Bloomberg Línea — Las políticas de Donald Trump podrían favorecer la relocalización de operaciones de empresas estadounidenses hacia Colombia, dependiendo de cómo se implementen las medidas arancelarias y comerciales, dijo en entrevista con Bloomberg Línea el director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA), Ricardo Triana.
La llegada de Donald Trump a la Presidencia de EE.UU. vuelve a poner el factor comercial en primer plano ante el pulso que mantiene la mayor economía del planeta con China. Latinoamérica se enfrenta a una disyuntiva en sus políticas comerciales y la cercanía que mantiene con el gigante asiático ante las presiones estadounidenses.
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En el caso de Colombia, desde el Consejo de Empresas Americanas (CEA) ven este contexto como una oportunidad para robustecer su oferta de valor y afianzar sus relaciones con EE.UU., que es su principal socio comercial, a pesar de las distancias ideológicas del presidente electo Donald Trump y el mandatario colombiano, Gustavo Petro.
Según un reporte del holding financiero Credicorp, Colombia es uno de los países con mayor exposición comercial a EE.UU. entre los países grandes de Latinoamérica y cerca del 30% de las exportaciones son dirigidas a ese país. En cambio, “la exposición a China es moderada, representando solo un 9% de las ventas externas”.
En entrevista con BL, el director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA), Ricardo Triana, se refiere a los posibles efectos que prevén las empresas estadounidenses con las políticas arancelarias de Donald Trump, a las relaciones entre el presidente electo de EE. UU, y el mandatario colombiano Gustavo Petro, entre otros asuntos clave.
Bloomberg Línea: ¿Qué efectos prevén las empresas estadounidenses con las políticas arancelarias de Donald Trump?, ¿cuál puede ser el efecto en las inversiones en Latinoamérica y Colombia de estas empresas?
Ricardo Triana – director ejecutivo CEA: Las políticas arancelarias de Donald Trump podrían generar cierta incertidumbre en el comercio bilateral. Esto debido a que, el enfoque proteccionista que impulsó Trump en su campaña presidencial podría impactar las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos, que en 2023 alcanzaron US$13.286 millones y consolidan a EE. UU. como el principal socio comercial del país. Sin embargo, es probable que, al igual que en su primer mandato estas medidas proteccionistas no se implementen. Por lo que, confiamos en que no haya mayores impactos y que las sólidas relaciones comerciales construidas durante 202 años entre ambos países permitirán ajustar estrategias para mitigar estos efectos y fortalecer la cooperación en áreas estratégicas.
En cuanto a las inversiones, existe la posibilidad de que las empresas estadounidenses reconsideren sus decisiones de expansión en la región en caso de un posible incremento en los costos asociados a aranceles o la falta de confianza en el entorno económico y político. Este escenario podría generarse en caso de un proceso de desertificación del país, aunque no se considera un riesgo inherente, sino una condición que podría influir en las decisiones empresariales dependiendo de su magnitud y alcance. No obstante, Colombia tiene una ventana de oportunidad para consolidarse como un destino preferente, respaldado por su entorno estable, competitivo y por la continuidad de políticas que promueven la atracción de capital extranjero. En 2023, Estados Unidos se posicionó nuevamente, como el principal inversionista en el país, aportando aproximadamente US$5.550 millones en inversión extranjera directa (IED), lo que refuerza la relevancia de mantener una relación comercial sólida y estable.
La clave radica en cómo estas políticas arancelarias se traduzcan en acciones específicas y en la capacidad de ambos gobiernos para coordinar esfuerzos que minimicen los impactos adversos. Además, Colombia puede aprovechar este contexto para fortalecer su oferta de valor en sectores estratégicos como infraestructura, tecnología y energías renovables, los cuales son de interés para los inversionistas estadounidenses. La cooperación bilateral será importante para garantizar que el país siga siendo un socio confiable y competitivo en un panorama global cada vez más desafiante.
BL: ¿Cómo las políticas de Trump pueden favorecer o no la relocalización de operaciones de las empresas estadounidenses en Colombia?
RT: Las políticas de Donald Trump podrían favorecer la relocalización de operaciones de empresas estadounidenses hacia Colombia, dependiendo de cómo se implementen las medidas arancelarias y comerciales. En el caso de que se intensifiquen las tensiones comerciales con China, como pasó en su primera Administración, muchas empresas iniciarán a diversificar sus cadenas de suministro y buscar mercados alternativos. En este escenario, Colombia se podrá posicionar como un aliado estratégico debido a su ubicación geográfica privilegiada, el talento humano y al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, que facilita la exportación de bienes y servicios sin aranceles y mejora la competitividad frente a otros destinos.
Aunque en su primer mandato, Trump promovió el regreso de la manufactura a Estados Unidos, su enfoque comercial también favoreció el nearshoring. Ante esto, Colombia podría aprovechar esta estrategia en sectores como manufactura, servicios y tecnología, donde ya tiene ventajas competitivas y un crecimiento sostenido.
Sin embargo, estas políticas también presentan desafíos. Las empresas están atentas a la incertidumbre económica global y a las condiciones locales que puedan impactar su capacidad operativa, como infraestructura, costos laborales y estabilidad regulatoria.
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BL: ¿Cómo perciben las empresas estadounidenses este pulso comercial de EE. UU. con China y qué tanta competencia está viendo en Colombia?, ¿cómo puede EE. UU. asegurar su posición como principal socio comercial del país?
RT: Las empresas estadounidenses en Colombia observan con atención el pulso comercial entre Estados Unidos y China, reconociendo que este contexto global puede influir en su competitividad local. A pesar de la fuerte competencia con productos chinos, las empresas estadounidenses destacan su capacidad para ofrecer calidad, innovación y servicios personalizados, lo que les permite mantener una posición sólida en el mercado colombiano.
Además, la cercanía geográfica entre EE. UU y Colombia facilita las relaciones comerciales, brindando ventajas en términos de costos, logística y tiempo de entrega. De hecho, entre enero y agosto de este año se han acumulado USD$9.443 millones de dólares en exportaciones a EE. UU mientras que las exportaciones a China alcanzan los USD $1.798 millones de dólares en el mismo período de tiempo, lo que refleja la importancia del mercado estadounidense para la economía nacional.
Para asegurar su posición como principal socio comercial de Colombia, EE.UU. debe continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales con el país a través de acuerdos comerciales y apoyo a iniciativas locales que fomenten el desarrollo económico. La inversión en infraestructura y tecnología también es crucial para mejorar la competitividad frente a otros actores globales, especialmente en un entorno donde Colombia busca diversificar sus alianzas geoestratégicas más allá de Occidente, como se evidencia con su reciente unión a la Ruta de la Seda de China.
BL: ¿Cómo anticipan que será el flujo de inversión a nivel empresarial teniendo en cuenta la relación del presidente electo Donald Trump y el mandatario colombiano, Gustavo Petro?, ¿qué desafíos ven?
RT: Se anticipa que el flujo de inversión empresarial entre Estados Unidos y Colombia se mantendrá estable en el transcurso de los siguientes años. Si bien la relación entre el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, y el presidente colombiano, Gustavo Petro, puede estar marcada por diferencias ideológicas, también presenta oportunidades para la colaboración, especialmente en temas económicos y comerciales. Cabe resaltar que Estados Unidos se ha consolidado como el principal inversionista en Colombia, con una inversión total de US$5.550 millones de dólares en 2023, lo que confirma la relevancia de este vínculo para el desarrollo económico del país.
Ambos Gobiernos están motivados por el interés mutuo en fomentar el comercio y la inversión, lo que genera expectativas optimistas sobre el fortalecimiento de los lazos bilaterales. La sólida relación histórica entre ambos países, combinada con un enfoque en la cooperación económica, se traduce en una perspectiva positiva para el futuro de las inversiones. Desde el CEA Colombia vemos con optimismo cómo, a través del diálogo y la colaboración, se logrará crear un ambiente favorable para los inversionistas extranjeros, promoviendo un crecimiento económico sostenible en Colombia.
BL: ¿Qué inversiones de las empresas estadounidenses se prevén para el próximo de año de gran relevancia para Colombia?
RT: se proyecta que las inversiones de empresas estadounidenses en Colombia mantendrán una tendencia estable y al alza en 2025, especialmente en sectores estratégicos como tecnología, energía renovable e infraestructura. Teniendo en cuenta las cifras de inversión de los últimos años, Estados Unidos se ha mantenido como el principal inversor en Colombia, con un interés sostenido por parte de los inversionistas estadounidenses, quienes reconocen al país como un destino atractivo.
Aunque no es posible proyectar cifras exactas para el próximo año, se anticipa que las inversiones continuarán en aumento, impulsadas por los beneficios del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos. Este acuerdo ha mejorado significativamente el acceso de los productos colombianos al mercado estadounidense, consolidando a Colombia como un destino atractivo para el capital extranjero.
En 2011, antes de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC), la inversión extranjera directa de Estados Unidos en Colombia se situaba en USD $2.154 millones de dólares. El año pasado, esta cifra experimentó un crecimiento de aproximadamente 157%, alcanzando los US$5.550 millones de dólares, lo que refleja el impacto positivo del acuerdo en la atracción de inversiones.
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BL: ¿Qué sectores pueden verse beneficiados el próximo año de la inversión estadounidense y qué lo explica?
RT: Se espera que los sectores de tecnología, energía renovable y agroindustria sean los principales beneficiarios de la inversión estadounidense en Colombia los próximos años. La creciente demanda de soluciones tecnológicas innovadoras y sostenibles, junto con la necesidad de modernizar la infraestructura agrícola, abre oportunidades clave para las empresas estadounidenses.
De hecho, el enfoque en energías limpias y sostenibilidad se alinea con las tendencias globales hacia la descarbonización, lo que genera un panorama atractivo para inversiones en proyectos que no solo ofrecen rendimientos financieros, sino que también promueven la protección del medio ambiente. Estas inversiones impulsarán el crecimiento económico local y contribuirán a la creación de empleo en Colombia, fortaleciendo aún más las relaciones comerciales entre ambos países.
BL: ¿Qué percepción tienen las empresas estadounidenses de la bajada de la inflación en Colombia y de las tasas de interés, al mismo tiempo que la economía crece moderadamente?, ¿cómo perciben el ambiente de inversión en Colombia?
RT: Las empresas estadounidenses ven con optimismo la reciente disminución de la inflación en Colombia, que se espera cierre en aproximadamente 5.5% a finales de 2024. Este logro, acompañado de una posible reducción de las tasas de interés al 5% en 2025, configura un ambiente más favorable para el acceso al crédito y la inversión. La combinación de inflación controlada y menores tasas de interés fomenta el consumo interno y crea un entorno más propicio para la expansión y las operaciones comerciales.
La reducción de las tasas de interés es vista como un estímulo clave para el desarrollo económico, ya que facilita la expansión de operaciones, las inversiones en infraestructura y los proyectos de innovación tecnológica, mientras reduce los costos financieros para las empresas, aumentando sus márgenes de ganancia. Este escenario no solo mejora la competitividad de las compañías en el mercado local, sino que también incentiva el gasto de consumidores y empresas, impulsando el crecimiento económico de manera sostenible.
En general, el ambiente de inversión en Colombia se percibe como cada vez más atractivo. Las perspectivas de un crecimiento del PIB entre 2,6% y 3,1% para 2025, impulsado por sectores clave como manufactura y energía, refuerzan esta percepción. Las empresas confían en que una colaboración solida entre los sectores público y privado será fundamental para fortalecer el clima de inversión y garantizar un desarrollo inclusivo, consolidando a Colombia como un socio estratégico en América Latina.
BL: ¿Cuáles considera que son los principales riesgos para el clima de inversión para el próximo año en Latinoamérica y Colombia?
RT: Los principales riesgos para el clima de inversión en Latinoamérica y Colombia incluyen la incertidumbre política y económica, que pueden afectar la confianza de los inversores. La situación política actual presenta algunos desafíos, ya que las decisiones gubernamentales pueden influir en las condiciones del mercado. Otro riesgo importante es la posible desaceleración económica global, que podría impactar las exportaciones colombianas y limitar el crecimiento del PIB.
A pesar de estos desafíos, se espera que Colombia continúe siendo un destino atractivo para la inversión extranjera directa, siempre que se mantenga un enfoque proactivo para abordar estos riesgos y se fortalezcan las instituciones responsables del clima empresarial. La cooperación entre los sectores público y privado junto con la adopción de políticas orientadas a promover la estabilidad macroeconómica, garantizar la transparencia, disminuir la incertidumbre y diversificar la estructura económica serán clave para mitigarlos y garantizar un futuro próspero para las inversiones en el país.
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