Exclusiva: Ecopetrol y Frontera Energy recibirían sanción de autoridad ambiental por Campo Rubiales

Las infracciones ambientales que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales identificó pueden traducirse en sanciones económicas

Bombeo de petróleo
26 de marzo, 2025 | 08:56 AM
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Bloomberg Línea — La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales colombiana inició un proceso sancionatorio ambiental en contra de Ecopetrol S.A. (ECOPETL) y Frontera Energy Colombia Corp, tras identificar incumplimientos en la ejecución del proyecto de explotación de hidrocarburos en Campo Rubiales, ubicado en Puerto Gaitán, Meta, según pudo conocer Bloomberg Línea.

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Aunque el monto de la sanción aún no se ha definido, la decisión se basa en los hallazgos de una visita de control y seguimiento ambiental realizada entre el 20 y el 23 de septiembre de 2022, en la que se evidenciaron presuntas infracciones a las leyes ambientales vigentes.

Entre los principales incumplimientos identificados por la autoridad ambiental se encuentran:

  • Sobrepaso (exceder) del área autorizada para adecuaciones en la zona del proyecto.
  • Falta de presentación de informes de monitoreo de ruido en varios periodos, incluyendo los años 2013, 2014 y 2016.
  • Deficiencias en la gestión de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Industriales y Domésticas.
  • No presentación oportuna de los programas de mantenimiento de los sistemas de tratamiento de aguas residuales ante la autoridad ambiental Cormacarena.

De acuerdo con las normas, estas omisiones podrían traducirse en sanciones económicas, de acuerdo con lo estipulado en la Ley 1333 de 2009, modificada por la Ley 2111 de 2021.

Las multas pueden ascender hasta 100.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes, dependiendo de la gravedad de la infracción y del impacto ambiental causado. Actualmente, un salario mínimo ronda los US$ 342.

Durante la visita, la autoridad ambiental determinó que Frontera Energy habría excedido el área autorizada para la adecuación de las Zonas de Disposición de Material Excedente en 1,02 hectáreas, incumpliendo lo estipulado en la licencia ambiental.

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Además, constató que la empresa no presentó, en su debido momento, los informes de monitoreo de ruido correspondientes a los años 2013 y 2014, lo que impidió a la autoridad realizar un seguimiento adecuado a los niveles de contaminación acústica.

En cuanto a Ecopetrol, la autoridad ambiental identificó que la compañía tampoco presentó los registros de monitoreo de ruido de 2016, periodo en el que asumió la titularidad de la licencia ambiental del proyecto.

Igualmente, se evidenció que no se remitieron los programas de mantenimiento de los sistemas de tratamiento de aguas residuales industriales y domésticas ejecutados en 2016, ni se aportaron los soportes de su entrega a Cormacarena, lo que podría haber afectado la calidad del agua en la zona de influencia del proyecto.

Otro hallazgo importante fue la presencia de deficiencias en la remoción de carga contaminante y en las plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que genera riesgos para los ecosistemas locales.

La autoridad descubrió que tanto Frontera Energy como Ecopetrol habrían incumplido con las obligaciones de mantenimiento de estas instalaciones, lo que compromete la efectividad de los procesos de mitigación del impacto ambiental.

Ante los señalamientos de la autoridad ambiental, Frontera Energy respondió que las presuntas infracciones corresponden a periodos en los que su equipo de trabajo y estructura operativa eran distintos, por lo que ha sido difícil recopilar y suministrar toda la documentación requerida.

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La empresa aseguró que ha colaborado activamente con Ecopetrol y las autoridades ambientales para subsanar cualquier falta en los informes de monitoreo y gestión ambiental.

Por su parte, Ecopetrol argumentó que algunos de los incumplimientos señalados se originan en la transición operativa del proyecto, cuando asumió la titularidad de la licencia ambiental en 2016.

La compañía indicó que ha realizado esfuerzos para obtener información de años anteriores y que ha presentado a la ANLA los documentos disponibles, aunque reconoció la existencia de dificultades para acceder a ciertos reportes históricos.

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Ambas empresas han manifestado su disposición a continuar con el proceso administrativo y aportar pruebas que demuestren su cumplimiento de las obligaciones ambientales.

Pacific Rubiales Energy fue una de las compañías petroleras más importantes de Colombia, especializada en la exploración y producción de hidrocarburos.

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Fundada en 2008, la empresa creció rápidamente gracias a la explotación del Campo Rubiales, el mayor productor de petróleo en el país. Su éxito inicial le permitió expandirse a otras regiones y diversificar su portafolio de activos en América Latina. Sin embargo, con el paso del tiempo, la caída en los precios del petróleo y problemas financieros comenzaron a afectar su estabilidad.

Para 2015, la caída de los precios del crudo impactó severamente a Pacific Rubiales, que tenía una alta deuda y costos operacionales elevados. Además, su contrato con Ecopetrol para operar el campo Rubiales estaba próximo a expirar, lo que representaba un golpe significativo a su producción y rentabilidad.

Ante este panorama, la empresa intentó buscar inversionistas para evitar la bancarrota, pero no logró un acuerdo favorable.

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En 2016, la compañía se sometió a un proceso de reestructuración financiera con el objetivo de reducir su deuda y garantizar su viabilidad a largo plazo. Como parte de esta transformación, cambió su nombre a Frontera Energy, reflejando un nuevo enfoque empresarial y estrategia operativa.

Con el respaldo de sus acreedores y una nueva administración, la empresa buscó optimizar costos y centrarse en activos más rentables, principalmente en Colombia y otros mercados estratégicos de la región. Bajo su nueva identidad, Frontera Energy logró estabilizar sus operaciones y recuperar la confianza de inversionistas. Implementó una estrategia más conservadora en términos de gastos y diversificación de riesgos, lo que le permitió mantenerse a flote en un sector volátil.

A pesar de los desafíos que enfrenta la industria petrolera, la empresa sigue desempeñando un papel importante en la producción de hidrocarburos en América Latina, con un enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia operativa.

En 2015, el Campo Rubiales tenía una producción de aproximadamente 213.000 barriles de petróleo por día (bpd). En ese momento, era el campo petrolero más grande de Colombia y representaba una parte significativa de la producción nacional.

Sin embargo, su producción fue disminuyendo con el tiempo debido a la maduración del yacimiento, la caída en los precios del petróleo y la finalización del contrato de operación de Pacific Rubiales (hoy Frontera Energy) con Ecopetrol en 2016. Las cifras más recientes (mayo 2024) reportan una producción de 100.000 barriles diarios en dicho campo.

Mientras tanto, la autoridad ambiental sigue adelante con el proceso sancionatorio, que determinará las responsabilidades y posibles sanciones que podrían enfrentar las compañías involucradas.

La entidad ambiental ha señalado que este proceso sancionatorio permitirá la intervención de terceros interesados, que podrán presentar pruebas o argumentos que aporten al caso.

De confirmarse las irregularidades, Ecopetrol y Frontera Energy podrían enfrentar no solo sanciones económicas, sino también la imposición de medidas de compensación ambiental o la eventual suspensión de operaciones en Campo Rubiales.

Lo que decida la autoridad ambiental es definitivo pues el proceso sancionatorio no admite recursos, ni una doble instancia.