Bogotá — La reforma pensional del Gobierno de Gustavo Petro, aprobada por el Senado de la República, aún es insostenible y genera un hueco en las finanzas públicas difícil de cerrar, dicen los expertos.
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El proyecto tendrá que ser discutido ahora en la Cámara de Representantes, pero el presidente buscará que algunos de los consensos que se alcanzaron para la aprobación del Senado se caigan en Cámara y vuelvan a su estado original.
Lo que gusta de la pensional
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, asegura que la reforma pensional, en su versión aprobada en el Senado de la República, representa un avance significativo en varias dimensiones: aumenta la cobertura del sistema de protección en la vejez a través del pilar solidario, elimina el arbitraje entre el régimen público y el privado, y disminuye sustancialmente los subsidios en el régimen público, que hoy se otorgan hasta 25 salarios mínimos mensuales.
A pesar de ello, considera que el umbral definido en la reforma sigue siendo mayor al recomendado. “Insistimos en la necesidad de reducir aún más el umbral del componente público, que en el Senado quedó en 2,3 salarios mínimos, a 1,5 salarios mínimos”.
Sostiene que esto permitiría mejorar la sostenibilidad fiscal de la reforma, especialmente en el contexto de una transición demográfica acelerada que hace que los sistemas de reparto, como el de Colpensiones, sean cada vez menos sostenibles.
Así mismo, Mejía dice que es crucial examinar el costo fiscal de los tratamientos diferenciales para mujeres y grupos étnicos, un punto que se introdujo en el Senado el último día de discusión. “En el balance general, consideramos que la reforma es positiva, aunque está sujeta a mejoras que esperamos puedan ser incorporadas durante su trámite en la Cámara de Representantes”.
Desde ANIF resaltan la aprobación de la administración del Fondo de Ahorro por parte del Banco de la República y reiteramos la importancia de un manejo adecuado para garantizar su durabilidad.
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Persisten las preocupaciones
Para ANIF, uno de los temas que más preocupación genera del texto aprobado es el umbral que quedó definido en 2,3 salarios mínimos como de obligatoria cotización en Colpensiones. El presidente Petro ya anunció que pedirá elevar dicho umbral a 4,0 salarios mínimos.
Desde el centro de pensamiento aseguran que con el umbral aprobado en 2,3 SMLV para el Pilar Contributivo el pasivo total del sistema asciende a 179,3% del PIB. Insiste en la importancia de disminuirlo a 1,0 SMMLV.
Bajo el Proyecto de Ley original, el pasivo del régimen de transición equivaldría al 16% del PIB en valor presente neto (VPN) para el año 2100. No obstante, dice ANIF, la reducción del requisito a 900 semanas para hombres y 750 para mujeres, implica que el pasivo pensional se elevaría a 28,3% del PIB, un incremento de 12,3 puntos porcentuales respecto al pasivo estimado en el Proyecto de Ley original.
“Si bien se necesita una reforma pensional, esta no puede terminar estatizando el sistema, ahorcando fiscalmente a las generaciones más jóvenes y poniendo en riesgo su pensión, restringiendo la libertad de elección o acabando con el ahorro pensional y con ello el crédito de largo plazo en Colombia”, dijo José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda.
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