Bogotá — Las temperaturas en Colombia durante enero han sido particularmente altas. En Bogotá han desatado incendios en los cerros orientales, mientras que en la sabana cundiboyacense los agricultores ya sienten las afectaciones en sus cultivos lo que hace temer que pueda existir un nuevo pico inflacionario en el grupo de alimentos.
Los alimentos en el país se encarecieron un 30% entre 2021 y el primer trimestre de 2023. Desde entonces comenzó la corrección de precios y la reciente ola de calor amenaza con generar otro pico inflacionario en los productos que más se producen y se consumen en Colombia.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de las Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), asegura que la situación es compleja para todos los cultivos en el país, porque si bien se han preparado para la temporada de sequía, las temperaturas están siendo dramáticamente altas.
“Esa escasez hídrica se puede agudizar en los próximos dos o tres meses, cuando estamos esperando el pico de calor, y puede generar afectación en los precios, pero sin tener claro cómo va a afectar y en qué condiciones vamos a recibir ese pico, es mejor no especular en cuánto se van a afectar”, dijo el dirigente gremial.
Calidad en descenso
Si bien la temporada seca aún no genera problemas grandes de escasez, sí hay afectaciones en la calidad de los productos que se están comercializando.
Luis Hernando Ríos, jefe de Mercado de la Central de Abastos de Bogotá (Corabastos), sostiene que los precios han estado muy volátiles porque la calidad de los productos que llegan de la sabana no está siendo igual de un día para otro.
“En las hortalizas, como lo son la acelga, apio, coliflor y cilantro principalmente, se está viendo que hay unas de muy baja calidad, pero depende mucho del día, por eso estamos viendo variaciones fuertes en los precios entre uno y otro día”, explicó Ríos.
Frutas como el mango, la mandarina o el banano, que llegan provenientes del Tolima y otros departamentos en donde la característica principal es la alta temperatura, “están llegando a Bogotá muy deshidratadas porque es en donde más se está sintiendo la alta temperatura y donde menos agua hay para los cultivos”, dice Ríos, quien añadió que previendo lo que pueda pasar más adelante con las temperaturas y la disponibilidad de agua, algunos agricultores “están acelerando los proceso de recolección”.
Bedoya, de la SAC, explicó que por el momento cultivos como el de papa y cebolla, no tienen problemas de escasez, pero por la preocupación de los productores de no exponer sus cultivos a las fuertes temperaturas están teniendo cosechas de menor tamaño y eso comienza a impactar el precio de los productos.
Carne más barata
La cría de ganado para la producción de leche y carne es uno de los que suele tener mayores dificultades en temporadas de sequía, el cuidado de los animales dificulta su tenencia.
Además, la escasez de lluvias afecta los pastos y con ello la producción lechera. Sin embargo, Álvaro Urrea, presidente ejecutivo de Asociación Frigoríficos de Colombia, dice que en los últimos meses los precios de compra de ganado en pie han estado a la baja en el país.
“Eso no tiene que ver necesariamente con el clima, más por el dólar y la competencia del mercado de Brasil”, explicó Urrea, quien agregó que la fortaleza del peso ha desincentivado la exportación de ganado en pie, y a ello se le suma, que “características específicas del ganado brasileño hace que el mercado internacional esté prefiriendo comprar allá que acá”.
Añade que eso ha llevado los precios a corregir durante los últimos meses, y que “la expectativa es que sigan bajando durante los próximos”.
A pesar de que, en la etapa de sacrificio y comercialización del ganado los precios vienen cayendo, desde la Federación de Ganaderos de Colombia (Fedegán) si reportan una fuerte afectación para los productores durante la temporada de calor.
José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, sostiene que los ganaderos del país han perdido unos $122.400 millones, alrededor de US$30,6 millones, por la hostilidad del clima.
El efecto negativo es, principalmente, en las regiones Andina, Caribe y los Llanos Orientales. “De acuerdo con las estadísticas el mayor impacto se observa por las pérdidas de $105.795 millones registrada en las ganaderías especializadas en lechería”, sostuvo Lafaurie.
La producción lechera, según el presidente de Fedegán, se ha visto reducida en 1.858.827 litros al día desde el primero de diciembre hasta mediados de este mes.
El ganado criado para comercialización de carne también se ha visto afectado. Hasta el momento, 45 días de fenómeno de El Niño, han muerto 8.879 bovinos, y eso, dice Óscar Cubillos Pedraza, director de Planeación y de Estudios Económicos de Fedegán, representa pérdidas por $16.645 millones.
La muerte de animales generalmente se atribuye a la insuficiencia de agua -generada por la sequía- y de alimento o pastos ante la caída productiva causada por la falta de lluvias o de precipitaciones. “El sector ha sido afectado por la muerte de bovinos en 16 departamentos de las tres regiones, citadas -Andina, Caribe y Llanos Orientales-”, manifestó Cubillos.