Bogotá — Un escenario de mayores tasas de interés ha encarecido al acceso al crédito y explica parte de la importante caída de las ventas de vivienda, que se han visto afectadas en este contexto y por ende se contrajeron un 25,4% en los últimos doce meses hasta marzo con menos de 200.000 unidades, según cifras del sector.
En este contexto, los precios de la vivienda han presentado un aumento generalizado y en lo que va corrido del año se han incrementado entre un 27,5% y un 56,5% en las ciudades de Colombia, de acuerdo a cifras entregadas a Bloomberg Línea por la plataforma Ciencuadras.
Y aunque las inversiones de los compradores se han valorizado, los costos asociados al mantenimiento de estas propiedades, los compromisos tributarios, entre otros, también han aumentado en medio de la fuerte inflación que aún golpea a las finanzas de los hogares.
De acuerdo al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el segmento de la conservación y reparación de la vivienda presentó un aumento de precios del 20,33% anual en abril.
Entre tanto, los precios de los servicios relacionados con la copropiedad se incrementaron un 11,33% anual en el mismo período.
En este contexto, surge la pregunta de si un buen momento para invertir todo su capital en vivienda o por el momento es mejor invertir en renta fija.
“Desde mi punto de vista y teniendo en cuenta el nuevo panorama económico, creo que los certificados de depósito a término fijo (CDT) están siendo más atractivos porque presentan una tasa promedio de 14% con un nivel de riesgo mínimo”, dijo en conversación con Bloomberg Línea el CEO de la fintech Creditop, Daniel Garzón.
El analista en temas de finanzas personales señala que la inversión en finca raíz ha perdido mucho atractivo y por ende el apetito de los inversionistas ha bajado.
“Esto tiene que ver con las tasas de interés de la vivienda, que hoy oscilan entre el 18% y 20%, independientemente de si es un crédito hipotecario o un leasing habitacional. Entonces, normalmente lo que hacíamos los inversionistas de finca raíz era comprar inmuebles para rentar idealmente apalancados con deuda. La rentabilidad promedio de una renta tradicional, no por plataformas como Airbnb, puede estar alrededor de un 8%”, afirmó.
Garzón dice que, teniendo como referencia una tasa de interés para un crédito de vivienda del 18%, esto implicaría una pérdida cercana al 10% y por eso no está siendo suficientemente atractiva la inversión en finca raíz, a su forma de ver.
Sin embargo, “si logramos operar los inmuebles por plataformas de rentas cortas, la inversión puede subir al 16%, que es muy parecido a lo que puede rentar un CDT hoy sin tener el desgaste y esfuerzo de tener inquilinos”, señaló.
Por su parte, el economista principal en Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, consideró en conversación con Bloomberg Línea que la decisión va a depender del tipo de inversionista que se aspire ser.
“Para un inversionista que esté pensando en el largo plazo, en mantener su capital y que no necesite la liquidez pronto, definitivamente la finca raíz puede ser una posibilidad, siempre y cuando tenga una negociación relativamente buena”, aseguró.
Advierte también que, “de requerir algún crédito para los bienes raíces, las tasas de interés están altas y por ello es importante negociar muy bien el precio. Se debe además analizar si el inmueble se va a adquirir para vivir en él o si se va a rentar, entendiendo que en este momento ese mercado está algo lento”.
En ese sentido, concluye que si lo que se desea es tener una liquidez de mediano plazo y aprovechar el mercado en este momento, los instrumentos de renta fija “son una buena opción financiera en el mercado formal de la economía, que además es lo más seguro”.
“Entonces va a depender del plazo de la inversión, la necesidad de la liquidez y adicionalmente de la oportunidad de negociar o no los precios en el caso de los bienes raíces”, remató.
Sobre este tema también se refirió el CEO de la fintech RapiCredit, Daniel Materón, al opinar que la decisión de inversión dependerá del perfil de riesgo del inversor, la rentabilidad esperada y la disponibilidad de capital.
“Incluso hay que tener en cuenta la estabilidad política del país, las decisiones macroeconómicas y tributarias que se están tomando. Y estructuras de gravámenes sobre los activos que se posean terminan siendo factores decisivos para la decisión entre CDT y propiedad raíz”, expuso.
Afirmó que en términos generales los instrumentos de renta fija son una opción más conservadora, mientras que la vivienda puede llegar a ofrecer mejores rendimientos en el largo plazo, pero también con mayores riesgo y volatilidad.
“En épocas al alza de las tasas de interés se pueden encontrar CDT en dólares con tasas al 12,5% y el 14% en EE.UU. Puede resultar muy atractivo teniendo en cuenta que hace unos meses atrás estaban a tasas del 2% a lo sumo. En el corto plazo puede significar mayor seguridad. Es importante analizar los pro y los contra de cada inversión y siempre entender en qué momento de la vida estamos, qué capital estoy dispuesto a arriesgar, sobre todo en inversiones de largo plazo como las de propiedad raíz”, concluyó.
Según analistas de Bancolombia, se esperan “menores ventas especialmente en el segmento no VIS” en medio de un escenario marcado por los efectos en altas tasas de financiación, la incertidumbre en los programas de subsidios y un posible aumento en el desempleo a niveles de 12,3%.
Por esto, actualizaron a la baja las previsiones de venta de viviendas al pasar de 183.000 a 125.600 unidades para 2023.
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