Bogotá — Esta semana el dólar en Colombia alcanzó su máximo histórico del año, COP$4.215, motivado por los datos de desempleo de Estados Unidos y la peor caída en décadas de la bolsa japonesa, ¿qué esperar de la divisa para el cierre de 2024?
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Francisco Chaves, gerente de análisis de mercados del Banco de Bogotá, le dijo a Bloomberg Línea que el peso colombiano (COP) ha sufrido una depreciación algo superior al 5% en lo corrido del año y que la debilidad de la moneda se ha dado en medio de un movimiento negativo de las principales monedas emergentes frente al dólar y particularmente un movimiento que se ha visto exacerbado en monedas como el real de Brasil y el peso mexicano, siendo estas dos las divisas o las monedas que más han caído en lo corrido del año en la región.
“Y aunque el peso colombiano ha tenido recientemente episodios de mayor volatilidad, pareciera que lo que se avecina en los meses de octubre y noviembre y sobre todo octubre ante las elecciones presidenciales en Estados Unidos pueden ser episodios de incrementos mayores de volatilidad frente a los observados recientemente. En este orden de ideas hay algunas razones por las cuales la tasa de cambio podría cerrar por encima de los niveles actuales, por encima de COP$4.000 pesos, como el posible escenario adverso para los mercados de la incertidumbre política en Estados Unidos”, explicó Chaves.
A lo que agregó que el tema de las elecciones puede ser una situación que genere bastante volatilidad, asociado también a la preocupación que hay por la incertidumbre de si la economía norteamericana va a entrar en recesión o no, o si ya habría entrado en un proceso de desaceleración de su economía más fuerte. Adicionalmente por todos los riesgos asociados a la parte idiosincrática en Colombia y en la región, que a su vez está llevando a una toma de utilidades por parte de los inversionistas, los cuales durante varios años aprovecharon las tasas altas en estos países y las tasas bajas en países como Japón y China para montar carry trade donde las tasas de interés, donde el diferencial de tasas de interés jugaba en favor nuestro.
“Con el desmonte de estos carry trades, lo más probable es que las monedas de esta región continúen con algo de retrocesos y al peso colombiano habría que adicionarle algo y es un posible incremento en la magnitud de los recortes de la tasa de interés por parte del Banco de la República, que si se llega a dar en septiembre o en octubre habría un incremento también posiblemente del movimiento de evaluación de la tasa de cambio”, enfatizó el gerente de análisis de mercados del Banco de Bogotá.
Por lo que con esto se esperaría, insistió, que la tasa de cambio oscile entre los COP$4.000 y algo superior a los COP$4.200 en algún momento del año y con una mayor probabilidad el cierre estaría alrededor de los COP$4.150 finalizando diciembre.
Por su parte, Andrés Moreno, analista financiera, señaló a este medio que el comportamiento puede ser devaluacionista, hacia el alza. “Pero obviamente, el año pasado con esa teoría, todo el mundo perdió. El dólar en Colombia se mueve no solamente por atención local, que cada vez es menor debido a que ya llevamos el 50% del Gobierno Petro y vendrá otro. Se mueve también por los precios del petróleo, por Estados Unidos si llega a tener algún problema económico, por atención geopolítica mundial, por lo que está pasando en los emergentes”.
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En ese sentido, explicó que no cree que se vaya a devaluar mucho. “La razón es que vienen flujos de capitales hacia los países emergentes como Colombia debido al rebalanceo de fondos internacionales ante la caída de tasas de interés tanto en Europa como en Estados Unidos. Y, en busca de mayor apetito de riesgo van a terminar aterrizando en Colombia”.
Por lo que concluyó que considera que el dólar a final de año se cotizará en COP$3.900 pesos. “No creo que se vaya a ir más allá de COP$4.300, salvo que algo extraordinario ocurra. La caída de tasas de interés en Estados Unidos favorece a países como Colombia, así Colombia también baje tasas, y no creo que lleguemos a romper ese rango por lo pronto”.
Fedesarrollo, por su parte, proyecta un dólar a COP$4.227 para el último trimestre del año. Luis Fernando Mejía, director de este centro de investigaciones económicas, expresó que la fluctuación del billete verde dependerá de su comportamiento a nivel mundial, porque usualmente lo que ocurre en este tipo de fenómenos es que en los primeros días hay una alta volatilidad, pero que se va disipando en la medida en que pasa el tiempo.
Por lo que resaltó que no descartaría depreciaciones adicionales de la moneda, “es muy probable que esta volatilidad sea un poco menor a la que ya vimos esta semana y que eventualmente tengamos unas cifras de depreciación mucho más bajas de las que ya tuvimos”.
Asimismo, José Luis Hernández, trader institucional de Corficolombiana, refirió en un análisis al comenzar esta semana que el peso colombiano (COP) debería seguir el camino de los emergentes que, ante el pánico y la búsqueda de refugio, encuentran adeptos en las compras del dólar. “Así que tendremos presión alcista rompiendo niveles de COP$4.140 para llegar hasta COP$4.220 e incluso COP$4.300. Increíble este escenario cuando hace apenas unos días esperábamos que llegara a COP$3.979. Así son los mercados, cambian en un abrir y cerrar de ojos”.
Hernández concluyó que nos encontramos en un equilibrio muy delicado para el dólar antes de que esto se convierta en una total aversión al riesgo y los mercados lo lleven al alza con fuerza.
“Aunque las caídas que veamos puedan parecer alarmantes, podrían presentar también oportunidades de compra para los mercados accionarios, que tanto necesitaban este respiro, y también para coberturas de sector exportador. Por lo pronto, abrocharse los cinturones y juiciosos con los niveles y los stops”, añadió el trader.
