Bogotá — En entrevista con Bloomberg Línea, Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN, hizo un llamado a la necesidad de invertir en una política de innovación que tenga en cuenta las necesidades y desafíos de Colombia, y a dejar de copiar modelos extranjeros: “seguimos muy colonizados”.
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“Estamos haciendo mal todo en la medida en que seguimos sin construir una lectura propia de las condiciones ecológicas de nuestro entorno. Y puede parecer muy raro que lo diga una rectora de una universidad de negocios, pero al final lo que sucede es que nuestras capacidades adaptativas están siempre más atentas a la innovación que proviene del norte”, dijo la también exdirectora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt y quien está entre las colombianas de la Lista de las 500 personas más influyentes de América Latina.
Lo anterior, haciendo referencia a los países que tienen agendas de desarrollo muy ajustadas a sus propias necesidades y para enfatizar que en Colombia no se entienden las condiciones ni la historia, por lo que enfatizó que acá seguimos muy colonizados realmente.
En ese sentido, hizo un llamado a la necesidad de invertir en innovación porque aseguró Colombia sigue siendo uno de los países que menos gasta o menos destina recursos financieros, humanos y tecnológicos a crear respuestas a sus propios problemas.
“Y se ha dicho de forma recurrente, nuestro Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación es uno de los más pequeños del continente, el gasto per cápita, el gasto PIB, nuestras regalías se diluyen en proyectos a veces llevados por la corrupción, a veces totalmente innecesarios”, aseguró.
Por lo que indicó que sin esa política de innovación, “hagamos lo que hagamos, siempre vamos a estar o repitiendo, o copiando o comprando soluciones externas a un precio muy alto y, finalmente, lo que estamos haciendo es intercambiando unos recursos como los petroleros, los carboneros, los mineros, que provienen de la extracción, por unos recursos muy costosos que provienen de la economía de servicios de otros países”.
Lo que calificó como un muy mal negocio que seguirá siendo un círculo vicioso que de no romperse, hará muy difícil que se encuentren formas, ahí sí muy cotidianas, de manejar bien el agua, la energía, la comida, el suelo y la biodiversidad. Este último, insistió, es el que más va a servir para romper esas dependencias.
En cuanto a la transición energética que ha liderado el Gobierno Petro, señaló que está de acuerdo en que hay que llevar a cabo ese proceso y abrir espacios para la nueva economía, la reindustrialización y el turismo sostenible. “El tema es que esa transición tiene que ser cuidadosamente diseñada, tiene que tener un plan estructurado detrás para saber a medida que vamos abandonando el petróleo, entramos al gas, a medida que pasamos del gas entramos al hidrógeno... hay que sentarse con seriedad, construir una ruta.
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A lo que agregó que el país requiere políticas de largo plazo que consideren el uso las nuevas herramientas disponibles que provee la IA. “La única forma en que vamos a poder solventar la crisis ambiental, en que vamos a poder afrontar el cambio climático que se nos vino encima es utilizando tecnología”.
No obstante, la bióloga refirió que hay paradojas porque la Inteligencia Artificial usa toneladas de energía, requiere capacidades gigantescas de almacenamiento y de procesamiento de datos, además de que requiere arreglar asuntos de propiedad intelectual, seguridad y privacidad, “pero estamos en una carrera dentro de nuestros propios procesos de innovación para hacer que los nuevos inventos realmente ayuden a superar las viejas crisis”.
