EXCLUSIVA: MinHacienda da su visión de cuánto deberá aumentar el mínimo en 2024

Ricardo Bonilla habló con Bloomberg Línea de ese tema y también de cuánto deberá bajar la tasa de interés en diciembre, así como de los proyectos del Gobierno que hacen tránsito en el Congreso

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Bogotá — La discusión sobre cuánto debe subir el salario mínimo en Colombia para 2024 aún no ha empezado, está prevista para el 30 de noviembre, pero el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, pide a las partes ser realistas.

El funcionario habló con Bloomberg Línea de cuánto deberá subir el salario, pero también de cuánto deberán bajar las tasas de interés en la reunión de diciembre, así como del impacto del fallo de la Corte Constitucional sobre las finanzas del país.

Bloomberg Línea: El dato de crecimiento del tercer trimestre fue malo. ¿Cree que eso bastará para convencer a la Junta del Banco de la República para que comience a bajar las tasas? ¿En qué magnitud espera que sea esa primera bajada?

Ricardo Bonilla: Lo que le hemos dicho a la Junta del banco es que corremos el riesgo de pasar de un intento de estrechar la demanda, o sea, enfriar la economía, a que la economía se paralice. Entonces, que por querer controlar la inflación porque hay exceso de demanda, pasar a que haya escasez de oferta y que los precios suban por escasez. Estamos en el punto en el cual hay que hacer el balance de las dos condiciones; y el balance del tercer trimestre es una clara alerta de que podemos pasar a ese proceso de paralizar el aparato productivo y ese es el peor escenario.

En ese sentido la apuesta es que en la Junta de diciembre el banco entre en el terreno de comenzar a bajar y la expectativa del banco sigue siendo la misma: “en qué momento se puede regresar a una inflación del 3%” nosotros les venimos diciendo hace varios meses que a ese 3% no se llega en el 2024 sino en el 2025 y que toda proyección dice que la inflación va a seguir bajando, aunque no a la velocidad que se quisiera porque todavía están de por medio los combustibles, pero lo que es claro es que este año cerramos la brecha de la gasolina y ya sabemos cuánto impactó en la inflación.

La brecha de la gasolina con los incrementos que se hicieron mensualmente nos dan entre 1,5 y 1,6% de inflación, o sea, no es tanto el peso y efectivamente ya la tenemos controlada. La brecha de la gasolina se termina de cerrar este año, queda la del diésel y estamos buscando concertar con los gremios de transporte para evitar la expansión de otros procesos.

Aunque para el transporte esto entra es en el IPP no en el IPC, ellos magnifican mucho el costo y empezaron las discusiones con un argumento que no es cierto y es que el diésel aumentó su participación en la canasta de costos. ¿Cómo así que el diésel lleva congelado 4 años y va a aumentar la participación en la canasta? No puede ser porque lo que tiene es que reducirse porque los demás precios han subido y ese no. Ya empezamos unas discusiones técnicas en términos de qué está viendo cada uno.

Eso ¿Qué quiere decir? Que junto al tema de peajes del que está hablando el ministro vamos a ir actualizando los peajes, pero para no impactar la inflación, por lo pronto, la inflación es de 10,48% y esperamos que termine el año en un dígito, nosotros esperábamos 9,2%, pero puede que termine en el 9,5%, y para 2024 va a seguir bajando, pero va a cerrar entre 4% y 5%, no en 3%. Eso es lo que e decimos al banco, y el mercado espera que la tasa baje en 50 puntos básicos.

Tampoco se trata de una disminución fuerte, para diciembre deberíamos tener entre 325 y 360 puntos de diferencia entre la inflación y la tasa de intervención.

BL: ¿Se mantienen los $8.000 que debe subir el diésel o se ha ampliado o disminuido esa brecha?

R.B. Esa brecha depende del precio internacional. Desafortunadamente en el mercado internacional el diésel ha subido más que la gasolina porque hay escasez en el mercado por las guerras y de la falta de abastecimiento desde Rusia que es el principal productor de diésel.

Eso ha hecho que en los mercados haya habido un choque en donde el precio del diésel esté subiendo un poco más, pero sigue siendo previsible que la brecha que tenemos esté alrededor de $16.000 versus los $9.500 que hoy tenemos. Eso es lo que tenemos que ir revisando, pero lo que tenemos que hay que plantear no es el precio al consumidor sino al productor y en ese caso la brecha puede ser de $4.000 a $4.500.

BL: En 2022 con inflación del 13,1% la negociación de salario mínimo fue de 16% y en el banco hay quienes dicen que eso no ayudó para el tema inflacionario, ¿usted cree que este año toca ser más cautos con cuánto se sube el salario mínimo o cree que tiene igual que estar unos puntos por encima de la inflación?

R.B. Creo que este año hay que tener claro el precedente de lo que tenemos y es que en salario mínimo creció al 16%, pero la inflación va a terminar en 9,6%, o alrededor, es decir, este año hubo ganancia en el poder de compra. Esa ganancia en el poder de compra hay que tenerla presente en el ajuste que se tenga que hacer para el 2024.

La Corte Constitucional de todas maneras puso un piso a esa negociación y es que el salario no se puede incrementar por debajo de la inflación causada y si termina en 9,6%, pues ese va a ser el piso. Lo que yo creo que toca ir examinando es qué tanto aumentó o no la productividad en medio de una economía que tuvo un tercer trimestre con tasa negativa.

BL: Uno habla con los empresarios y ellos consideran que la productividad de este año seguramente será negativa. ¿Si eso se confirma usted cree que el salario mínimo para 2024 sería muy cercano de ese 9,6%?

R.B. Sería un IPC más algo. En los últimos 30 años en la negociación de salario mínimo solamente ha habido uno que fue de IPC más 0. La mayoría, en el resto del tiempo, con excepción de los últimos años que ha sido de IPC + 2 puntos o 3 puntos, el ajuste ha sido de IPC + 1 punto, yo creería que podemos estar más cerca de este promedio.

BL: Últimamente el primer año de Gobierno se logra concertar, y luego se empiezan a separar las posiciones entre sindicatos y empresarios, ¿usted cómo ve el ambiente para este año con las centrales, porque el año pasado el esfuerzo fue de los gremios, creería uno que este se les va a pedir a los trabajadores ayuden un poco más para esa negociación?

R.B. Yo creo que este año hay que pedirles a empresarios y sindicatos que sean realistas con respecto a qué es lo que está pasando en el espacio económico, porque ese tercer trimestre nos mandó un mensaje de alerta y ese resultado no lo podemos llevar a una situación más conflictiva o de mayores dificultades.

Hay que ser realistas con todos los actores, se puede seguir concertando siempre que se tenga la perspectiva de que en este año hubo ganancia en el poder de compra y lo que necesitamos hacia adelante es que siga habiendo ganancia en el poder de compra porque la expectativa de inflación es menor.

BL: ¿Con la caída del parágrafo de regalías el Estado deja de recibir el pago de, entre otras empresas de Ecopetrol, pero en ese caso lo recibirá vía dividendos de todos modos, el presidente habló de $6,5 billones, se ha calculado cuánto de eso lo cubren esos dividendos que les dará la empresa?

R.B. Ese cálculo aún no está hecho, pero por efecto de la decisión de la corte dejan de recaudarse en el 2024 $3,8 billones, y nos toca prever que las retenciones en la fuente que se recaudaron este año nos las van a incluir en las declaraciones de renta del 2024 y entonces las van a bajar, por eso llegamos al estimado de que toca recortar $6,5 billones.

Ecopetrol tiene pagos de regalías que en su mayor proporción fue en especie, y hasta ese momento de la decisión de la corte no era claro cuál era la diferencia de pagar en especie o en efectivo, y en la práctica quienes pusieron la demanda fueron los que pagaron las regalías en efectivo, que pudieran hacer la deducción en el impuesto de renta con ese pago en efectivo porque afectaba su contabilidad, cuando las regalías se pagan en especie no entran en la contabilidad, así que en este momento no es muy claro ni preciso saber qué tanta implicación tiene en lo que pagará Ecopetrol.

BL: Han presentado varios proyectos al Congreso, el último fue para acelerar los litigios con la Dian, ¿Qué tanto ambiente ve para aprobarlo porque predial hizo ruido y las reformas laboral, pensional de salud, etc., también han tenido mucha oposición, este podría ser más amigable en los debates?

R.B. Tanto el de predial como este proyecto el Congreso ha mostrado interés de que se desarrolle y para nosotros es claro que es un instrumento adicional para fortalecer la capacidad de la DIAN. Predomina la capacidad que le hemos dado a la entidad para hacer mejoras tecnológicas y para amplia la planta.

Todo eso va dirigido a que se mejore la gestión tributaria, entonces lo que decimos es que todos esos procesos que están llegando al tema judicial se puedan manejar en lo administrativo, y el proyecto que está planteado dice que los que ya llegaron hasta el tema judicial los pueda resolver de una manera más ágil en esa vía, pero lo ideal es que no dejen llegar los procesos hasta allá sino que los resuelvan en lo administrativo.

Lo que le pedimos a la DIAN es que tenga mayor capacidad de gestión. Ya hay 7.000 casos que llegaron a lo judicial, ese proyecto les busca una salida a esos casos.

BL: Otra vez se levantó el debate de reforma a la salud y el argumento de muchos de los que ayudan a romper el quórum es que no hay aval fiscal, ¿lo van a presentar o no es necesario definitivamente?

R.B. No se requiere sino hasta el final de los debates, en el tercero o cuarto, pero para eliminar ese argumento que no es más que dilatorio la semana entrante vamos a presentar un documento que es el acercamiento a un tema de impacto, porque finalmente uno no sabe qué es lo que termina saliendo y esos cálculos hay que actualizarlos permanentemente según como avancen los debates.

BL: En el proyecto de la pensional no se incluyó nada del tratamiento a regímenes especiales y exceptuados, ¿en el transcurso de los debates se va a internar incluirlos?

R.B. No, el proyecto pensional no incluye en este momento los regímenes especiales y exceptuados porque ese es otro tipo de discusión que tenemos que hacer porque ahí lo que se incluye es saber qué hacemos con militares, policías, profesores, en esencia es eso. Los regímenes especiales ya están marchitos, lo máximo que uno puede hacer es que las pensiones altas paguen más impuestos, ya no puede cambiar las condiciones que tienen por eso no entran ahí.

La discusión sigue siendo qué hacemos con el sistema general que hoy está dividido en dos regímenes, fondos de capitalización y prima media. En competencia no son el mejor resultado y por eso la base del proyecto es eliminar el arbitraje y construir un sistema complementario.

Todos están de acuerdo e construir el sistema complementario, la discusión está en el umbral, en cómo funcionaría el fondo del ahorro, y en cuál es el periodo de transición. Hay que construir un sistema de complementariedad no tiene discusión.