenerse al margen de la política. Pero este mes, emitió una rara advertencia en el sentido de que las declaraciones del gobierno del presidente Gustavo Petro corrían el riesgo de socavar la confianza de los inversores.
Estas declaraciones estaban relacionadas con las propuestas de una asamblea para cambiar la Constitución, lo que posiblemente afectaría a la forma en que opera el banco, dijo. Sin embargo, esos temores se han disipado desde entonces, añadió.
