Bogotá — La interlocución entre el sector privado y el Gobierno Petro, que ya completa un año y dos meses en el poder, deja muchas dudas hasta el momento. No solo por los continuos ataques que ha hecho el Presidente a los empresarios, sino por la falta de consensos entre ambas partes frente a un sin número de asuntos que afectan directamente a los sectores productivos del país.
En entrevista con Bloomberg Línea, el presidente del Consejo Gremial, Germán Arce, indicó que la administración de Gustavo Petro “ha sido un año de pocos logros, es decir, ha habido mucho ruido, ha habido diálogo, hemos tenido espacios en distintos momentos en discusiones como las del Plan Nacional de Desarrollo y las reformas, pero ha habido poco acuerdo. Y lo digo de parte y parte, del sector empresarial y del Gobierno. La capacidad de concretar acuerdos ha podido ser mejor, sobre todo porque el proceso genera un desgaste natural”.
Y en esa línea destacó que “en esta coyuntura toca soltar Twitter y sentarse a trabajar de fondo para que saquemos adelante acuerdos en torno a asuntos que la ciudadanía espera que se resuelvan. Pero eso hay que hacerlo en mesas de trabajo, con las cifras claras, con la medición de los impactos, con el entendimiento de la jurisprudencia. Es un trabajo técnico que tenemos que hacer entre todos y la voluntad del sector privado ha estado allí, no ha sido fácil, pero no hemos abandonado nuestra disposición”.
Frente a las principales preocupaciones de los empresarios, Arce manifestó que “la lista es larga, pero hay una preocupación que saltó al primer lugar y es la seguridad en materia de orden público. La seguridad nunca ha sido ajena a la discusión, pero el grado de preocupación del sector empresarial, y cómo ese tema ha venido subiendo, ha sido meteórico. Los hechos de violencia en el territorio y en algunos sectores en particular de manera muy intensa, como en los sectores agrícola e infraestructura, sobre todo porque se requiere un mínimo de condiciones de seguridad para que lo demás funcione, para que los alimentos salgan y se movilicen, para que los bienes y servicios se puedan distribuir, para que las exportaciones lleguen a su destino”.
Y también habló de la seguridad jurídica, refiriéndose al “cambio en las reglas de juego o, por lo menos, en lo anuncios en torno a esas reglas de juego y los riesgos que ello ha generado en torno a la inversión, es decir, a la capacidad de tomar decisiones de mediano y de largo plazo que requieren mínimos de certeza jurídica sobre cuáles son las reglas mediante las cuales el Estado me está convocando a participar en cierto tipo de productos o iniciativas”.
Por lo que enfatizó que “sin reglas claras de mediano y largo plazo la inversión no se va a dar porque ningún particular está obligado a invertir bajo ambientes de incertidumbre, sin certeza de cómo lo van a remunerar, sin certeza de si sus proyectos se van a poder conectar o no, sin certeza de si las comunidades van a dejar o no entrar la maquinaria, sin certeza de si proceso de licenciamiento ambiental se va a interpretar de una manera distinta. Son esas certezas las que ayudan a modelar los costos de inversión y a tomar decisiones de 10, 20 años”.
Sobre si ello lo ha visto ya el sector privado reflejado, el dirigente gremial expresó que “allí hemos tenido un enorme ruido en sectores muy clave, y que lo estamos sintiendo en términos de la caída de la inversión y el deterioro de las expectativas de inversión, y que el rol del Estado es esencial en mandar esas señales con absoluta claridad de cómo se ve el mundo hacia adelante y cómo convergen los recursos públicos y privados para resolver iniciativas. Eso está en el centro de las preocupaciones y aplica para sectores como el de minas y energía, infraestructura, vivienda, son los que han visto particularmente afectada sus expectativas de inversión”.
El panorama de las reformas Petro
El presidente del Consejo Gremial sostuvo que ve a varios de los ministros del presidente Gustavo Petro interesados en que la economía no se estanque, en que sus sectores avancen y se logre mostrar resultados tangibles. “Lo que siento, y esto es una opinión mía, no puedo generalizar, es que el grado de coordinación al interior del Gobierno es muy muy pobre. Uno no ve que ministros que quieren sacar su agenda adelante encuentren el suficiente respaldo por otras carteras, que son necesarias, para que esas iniciativas salgan adelante”.
En cuanto a temas más estructurales, como la discusión de las reformas sociales (la de salud, pensional y la laboral que hoy están en trámite en el Congreso de la República), sostuvo que “estamos de acuerdo en que se requieren cambios en el sistema de seguridad social y la manera cómo esos cambios se desarrollen, se ejecuten y se garanticen, el resultado para la ciudadanía va a ser mejor. Es una discusión que requiere todos los elementos sobre la mesa, hemos escrito un par de comunicaciones pidiéndole al ministro de Hacienda que muestre los escenarios combinados, ayer entregaron el de pensiones, que me parece importante verlo después de tantos meses”.
Sin embargo, enfatizó que “no estamos viendo qué es lo que significa la laboral para el mercado pensional, cuando la fuente de financiamiento viene del mercado laboral. Esa desconexión en esa discusión pues la hemos dicho. Hay que tener un análisis comprensivo del impacto de todas las reformas porque tienen desafíos desde el punto de vista fiscal, sobre todo porque el Congreso tiene que tener claridad de cuál es el escenario que se abre hacia adelante y de qué es lo que va a quedar cuando se resuelva esa discusión”.
En cuanto al ya entregado costo fiscal de la reforma pensional, entregado por el Ministerio de Hacienda, comentó que el tamaño del déficit que deja ese proyecto es de “terror”.
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