Bogotá — Entre más crecen los usuarios de las criptomonedas también aumentan las dudas que giran en torno a sus características y usos. Incluso, son cada vez más los mitos que giran en torno a ellas.
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Por eso hoy hablaremos de cuáles son esos cuatro mitos más comunes, de acuerdo con Chainalysis, plataforma de análisis de blockchain.
Y es que ahora diferentes gobiernos evalúan cómo se pueden regular e integrar al sistema financiero, todo teniendo en cuenta los riesgos y preocupaciones que todavía generan.
1. Las criptomonedas carecen por completo de regulación: esta falta de regulación en los inicios de las criptomonedas abrió todo un abanico de posibilidades que permitía a cualquiera hacer un mal uso de ellas. Fue entonces que los gobiernos y organismos financieros se dieron cuenta de la necesidad de regular un sector que tenía el potencial de revolucionar por completo las transacciones económicas a nivel mundial.
En 2019, el Intergovernmental Financial Action Task Force (FATF) publicó normas globales detalladas para combatir las finanzas ilícitas entre sus muchos países participantes, y esas normas se han actualizado periódicamente desde entonces. A raíz de esto cada país trató de adoptar las normas globales y las tradujo a sus normas locales.
2. Las cripto son anónimas e imposibles de rastrear: las transacciones de criptomonedas siempre han sido seudónimas, en el sentido de que están vinculadas a una dirección estática y visible públicamente, y no anónimas, como muchos creen. La ampliación de las obligaciones KYC (Conozca a su cliente) a las empresas de criptomoneda también garantiza que otras transacciones, como las conversiones de moneda fiduciaria en criptomoneda, tampoco sean anónimas.
3. Las plataformas para invertir en criptomonedas roban a sus usuarios: hay que operar plataformas de reconocida reputación, que ofrezcan garantías y buen soporte. De esa manera es seguro invertir en Bitcoin y demás criptomonedas. Puede que algún día las criptomonedas reemplacen el efectivo y las tarjetas de crédito, pero por ahora, se considera que todas las monedas digitales existentes solo valen un pequeño porcentaje del dinero físico del mundo. A lo que se puede apuntar es a invertir en Bitcoin como una forma de diversificación o para generar plusvalía tanto a largo como a corto plazo.
Está claro que las criptomonedas llegaron al mercado para quedarse y 15 años después de su nacimiento seguimos aprendiendo cómo usarlas de forma segura, eficiente y útil. Hay muchos mitos y desinformación al respecto, pero las criptodivisas cada vez se integran más a la economía de los países. Actualmente los gobiernos de diferentes países están investigando la viabilidad de las monedas digitales de bancos centrales basadas en blockchain (CBDC), así como están proporcionando claridad reguladora a las criptodivisas existentes.
4. Las cripto solo se utilizan para delinquir: en los inicios de las criptomonedas, los delincuentes identificaron una oportunidad para estafar y dañar a miles de usuarios en todo el mundo ante la falta de regulaciones en un sector que apenas estaba emergiendo y del que no había amplio conocimiento. Tal fue el caso de Silk Road, el primer mercado moderno de la darknet, que en su punto álgido representó casi el 20% de la actividad económica diaria de Bitcoin antes de ser cerrado por las fuerzas de seguridad en 2013.
En la última década, el aumento de la presión policial y la regulación de las criptomonedas han ayudado a reducir los delitos relacionados con las criptomonedas, mientras que las herramientas de análisis de blockchain también han facilitado la investigación y la prevención de actividades ilícitas.