El último año y medio de Gustavo Petro: Cómo cambió Colombia hasta ahora y qué sigue

Expertos consultados por Bloomberg Línea indican que medidas sectores que ha tomado el Gobierno Petro en los sectores de vivienda, minas y energía han generado reducciones en el ritmo de inversión

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Bogotá — Al gobierno del presidente Gustavo Petro le quedan exactamente 20 meses de administración. Bloomberg Línea habló con el presidente de ANIF, José Ignacio López, y el director de Fedesarrollo, Luis Fernando, sobre el balance del primer presidente de izquierda de Colombia, y esto es lo que indicaron los expertos:

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Lo bueno

Mejía expresó que en el frente económico hay dos cosas por destacar. La primera, el compromiso con el cumplimiento de la regla fiscal, que ha sido un elemento importante de la gestión tanto del exministro José Antonio Ocampo como la del exministro Ricardo Bonilla, y que seguramente será igual en el caso del ministro Diego Guevara.

Y de manera complementaria, citó, la decisión de haber aumentado en casi un 70% el precio de la gasolina, que fue muy importante para resolver buena parte del problema relacionado con el costo del subsidio a los combustibles, que en el 2022 fue del orden de los COP$34 billones.

“Hoy en día el problema es del tamaño más o menos de unos COP$10 billones, solamente resta por resolver el problema del precio de la ACPM. Eso es muy importante, es una decisión muy responsable y que va en línea justamente con el cumplimiento de la regla fiscal”, enfatizó.

Aspectos con los que coincidió López, quien manifestó que entre lo que se debe destacar está que ha sido un gobierno que ha venido con grandes discusiones muy relevantes en materia económica. “También ha sido un gobierno que ha buscado visibilizar, sobre todo en el exterior, el potencial de Colombia en medio de la transición energética”.

Resaltó además el hecho de que ha sido un gobierno que pudo ajustar el precio de la gasolina y ahora está buscándose lo propio con el diésel, “lo cual es muy importante para las finanzas públicas”.

Y también recaló el compromiso del equipo económico de la actual administración por cumplir la regla fiscal.

Los lunares

El primero, refirió el presidente de ANIF, está asociado precisamente a que si bien ha sido un gobierno de grandes debates de alto calado, muchas veces los diagnósticos no necesariamente se han traducido en políticas públicas efectivas. “Hemos visto en algunas dimensiones unas recetas de políticas que han sido, a nuestro modo de ver, no solo no efectivas sino nocivas, como en el caso del tema energético, también en el tema de salud, infraestructura y de alguna manera también vemos algunos lunares en lo que fue el planteamiento de la reforma pensional y la que todavía discute, la laboral”.

Agregó que otro aspecto negativo es que el propio Ejecutivo ha reconocido la poca capacidad de ejecución en muchos frentes y, en materia fiscal, “si bien destacamos el compromiso por cumplir la regla, un gran lunar ha sido la sobreestimación en varias ocasiones de los ingresos fiscales proyectados”.

Recordó el caso de los ingresos asociados al arbitramento de litigios, que hace que una vez se generen estas optimistas predicciones de ingresos, pues el cumplimiento de las metas fiscales sea más difícil.

Y el director de Fedesarrollo mencionó que el Gobierno Petro se ha equivocado en el monto fijado para el presupuesto de este año, y parece insistir también con el monto inflado del presupuesto para el 2025. “Nosotros el año anterior habíamos dicho que el presupuesto del 2024 no era financiable, que habría la necesidad de hacer un recorte, como en efecto sucedió, y hemos anunciado lo mismo para el presupuesto del 2025″.

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En ese sentido, puntualizó que esa insistencia en poner presupuestos por encima de las capacidades de financiamiento genera problemas en la administración pública, porque los recortes naturalmente son difíciles de hacer por un lado, y por el otro, también generan ruido e incertidumbre frente a esa capacidad fiscal.

Adicional a eso, habló de la gran cantidad de anuncios y medidas que han generado incertidumbre en la inversión, no solamente en la parte macro, relacionada con, por ejemplo, las reformas estructurales, en particular la de salud y la reforma laboral, la reciente ley de financiamiento que al final se cae, que también había generado incertidumbre, sino también con medidas más sectoriales.

Dio el ejemplo de decisiones relacionadas con el sector mineroenergético, con la infraestructura, cuando no se aumentan los peajes con la inflación, y en el sector de la vivienda, cuando se dio al principio del gobierno el cambio en la metodología de focalización.

“Todos esos puntos han generado reducciones en el ritmo de inversión, de hecho, la inversión cayó en el 2022 y en el 2023, y naturalmente afecta negativamente el desempeño de la economía, la generación de empleo, y por ende son lesivos para el bienestar de los hogares en el país”, concluyó Mejía.