Exministros de Hacienda evaluaron la economía de Colombia bajo el liderazgo de Petro

Alberto Carrasquilla, Juan Camilo Restrepo, Juan Carlos Echeverry, Mauricio Cárdenas alertaron los temas que les preocupan, pero también las alternativas que tiene el Gobierno

Por

Bogotá — La economía colombiana decreció 0,3% en el tercer trimestre y tras ello 4 exministros de Hacienda de Colombia evaluaron el desempeño del país bajo el liderazgo de Gustavo Petro.

Alberto Carrasquilla, ministro bajo las órdenes de dos presidentes (Álvaro Uribe e Iván Duque), explicó que “los factores en contra del crecimiento de la inversión son, sobre todo, la incertidumbre, un segundo factor son los temas tributarios, todo ese tema de las exenciones ocurren en un contexto de altísima tributación empresarial”.

El exministro fue muy crítico del trato que se les ha dado a los inversionistas porque considera que ellos son los que permitirán salir de la crisis actual.

Sobre el nivel de tributación de Colombia Carrasquilla dijo que “algunos plantean que es la más alta de América Latina, que a su vez es de las tributaciones más altas del mundo, y por último las tasas de interés, está subiendo internacionalmente y por supuesto suben acá por razones de paridad. Esos 3 factores son los que para mí atentan contra la recuperación de la tasa de crecimiento de largo plazo”.

Juan Camilo Restrepo también fue muy crítico del Gobierno de Petro, pero inició felicitándolo por algunos aciertos económicos que ha tenido. “Felicito al Gobierno Petro, primero que todo, por haber sido coherente con la política de ajuste de los precios de los combustibles, esto no era esperable en un Gobierno que era y es de carácter populista. Lo ha mantenido y eso hay que abonárselo”.

El exministro del Gobierno de Andrés Pastrana dijo que “ahora falta lo más delicado de esta política que es si sí se va a cumplir o no con el ajuste del diésel una vez se termine de ajustar la gasolina. Veremos si el ministro se mantiene firme en esa decisión o si da un giro como el que se anotaba con su oposición a la Regla Fiscal”, agregó.

Pero la principal crítica de Restrepo estuvo ligada al lenguaje. “Una característica del ADN del lenguaje del Gobierno son los anuncios que le encanta hacer sobre subsidios, sean nuevos o viejos, pero la mayoría de las veces sin los recursos y sin el aparataje instrumental administrativo listo para gestionarlo con éxito”.

A su juicio, ese manejo de los mensajes le traerá problemas al propio Gobierno en el 2024, principalmente con el sector de transportadores de carga.

“El caso más típico fue el de la congelación de los peajes, que no solamente está teniendo y va a tener unas consecuencias muy delicadas, sino que, por ejemplo, el proyecto del MinTransporte implica un ajuste del 25% en dos saltos en el próximo trimestre, pero además, si continúa con lo del diésel va a coincidir el ajuste de un 25% más o menos en los peajes rezagados y el inicio de los ajustes en el precio del ACPM, no hay que ser profeta para pronosticar que vamos a tener un trimestre caliente en el país en materia de paros camioneros”, dijo Restrepo.

Al igual que Carrasquilla, Restrepo criticó la andanada reciente contra la Regla Fiscal. “El presidente, tras el dato del PIB, dijo que se requiere un programa contracíclico, algo que viene pidiendo todo el mundo hace rato, pero del que no se ha hecho nada. Los dos programas que podrían ser pilares para el plan de gasto cntracíclico son: la vivienda y las obras públicas. La vivienda está postrada, sobre todo en el segmento VIS, 50% de decrecimiento, desistimientos inmensos y no han fluido los recursos para ponerla en marcha, y las obras públicas ni se diga”.

A su juicio “aún hay tiempo, pero si se mueve sin arrogancia el Gobierno en el ADN de su mensaje económico”.

Ente tanto, Juan Carlos Echeverry, sostuvo que “el trabajo de un presidente es “gobernabilidad” y uno mira este gobierno y… Este gobierno tuvo una gobernabilidad con la que aprobó una reforma, mala para mí, pero la aprobó. En diciembre la desbarató y lleva ocho o 10 meses armando una y pegándola con babas y no ha podido”.

Además, dijo que perdió “la gobernabilidad jurídica, acá las cosas son poco preparadas porque pasan por las cortes y ahí se empiezan a desmoronar las medidas de hace 6 meses y de hace un año. Este es un país serio, los países no serios son los de solo una persona, Putin, Maduro, los Castro, los países serios son de muchas personas, las Cortes, la Junta del Banco de la República, los medios, en fin, muchas personas decidiendo y generando ese país”.

Echeverry criticó la falta de diálogo con la rama judicial, pero también la pérdida de autoridad en el territorio. “La gobernabilidad física también está complicada en el 40% del territorio no hay gobierno, el gobierno no gobierna, el ejército no manda, la policía no cuida, etc”.

“El Congreso no le interesa matar las reformas porque le interesa tener al Gobierno ahí negociando. Eso es parte de un juego político. Lo malo es que el Congreso y el Gobierno han escogido meterse a la economía a través de decretos y de manipulación de precios. La manipulación de precios es muy delicada”.

Finalmente, dijo que “uno no ve los precios ni la manipulación, pero lo más importante de una economía es la formación de precios, y es lo que hace que la gente demanda una cosa y no otra y cuando el Gobierno se mete en eso, empieza a socar el funcionamiento de la economía, empieza con 4 o 5 productos y en dos años tenemos manipulados 20, 30 y 50 productos y comienza a haber desabastecimiento, hambre y a funcionar muy mal los mercados”.

Po último, Mauricio Cárdenas, aseguró que “aquí hay un choque entre dos modelos de manejar a Colombia. El modelo del pragmatismo y el modelo de la ideología. Todos hemos sido representantes o parte de la tradición pragmática de Colombia, y eso no quiere decir consenso, siempre ha habido disensos y unos hemos trabajado para un gobierno y otros para otros, pero siempre en discusiones en torno a encontrar la mejor salida. Ese pragmatismo nos falta hoy”.

“Una de las variables que explican el mal momento de la economía es la caída en la inversión porque no es solo del tercer trimestre, es la caída del crecimiento potencial. La inversión debería ser nuestra principal preocupación, el problema es evidente, tras la pandemia cayó la inversión en obras civiles y no se ha recuperado, este año cayó la inversión en maquinaria y también la inversión en vivienda. Pero la que viene con 2 años es la de la infraestructura”, dijo Cárdenas.

“Podríamos ponernos de acuerdo en un plan para reactivar la infraestructura, en la ANI hay proyectos engavetados que podrían aplicarse, pero no se hace eso porque ahí entra la ideología a impedirlo y ahí no se permite porque el papel recae sobre el sector privado, y si el sector privado va a ganar plata ahí aparece un obstáculo”, aseguró Cárdenas.

Además, hizo una defensa de la Regla Fiscal y su importancia “mi segunda gran preocupación es fiscal. El Gobierno había dicho que se acoplaba a ese modelo y que cumpliría con las normas fiscales, pero los anuncios recientes son muy preocupantes porque las finanzas públicas no son las responsables de esta desaceleración actual. De hecho el gasto público en Colombia tuvo su máximo en 2013 con el boom del petróleo y representaba el 16% del PIB, en 2018 bajó al 15% como parte del ajuste, después hubo 2 años en los que Ecopetrol no pagó dividendos, tras pandemia subió al 20% del PIB y ahí volvimos a empezar a corregir en 2021 y 2022 y este año otra vez será del 20%, es decir, como si estuviéramos en pandemia”.

Concluyó diciendo que “el aumento del PGN es de 50 billones, es decir, al Gobierno no le ha faltado dinero sino ejecución y el Gobierno lo ha reconocido. A este Gobierno le quedan dos años y si seguimos así, sim hacer un viraje en 2 año será aún más difícil porque tendremos un bajo crecimiento con un problema fiscal, y esto sumado a que las cifras de ingresos presupuestados para el próximo año son poco creíbles porque están basadas en la capacidad de lucha contra la evasión y en el cobro de los litigios, y si eso no sucede ahí aparece el problema fiscal y eso es sin siquiera cambiar la ley fiscal”.