Bogotá — Para Michel Janna, presidente del Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), el Gobierno Petro lidera una lista de desaciertos que han impulsado la caída de la inversión de Colombia, así como la percepción de que el país no es un activo seguro para invertir en el largo plazo.
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En entrevista con Bloomberg Línea, aseguró que la razón más relevante para que la inversión esté de capa caída es la incertidumbre y la falta de confianza que tienen los inversionistas actualmente en Colombia. Lo que viene de varios frentes, explicó: “primero, el fiscal. Hay una seria preocupación de que el Gobierno Nacional pueda realmente tener un déficit fiscal que sea razonable. Desde el Covid hemos tenido déficits fiscales muy altos, muy parecidos a los de países vecinos, pero ellos han sabido cerrar la brecha del déficit fiscal más rápido que nosotros”.
Con lo que concluyó que Colombia parece estar perdiendo su condición de país fiscalmente responsable.
Otro frente de preocupación, dijo, es la incertidumbre regulatoria y de política pública, refiriendo que inversionista que quiera traer su dinero a Colombia, que quiera invertir de manera permanente y directa, no sabe cuáles van a ser las reglas en el sector salud dentro de un año, no sabe cuáles van a ser las reglas del sector minero energético ni del financiero dentro de uno o dos años.
“Hay un desincentivo permanente a las rentas del sector privado. Tenemos una de las tasas de tributación más altas del mundo, 35% de tasa de impuestos para la renta. Entonces, si estamos castigando permanentemente la inversión con tasas de impuestos tan altas, pues difícilmente vamos a poder atraer a esos inversionistas”, resaltó.
Reforma tributaria
El ejecutivo enfatizó que “las cifras del país muestran que estamos en un crecimiento muy débil de la economía colombiana y no es el momento de pensar en reformas tributarias”. Aseguró que la nueva ley de financiamiento de Petro tiene “un canto de sirena” donde se promete que a futuro, porque ni siquiera es algo que empezaría inmediatamente, se podría reducir la tasa de renta de las empresas colombianas.
“Pero ese compromiso no es creíble porque tenemos un problema fiscal complejo. Y yo creo que antes de pensar en reformas tributarias, lo que hay que tratar es de racionalizar el gasto público. Hay que pensar en que el Estado colombiano sea más eficiente, que reduzca sus gastos para que ese déficit fiscal se cierre justamente por gastar menos y no por cobrarle más impuestos a los colombianos”.
Por lo que insistió que lo más importante para restablecer el círculo virtuoso de inversión y crecimiento es tener reglas claras porque no hay una política pública clara que dé confianza sobre cuáles son los motores de crecimiento del país.
“Si se genera inversión, se genera crecimiento económico. Si se genera crecimiento económico, se genera ahorro. Si se genera ahorro, se genera confianza. Y la confianza vuelve y genera inversión. Y es justamente ese último punto el que a nuestro juicio se encuentra marchitado”, explicó.
Peso colombiano
Para Janna el peso colombiano (COP) está en el podio de la infamia entre las monedas de los emergentes de peor comportamiento. Expresó que no es un tema explicado únicamente por condiciones externas sino por una condición que hace que la gente prefiera tener menos pesos y más dólares, haciendo referencia a esa necesidad de generar confianza.
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“¿Qué hacer? Lograr que Colombia sea un país atractivo nuevamente para la inversión, que los inversionistas extranjeros y los locales sientan confianza para invertir, para expandir sus capacidades, para generar nuevos medios de producción. Eso hoy en día está en entredicho, por lo tanto el peso colombiano refleja esa misma falta de confianza en general de actores externos y actores locales”.
Sectores de mayor preocupación
El presidente del AMV puntualizó que el sector minero energético, que fue uno de los motores de crecimiento del país en la década del 2000 y del 2010, es el que está más amenazado en estos momentos. Además de ser un sector del cual las finanzas públicas dependen de manera muy importante.
“Entonces, un discurso que ataca el sector petrolero y desconoce su importancia en la economía colombiana, que no tiene un plan claro de transición ordenada, porque todos coincidimos en que el tema de petróleo pues eventualmente se irá reduciendo en el mundo, pero estamos lejos todavía de que eso ocurra y Colombia no se puede dar el lujo de hacer una transición acelerada en contra de los pobres de este país”, manifestó.
Adicional a eso, habló del sector eléctrico, que también muestra señales y alertas por la falta de claridad en las reglas, por la imposibilidad de invertir en proyectos que no tengan trabas, ya sea regulatorias, de consultas previas, de problemas de licencias. Comentó que hay que trabajar desde el Ejecutivo y el Legislativo en soluciones que atraigan inversión a esos sectores económicos.
Los dos años que le quedan a Petro
Durante estos dos años que le quedan a Gustavo Petro en el poder, la prioridad para Janna debe estar en “dar señales claras al sector privado de que no es el enemigo de la sociedad colombiana, al contrario, es el motor de progreso y crecimiento de nuestro país, es el mayor generador de empleo de nuestra nación”.
En ese sentido, recalcó que “la satanización de que tenemos un sector privado que no le hace bien al país es muy desafortunada y nos ha traído problemas” y que es vital reconocer que para que Colombia funcione hay que trabajar de la mano del sector privado, el sector público, la academia, las organizaciones civiles, entre otros.
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El ejecutivo agregó que se deben dar mensajes de responsabilidad fiscal, lo que no puede ser simplemente subiendo impuestos. “Ya este gobierno hizo una reforma muy agresiva en términos de incremento de impuestos y creo que ahora le corresponde dar una muestra de austeridad fiscal, de que el Estado funcione de manera más eficiente”.
Y concluyó diciendo que es importante dar la tranquilidad regulatoria de que se van a tomar todas las medidas en el sector energético para que no haya sorpresas en 2025 con respecto a la capacidad del país de generar su propia energía, de tener la confiabilidad que siempre lo ha caracterizado.