Bogotá — Se estima que un 15,7% de la población económicamente activa en Colombia devenga un salario mínimo y tiene que destinar cerca del 24,5% de sus ingresos para los gastos de la canasta básica. Entre tanto, solo un 3,4% de los colombianos son considerados de clase alta.
A pesar de las presiones financieras que enfrentan los hogares que devengan el salario mínimo, estos entrarían al grupo de la clase media si se analiza en términos de ingreso per cápita, según un reporte de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF).
ANIF explica con base al análisis de distintas fuentes “que aquellos hogares de clase media son los que tienen una probabilidad menor al 10% de caer en pobreza”.
La entidad indica que el ingreso per cápita tiene en cuenta la suma de todas las fuentes de ingreso para cada hogar.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) tiene en cuenta para su cálculo los ingresos laborales, las transferencias recibidas en subsidios, rentas generadas por activos como arriendos, becas, pensiones
“Y luego divide esta cantidad entre el número total de personas que compone ese hogar, sin importar si aportan o no a los ingresos”, señala.
Agrega que este análisis permite evaluar el panorama y efectividad de las políticas públicas que apuntan a que más hogares salgan de la pobreza.
A partir de su análisis, ANIF indica que para el 2022 las clases sociales se definen (en ingresos mensuales per cápita) como:
- Baja: por debajo de $420.676 (unos US$105)
- Vulnerable: $420.676 - $780.292. (De US$105 a US$196)
- Media: $780.292 - $4′201.570 (De US$196 a US$1.056)
- Alta: más de $4′201.570 (más de US$1.056)
“Aunque es un tema complejo y requiere de una discusión multidisciplinaria, la identificación de las clases sociales por medio de la definición del ingreso per cápita representa una herramienta técnica de alta utilidad para el análisis social y económico”, dijo la ANIF.
El investigador económico de ANIF, Daniel Franco, explica en un video que a pesar de que el análisis de las clases sociales se puede realizar desde diferentes perspectivas, el Dane utiliza un enfoque basado en el concepto de seguridad económica entendido como la probabilidad de caer en pobreza.
“Esto a partir de un estudio del Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que permite clasificar a las poblaciones en pobres, vulnerables, clase media y clase alta”, dijo.
ANIF ejemplifica que, si en una familia de cuatro personas dos trabajan y sus ingresos suman $2,8 millones (unos US$704), podrían clasificar como clase media.
Esto dado que si se dividen los ingresos de estas personas, cada uno recibiría $700.000 (unos US$176).
Sin embargo, matiza que si la misma familia ganara $14 millones, seguirían siendo de clase media, pues el rango es bastante amplio.
Consultada por Bloomberg Línea, la doctora en Economía en la Universidad del Rosario, Clara Inés Pardo, explica que este análisis es acertado desde la perspectiva de los ingresos per cápita, pero indicó que “se debe complementar”.
“Sería complementarlo con el tamaño de la familia, cómo se han venido concentrando los salarios para los diferentes estratos y la oferta laboral que podría concentrar el valor del salario en ciertos estratos más que en otros”, mencionó.
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