Bogotá — Ante una desaceleración económica en la que los recursos que presta el sistema financiero pueden llegar a limitarse, una estrategia que suelen ejecutar las empresas es asegurar los recursos de capital de trabajo rápidamente.
Un reciente análisis de Corficolombiana sostiene que como no es posible anticipar exactamente cuándo terminará un ciclo de desaceleración económica e inicie la etapa de recuperación, endeudarse incluso a tasas altas como ocurre hoy y asegurar los recursos necesarios para la operación diaria, resulta menos riesgoso que esperar a que las condiciones de financiamiento mejoren.
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Una estrategia de financiamiento no puede limitarse a mitigar riesgos de liquidez sin considerar otros aspectos, pues la cantidad de deuda que se utilice, la capacidad de pago y la generación de EBITDA puede afectar la estructura de capital y el valor de la firma en el largo plazo.
El equipo de Investigaciones Económicas de la firma realizó un análisis con información financiera al cierre de junio de 2023, con una muestra de 39 empresas colombianas de diversos sectores que poseen algún producto financiero listado en el mercado de capitales colombiano (acciones y/o bonos corporativos), sin incluir al sector financiero.
Se observó un aumento en la deuda de corto plazo. Desde junio de 2021 se evidencia una mayor participación del pasivo corriente dentro del pasivo total. Además, este análisis sugiere que las empresas han visto disminuir su posición de efectivo debido a las mayores obligaciones en pasivos corrientes y mayores gastos operativos.
Agrega Corficolombiana que eso no es todo, al observar la evolución de la cobertura de intereses de estas compañías, se evidencia un deterioro como resultado de enfrentar mayores costos de endeudamiento en los últimos años, tanto en el mercado de crédito bancario como en el mercado de capitales (deuda corporativa).
Sin embargo, destaca la firma que, a pesar del aumento en las tasas de interés, que afectó negativamente la cobertura de intereses, desde junio de 2020 se observa una mejora en la capacidad de pago.
Añade que es evidente que la estrategia seguida por las empresas premia la liquidez, esto se observa en el capital de trabajo neto (ajustado), que no incluye al saldo de caja, ni el endeudamiento, ni las inversiones. Este capital de trabajo neto ha mantenido una tendencia creciente durante el periodo analizado.
Por otro lado, hasta el momento las empresas colombianas han sabido responder y mantenerse ante un escenario plagado de incertidumbre, caracterizado por una desaceleración económica y altos costos de financiamiento.
Logrando mantener una generación de Ebitda positiva, superando el crecimiento tanto de la deuda total como de los intereses correspondientes.
Sin embargo, estas condiciones han afectado al crecimiento de las inversiones de capital (capex), el cual ha crecido en menor proporción frente al capital de trabajo.
En efecto, durante el período que abarca desde junio de 2020 hasta junio de 2023, se puede observar que el aumento de los activos corrientes excluyendo el efectivo ha superado el crecimiento de las inversiones en capex.
Por otro lado, es claro que, si la expectativa es una disminución en las tasas de interés, tiene sentido postergar el endeudamiento de largo plazo, especialmente a tasa fija, rotando la deuda de corto plazo, enfocándose en el capital de trabajo, y postergando las inversiones de capital.
Para Corficolombiana se puede inferir lo anterior a partir de la información analizada. Sin embargo, las decisiones de inversión no se limitan a las tasas de interés actuales. También hay incertidumbre respecto al crecimiento futuro del país, la regulación sobre algunos sectores, etc. En todo caso estas decisiones de inversión no pueden postergarse indefinidamente.
Expectativas
Ante una mayor incertidumbre resulta oportuno garantizar la liquidez necesaria por cada compañía, de acuerdo con su estrategia y capacidad de endeudamiento.
En este sentido, de mantenerse las condiciones actuales, Corficolombiana supone que el sector corporativo continuará evitando la deuda de largo plazo, limitándose a garantizar la operación.
En la medida en que bajen las tasas de interés y se corrija la estructura de plazos de estas, debería disminuir la participación del corto plazo en la cartera comercial.
La postergación de las decisiones de inversión está limitada, pues la falta de inversión en mejoras o expansiones puede hacer que una empresa pierda su ventaja competitiva y experimente ineficiencias operativas que se traducen en costos más elevados y una menor productividad a largo plazo.
Por consiguiente, el costo que están pagando las compañías por su gestión crediticia actual, no se limita a un endeudamiento “caro” de corto plazo.
El deterioro que presenta la cartera comercial en términos de crecimiento y calidad es menor al de la cartera total. El deterioro en calidad puede persistir si no comienzan a disminuir las tasas de interés, mientras que el deterioro en crecimiento puede continuar si persiste la incertidumbre vigente en el país sobre el crecimiento futuro, las reglas de juego, etc.