Consumir menos gasolina: ¿qué tan viable es y qué sentido tiene la propuesta de Petro?

En lo corrido de este año hasta mayo, la demanda de gasolina aumentó en el país un 0,6% (vs. una expectativa del 3%), la de diésel-biodiésel un 1,5% (vs. expectativa del 2%) y la Jet un 10% (vs. expectativa del 4%)

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Bogotá — El llamado del presidente colombiano, Gustavo Petro, de consumir menos gasolina y con ello contribuir a reducir las importaciones de combustibles ha generado múltiples reacciones en los premios del país en medio de la estrategia del Gobierno de aumentar los precios para reducir el millonario déficit del fondo que los subsidia.

“La economía va bien, pero quiero que vaya mejor. En el frente del comercio exterior es clave que reduzcamos importaciones de combustibles, especialmente, gasolina. Eso depende de usted, hagamos esfuerzos por consumir menos gasolina en nuestra vida cotidiana. Comienzo por mi caravana presidencial”, dijo el mandatario colombiano.

El presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), Francisco José Lloreda, dijo a Bloomberg Línea que “los llamados a hacer un uso racional de los combustibles tienen todo el sentido, así como lo tienen las campañas de racionalización en el consumo de otros energéticos como la electricidad y el gas, e incluso el agua”.

“Una parte importante de la gasolina que se importa es subsidiada, si uno hace un uso más racional, seguramente es más positivo para el bolsillo de la gente y para las cuentas del Estado, debido al subsidio que hoy día existe”, dijo el ejecutivo.

De acuerdo a cifras entregadas por la ACP, actualmente el 42% de la gasolina (corriente o extra) es importada por la estatal petrolera Ecopetrol y se paga a precios internacionales.

Indica que el país importa en la actualidad porque no cuenta con la capacidad de refinación frente a la demanda.

El Gobierno colombiano ha venido ajustando el precio de la gasolina desde octubre de 2022 para estabilizar el millonario déficit del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc).

En junio, el galón de gasolina subió $600 y con ello el promedio se ubicó en $12.364 pesos. El ACPM, por su parte, no tuvo incrementos.

La ACP detalla que los subsidios a los combustibles han costado alrededor de $2,5 billones mensuales en promedio durante 2023, inferior al costo de 2022 de 3,3 billones/mes.

Esto “gracias al incremento de precios con el que se ha comprometido el Gobierno y a la disminución de los precios internacionales y de la TRM”, dijo.

Consultado por Bloomberg Línea, el CEO de Values AAA-Banca de Inversión y experto financiero en bolsa, Jeisson Andrés Balaguera, comentó que la viabilidad de reducir el consumo de gasolina es “un poco complejo, ya que esto implicaría que se tomen medidas restrictivas en la demanda”.

“En este caso, el país aún debe tener una preparación más sólida que permita poder reducirlo. La transición energética es fundamental para el desarrollo de este proceso. Esta medida podría ser viable teniendo en cuenta un período de más largo plazo. Importante recordar que cualquier país tiene una población creciente, unas necesidades infinitas y unos recursos limitados. En este caso el consumo de la gasolina es básico”, dijo en entrevista con este medio.

Gremios como la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) también se pronunciaron a la propuesta del presidente Gustavo Petro.

“Hablemos del consumo de gasolina: Una economía próspera necesita de una industria competitiva, con capacidad de generar empleo formal e ingresos sostenibles para cerrar las brechas sociales en el país”, escribió la presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture.

Señaló que fortalecer esa competitividad pasa por un proceso de sustitución de combustibles, lo que se traduce en “un plan de transición energética estructurado, con metas claras y un cronograma realizable en el corto, mediano y largo plazo, el cual estamos en mora de conocer”.

“Hoy, una reducción en consumo de combustible podría darse más por aumento constante en precio que impacta principalmente a colombianos de menos recursos que tienen dificultades para adquirir la gasolina que necesitan para su movilidad y el desarrollo de sus pymes”, afirmó.

De acuerdo a la ACP, en lo corrido de este año hasta mayo la demanda de gasolina aumentó en el país un 0,6% (vs. una expectativa del 3%), la de diésel-biodiésel un 1,5% (vs. expectativa del 2%) y la Jet un 10% (vs. expectativa 4%).

“La demanda de combustibles, especialmente de la gasolina, sigue en aumento por el crecimiento del transporte aéreo y el parque automotor, aunque se ha ralentizado debido a la desaceleración económica, al estado de las vías, al efecto que ha tenido el incremento del precio en los hábitos de consumo y en la demanda en algunos departamentos de zonas de frontera”, señaló.

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