Bloomberg — La demanda entre los ciudadanos colombianos de servicios fiduciarios extraterritoriales ha aumentado desde la posesión del presidente de izquierda, Gustavo Petro, quien aumentó los impuestos a los ricos como parte de su campaña para reformar la economía, según Anabella Murillo de IQ-EQ.
Murillo, directora gerente de la división de patrimonio privado de la firma con sede en Miami, dijo que los colombianos, más que cualquier otro contingente latinoamericano, han buscado sus servicios que abarcan desde el asesoramiento fiscal hasta la gobernanza y el cumplimiento.
“Una de sus principales preocupaciones es la depreciación de la moneda local”, dijo Murillo en una entrevista. “Creo que Colombia va a ser de los principales países en la mira, porque vendrán muchos cambios”.
El peso colombiano se ha debilitado alrededor del 15% frente al dólar estadounidense en el último año, abarcando la campaña presidencial y los primeros ocho meses del Gobierno de Petro. El antiguo guerrillero busca cambiar el modelo económico conservador del país, incluidas reformas a los sistemas de pensiones y de salud, así como a las leyes laborales.
En noviembre, el Congreso aprobó un impuesto a la riqueza promocionado por el Gobierno sobre los activos de los colombianos más ricos y un impuesto más alto sobre los dividendos.
Petro es el primer presidente de izquierda en Colombia y está reconstruyendo los lazos con el Gobierno socialista de Venezuela. Los inversionistas y las empresas han expresado preocupaciones por sus planes, incluido poner fin a nuevas exploraciones de petróleo, mientras el país intenta recuperarse de la pandemia y contener la inflación.
Ante la demanda de los colombianos por diversificar sus inversiones en el exterior, el multimillonario del sector inmobiliario Jorge Pérez visitó Bogotá en octubre para reunirse con compradores potenciales de sus proyectos en el sur de la Florida.
IQ-EQ, con sede en Luxemburgo, ofrece un rango de servicios de cumplimiento, administración, activos y asesoramiento a gestores de fondos, empresas multinacionales, oficinas familiares y clientes privados de todo el mundo. Tiene alrededor de US$5.000 millones bajo gestión fiduciaria en Estados Unidos, dijo Murillo.
Murillo, abogada de formación, comenzó a asesorar a familias ricas sobre cómo diversificar y proteger sus activos en su Venezuela natal después de que el entonces presidente Hugo Chávez nacionalizara grandes sectores de la economía. Esa experiencia la ha ayudado a relacionarse con clientes desde México hasta Chile en los últimos años a medida que la política daba un giro hacia la izquierda.
Miami sigue siendo el principal puerto de escala para las familias latinoamericanas adineradas, y los bienes raíces continúan siendo la inversión más común, dijo Murillo. Antes de IQ-EQ, trabajó en Zedra Group y Bank of Nova Scotia.
Si bien en los últimos años no ha ocurrido nada parecido a la serie de expropiaciones de Chávez, ella ayudó a clientes antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera la presidencia de México en 2018.
“Hay que conocer muy bien los tratados fiscales y los tratados bilaterales de inversión porque es necesario entender la posición del país en términos de relaciones de inversión”, dijo. “Han pasado muchos años con López Obrador y no ha sucedido lo que se temía al principio. Pero se sintieron seguros de haber definido planes para sus patrimonios”.
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