Bogotá — La pobreza multidimensional reportada en 2022 (12,9%) fue la más baja de Colombia en los últimos 12 años, según datos del Dane. Aunque hubo mejoras en la mayoría de indicadores analizados, las privaciones en educación, la informalidad y el desempleo de larga duración siguen generando preocupaciones.
Antes de entrar en otros detalles, vale decir que tener al 12,9% de la población de Colombia en pobreza multidimensional, 3,1 puntos menos que en 2021 (16%), significa que 6,6 millones de personas están privadas de servicios esenciales como educación, salud, trabajo, vivienda, entre otros aspectos clave para el desarrollo de cualquier ciudadano.
Según los datos del Dane, en 2022 aproximadamente 1,5 millones de personas salieron de la pobreza multidimensional en Colombia. De ese total, el 71,3% (1,05 millones) estaba en las ciudades (cabeceras) y el restante 28,7% (422.000) en los centros poblados y rural disperso.
Ahora sí, entrando en materia, según los datos del Dane, en el total nacional el 45% de la pobreza multidimensional de Colombia en 2022 estuvo explicado por temas relacionados a las privaciones en educación: por el bajo logro educativo (23,3%), el analfabetismo (11,7%), el rezago escolar (8%) y la inasistencia escolar (2%).
Otro grande rubro que preocupa tiene que ver con el mal desempeño del mercado laboral, pues el 29,7% de la pobreza multidimensional en 2022 estuvo explicada por el trabajo informal (24,6%) y el desempleo de larga duración (5,1%).
No hay que olvidar que según datos del Dane en promedio 6 de cada 10 trabajadores de Colombia se encuentran en la informalidad, es decir que no cotizan ni a salud, ni a pensión. Además, de acuerdo con datos de la entidad estadística, Colombia tenía a 2,5 millones de personas en desempleo en marzo.
Según Natalia Galvis, consultora en política social y experta en temas de pobreza, para que las personas que están en pobreza encuentren empleo es importantísimo el desarrollo del capital humano y “eso ocurre básicamente porque hay acceso a educación básica, técnica, tecnológica y universitaria de calidad (...) eso se traduce en mayores oportunidades de participar en el mercado laboral”.
Otra herramienta que puede ayudar a la empleabilidad de personas en pobreza “son los centros de cuidado que permiten a los cuidadores, especialmente mujeres, tener una oportunidad de educarse o trabajar porque liberan tiempo que destinaban originalmente al cuidado de alguien más, principalmente los hijos. Y así uno podría enumerar otras formas de ayudar al empleo desde la oferta”, dijo a este medio recientemente Henner Solarte, economista de la Universidad de Eafit y quien ha trabajado evaluando el impacto de subsidios en Antioquia.
No hay que olvidar que la pobreza multidimensional se enfoca en las condiciones en las que viven los colombianos a través de cinco grandes dimensiones: condiciones educativas del hogar, condiciones de la vivienda y servicios públicos, condiciones de la niñez y adolescencia, salud y trabajo. De esas cinco dimensiones se analizan 15 indicadores.
Teniendo en cuenta lo anterior, en el total nacional el único indicador que desmejoró en 2022 fue el de bajo logro educativo. Este pasó de afectar al 40,8% de los hogares del país en 2021 a impactar al 40,9% en 2022.
Aunque la variación de dicho indicador no fue significativa, según la directora del Dane, Piedad Urdinola, ello se explica principalmente porque como “muchos jóvenes dejaron de asistir al colegio por la pandemia, reengancharlos ha sido bastante complejo. Una vez que un joven deserta del colegio, es difícil que vuelva. Es uno de los efectos postpandemia que estamos viviendo”.
Según la entidad estadística, una persona se considera privada del logro educativo “si pertenece a un hogar donde la educación promedio de las personas mayores de 15 años es menor a 9 años de educación”.
Por lo expuesto es que expertos destacan los resultados de programas sociales como Jóvenes en Acción. “Dicho programa ha aumentado el acceso a educación de calidad de las personas de hogares más pobres mientras que da continuidad a los esquemas de transferencia durante ese periodo de formación para que las personas no vayan a desertar y completen el ciclo de educación que posteriormente se va a traducir en mayores oportunidades de acceder a los mercados de trabajo”, comentó recientemente Galvis a este medio.