Futuro de la reforma a la salud de Petro es incierto: las cartas a jugar este 2025

El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, dijo que la forma como el Gobierno ha tramitado las reformas legislativas ha sido fuente de inmensa incertidumbre y zozobra

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Futuro de la reforma a la salud de Petro es incierto: las cartas a jugar este 2025 (Cortesía: Congreso de la República)
09 de enero, 2025 | 01:00 AM

Bogotá — En febrero próximo continuará el debate de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes. Sin embargo, el proyecto llega con una mano adelante y otra atrás: las críticas de los empresarios y los mismos actores del sistema aumentan, aunadas a la decisión de aumentar solo 5,36% la UPC.

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Fernando Posada, consultor político, le dijo a Bloomberg Línea que el Gobierno Petro tuvo un logro parcial que fue la aprobación de este proyecto en su primer debate reglamentario antes de terminar 2024, lo que ocurrió en la Comisión Séptima de la Cámara. “Lo que ya no le empieza a ayudar al Ejecutivo es que, según sus tiempos y sus planes, la reforma fuera aprobada antes del descanso legislativo de diciembre. Lo que no ocurrió”.

Con lo que explicó que en esta segunda mitad de la legislatura el Gobierno empieza teniendo pendiente parte del debate en la Comisión en la Plenaria de la Cámara antes de pasar al tercer y cuarto debate en el Senado, donde se complica la situación. Expresó que ahí es donde el Ejecutivo no cuenta con mayorías claras.

A lo que suma el desgaste adicional que ha tenido el Gobierno en más de seis meses desde que se hundió la reforma anterior y la distancia que ha tomado con los partidos políticos y sectores importantes para la aprobación de un proyecto. “Adicionalmente, hay que recordar que empieza la temporada electoral y los congresistas van a ser mucho más cautelosos con qué es lo que votan y qué es lo que aprueban, pensando ya en las elecciones que vienen el año entrante”.

Con lo que concluyó que no la tiene fácil el Gobierno con esta reforma y menos en los tiempos que está atravesando el país en materia de popularidad, aprobación ciudadana, clima y capital político con respecto a los partidos en el Congreso y especialmente en el Senado.

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Adeptos al Ejecutivo, como el representante a la Cámara Alejandro Toro, sostienen que el proyecto es urgente y necesario, argumentando que el sistema actual está plagado de irregularidades en el manejo de recursos. Señaló que según el Ministerio de Salud y la ADRES, las EPS reportaron aumentos inexplicables en frecuencias y costos de servicios entre 2022 y 2023.

Lo anterior, haciendo referencia a incrementos del 60% en consultas generales, aumentos del 100% en servicios de laboratorio y radiología, incrementos del 50% en tratamientos oncológicos. “Estas cifras no corresponden con la realidad epidemiológica ni con la capacidad instalada del país, aseguró.

Asimismo, indicó que se han detectado inconsistencias graves: más de 23.000 pacientes fallecidos aparecen como beneficiarios de servicios en 2023, generando costos por COP$79.000 millones; y medicamentos con precios inflados en COP$138.000 millones, incluso excediendo los precios regulados.

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Sin embargo, desde el sector privado, la percepción es muy distante. El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, manifestó que hay inmensa preocupación por la reforma, que no aborda los problemas de falta de financiación y complejidad operativa del sistema.

“Antes de cualquier discusión de reforma, es de vital importancia estabilizar la operación corriente del sistema y garantizar los recursos necesarios para cubrir los gastos en salud de los colombianos, pues ninguna cadena de prestación de servicios y proveeduría de tecnologías en salud puede operar bajo una situación de déficit recurrente”.

El empresario dijo que la forma cómo el Gobierno ha tramitado las reformas legislativas ha sido fuente de inmensa incertidumbre y zozobra. “Maximalistas, desproporcionadas, no planificadas, sin evaluación de impacto, con costos desconocidos para el Estado, los ciudadanos y las empresas”.

Mencionó que son reformas basadas en la idea de aumentar la presencia del Estado en la economía, de cambiar radicalmente los sistemas construidos, donde los análisis técnicos no son válidos porque son una representación pseudocientífica del neoliberalismo. “Esto acaba cualquier posibilidad de tomar decisiones basadas en análisis profundo. Reformas tramitadas en el Congreso sin debate real por parte de la maquinaria clientelista, con fuertes rumores de corrupción”.

Con lo que especificó que todo lo anterior ha conducido a que en este momento una muy buena parte de la economía haya estado casi tres años frente a inmensa incertidumbre tributaria, fiscal, energética, de salud, de inversión, laboral y hasta política.