Bogotá — Ser rico es un privilegio de pocos. Tener buenos ingresos acerca la posibilidad de pertenecer al selecto grupo, pero no es suficiente para poder denominarse ‘millonario’.
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Para saber cuál es la ruta que debe seguir una persona para pasar de la clase media a la clase alta, Bloomberg Línea consultó un experto en inversiones quien explicó cómo deberían distribuir sus inversiones aquellas personas, que aún sin un patrimonio significativo, cuentan con ingresos altos, que en algunos casos superan los COP$15 millones e incluso, COP$25 millones.
Lo primero, explica Luis Felipe Molina, vicepresidente de Asesoría de Inversiones de Wealth Management en Credicorp Capital, es que las inversiones de la clase media en Colombia se concentran, habitualmente, en el sector inmobiliario.
Allí, explica Molina, se enfocan principalmente en inversiones en una casa o apartamento, y las complementan con lo que se conoce como pensión voluntaria; y los excedentes de liquidez, en su gran mayoría se encuentran invertidos en fiducias o fondos a la vista de renta fija local de corta duración, es decir, aquellos que son inferiores a un año.
“Esta distribución histórica hace que las inversiones tengan un perfil de riesgo conservador y protección de capital, lo que resulta en un rendimiento relativamente bajo para un inversionista que busca un incremento considerable de su capital”, dice Molina.
La ruta para aumentar el patrimonio
Hay que señalar que si bien el DANE estable que la clase alta en Colombia inicia con trabajadores que ganan desde COP$4,2 millones en adelante, en el país hay trabajadores jóvenes (entre 30 años y 40 años) con ingresos mensuales que pueden rondar los COP$25 millones, pero que aún no han construido un patrimonio significativo.
Es decir, el patrimonio de esos trabajadores puede ser el equivalente a un apartamento, pero no necesariamente un patrimonio que le permita garantizar estabilidad y tranquilidad financiera para el resto de sus vidas.
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Esto quiere decir que por su edad y su nivel salarial, son personas que están en la capacidad de destinar una porción de sus ingresos a inversiones en las que asuman un riesgo mayor, pensando en rentabilidades de largo plazo que entreguen esa estabilidad financiera para el futuro.
Molina explica que con la llegada de nuevas opciones de diversificación y plataformas de inversión (locales e internacionales), es posible acceder a mercados privados (capital o deuda).
Dice que “este tipo de inversión, que históricamente solo ha sido una opción para individuos con alto nivel de capital o vehículos de inversión colectiva, dado su bajo nivel de liquidez y su especialización, ahora está disponible”.
Esta posibilidad, dice el experto de Credicorp Capital, añade al menú de inversión opciones con mayor retorno sacrificando liquidez que, según el perfil de riesgo del cliente, representan un incremento considerable en el retorno esperado de su inversión y pueden llevarlo a un nuevo nivel de capital e ingresos.
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El DANE estableció en 2021 que la clase media estaba compuesta por aquellos con ingreso per cápita al interior del hogar entre COP$690.524 (unos US$174) y COP$3.718.204 al mes (US$937). Ese año, Colombia tenía al 27,8% de su población en la clase media, 39,3% eran pobres, 31% vulnerables y apenas el 1,8% pertenecía a la clase alta.
